jueves, 31 de mayo de 2018

Respuestas de sentido común a los argumentos a favor del aborto

"Maldito el que acepte soborno para quitar la vida a un inocente." (Deut. 27:25)




miércoles, 30 de mayo de 2018

¿Qué es la Postmodernidad?

No es fácil definir el término postmodernidad. El término significa posterior o tras el modernismo; en sí abarca una nueva manera de ver el mundo, una cosmovisión que viene a surgir como reacción ante el modernismo. Es una apertura a todo tipo de creencias sin mediar la razón, una tolerancia que rechaza todo tipo de valores absolutos, una indiferencia.

Pero ¿cómo surgió esta nueva manera de ver el mundo? La postmodernidad surge como reacción ante la modernidad. Una modernidad que proclamaba ideales que con el transcurso del tiempo fueron cayendo por la misma naturaleza pecadora del ser humano, evidenciada en la doctrina escritural de la depravación total del hombre. La modernidad se caracterizó por ser una época de fe, la gente creía en los principios libertadores de la Revolución Francesa, los avances de la ciencia, en el progreso del ser humano y en la libertad religiosa. Se pensaba que se había llegado al punto cumbre de la humanidad donde se llegaría a la solución de todos los problemas; ideales que siquiera llegaron a un mínimo cumplimiento.

Las  dos  grandes guerras humanas marcan el  inicio  del postmodernismo. Antes  de  la  Primera  Guerra  Mundial  era  la  época  del progreso, de la Europa imperialista, la época de la revolución; después al llegar la guerra se sienten las consecuencias: ciudades son destruidas completamente, millones de civiles caen muertos, viene la crisis de 1929 donde cantidades de seres humanos se suicidan y las grandes fortunas desaparecen. El orgullo humano que pensaba en el progreso de la humanidad se ve frustrado ante un orgullo aún peor, la expansión de la raza aria en la llamada Segunda Guerra Mundial.

La   postmodernidad  surge   precisamente   como   resultado   del desencanto, ante la frustración que produce el fracaso de los postulados de la llamada modernidad o época moderna. El holocausto judío, las tragedias de Hiroshima y Nagasaki, la peste del sida, las guerras bacteriológicas, la caída de las “torres gemelas” en manos de terroristas, entre otras;  son evidencia ineludible del fracaso del proyecto moderno.

Los ideales caen, la fe en la ciencia y la tecnología se derrumba al observar que estas no se utilizan para hacer el bien; y por implicación lógica, la fe en el progreso también se desvanece. “La búsqueda del saber, la tecnología, la razón y la ciencia, dejaron un vacío en el espíritu del hombre. La industrialización trajo la contaminación y la destrucción acelerada de los recursos naturales. El capitalismo hizo a los ricos más ricos y a los pobres aún  más  pobres.  El  socialismo  tampoco  lleno  las  necesidades  del  ser humano, y también se convirtió en una nueva dictadura.  La medicina logró hallar la cura de muchas enfermedades, pero a la misma vez surgieron nuevas versiones de virus y bacterias resistentes a los antibióticos y las vacunas que se habían inventado”.
Durante el siglo XX una gran parte de la tecnología ha venido en el servicio de la muerte. Eso lo reconoció Alfredo Nobel, inventor de la dinamita destruirán a  la  humanidad, ya  sea,  por  la  amenaza nuclear,  la  guerra bacteriológica u otros medios.

En un sentido la postmodernidad es la recolección de los escombros de la era moderna para edificar múltiples construcciones filosóficas, que pueden convivir en un mismo terreno. Claro, que este terreno ni siquiera es arena sino pantano. El gran desafío que el cristiano  tiene  en  este  tiempo  es  llegar  a  la  arena  y  al  pantano  para convencer con la Palabra de Dios que el hombre deben edificar su vida sobre la roca, que es Cristo. En la modernidad había una torre de Babel y en el postmodernismo muchas torres de Siloé. Babel terminó vacía y Siloé en ruinas, así ocurrió y ocurrirá con el mundo de hoy.”

Usando lenguaje parabólico, continua “había una vez un hombre moderno que edificó su casa sobre la arena, de pronto vinieron guerras y atentados y la casa se derrumbó y fue grande su ruina. Luego llegaron los hombres posmodernos y dijeron tomaremos los escombros y edificaremos no una casa sino muchas casas, cada uno la hará a su manera... y así comenzaron a construir en el pantano siglo XXI. Pero nunca quisieron oír a los "locos" que les decían "construyan sobre la roca" y hoy esos locos tiene un trabajo mayor, ya no es hablar por altoparlantes a los de la arena, ahora hay que meterse en el pantano, arremangarse las botamangas, tomar los salvavidas y convencer a los del fango que cambien el cimiento.”

Características de la postmodernidad en contraposición con la época modera

Cómo se mencionó anteriormente, la postmodernidad es una reacción ante la época moderna que la precedió; por ello, sus valores pueden ser contrapuestos con los valores de la modernidad. A continuación se presentarán algunas de las características de la era postmoderna contrapuestos con aquellas características que se manifestaban en la modernidad.

1. Hedonismo vs. Laboriosidad

El esfuerzo, el trabajo y la laboriosidad eran valores predominantes en la cultura moderna; ya que estos se percibían como la llave del progreso del ser humano. Hoy en día, el hombre postmoderno ha reconocido que no puede cambiar el mundo; ya lo intentó, y fracasó;  por ello ha se ha rendido y ha optado por tomar otro camino: por disfrutar de él, viviendo plenamente el momento presente. De esta manera ha surgido una sociedad hedonista cuyo fin supremo es la búsqueda del placer.

2. Relativismo vs. Absolutismo

La época moderna es la época de los absolutos, ya sea los absolutos religiosos como el Cristianismo que veía en Dios y su Palabra la Verdad Absoluta; o de los seculares como el humanismo que ve en el ser humano y su dignidad, el valor absoluto. En cambio en la postmodernidad, la ética y moralidad  surgen  en  función  del  hedonismo engendrando el  relativismo actual  donde  los  actos  son  buenos  o  malos  en  función  del  placer  que generan. La  ética se  convierte en  estética. Todo  es  relativo, la  verdad depende de cada individuo y de lo conveniente que sea para él.

3. Individualismo vs. Colectivismo

En la postmodernidad ya no hay una búsqueda del bien común, el individuo no se proyecta como servidor de la sociedad, sino más bien, como alguien que se sirve de está; se ha pasado de servidor a servido. El hedonismo le ha proyectado hacia el individualismo, ya que si lo que busco es satisfacerme a mí mismo, entonces, no queda lugar para el bienestar de los demás. La respuesta del postmoderno al bienestar de los demás es comparable a la respuesta que dio Caín a Dios “¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?” (Gn. 4:9). Cada individuo tiene derecho a realizarse y ser libre. “Tomo mis propias decisiones, soy responsable de mi propia vida, y de nadie más”.

4. Narcisismo vs. Prometeísmo

El  hombre  moderno  se  identificó con  el  mítico  Prometeo, el  cual arriesgo su vida para traer a la tierra el fuego de los dioses para que los mortales pudieran progresar. Por su parte, la máxima expresión del individualismo postmoderno es el narcisismo. El individuo enamorado de sí mismo, que idealiza su persona, agrandándose y aminorando a los que le rodean; los cuales le son útiles si le admiran invalidando el mandamiento de "amar al prójimo como a ti mismo" y convirtiéndole en "ámate a ti mismo y olvídate de tu prójimo, a menos que te convenga".

5. Emocionalismo vs. Racionalismo

Mientras que en la modernidad era de suma importancia la razón en la posmodernidad lo más importante son los sentimientos. Recordemos que la razón no  dio  los  resultados esperados en  la  modernidad; por  tanto,  el hombre ha “evolucionado” de ser el Homo Sapiens hacia el Homo Sensibilis, un hombre cuyo valor principal es el sentimiento. Así de esta manera, los postmodernos no quieren detenerse a pensar quieren sobre todas las cosas “sentir”.

6. Pluralismo vs. Teísmo/Ateísmo

En la era moderna el individuo era ateo o creyente, en la postmodernidad se han diversificado las opciones. Precisamente por el derrocamiento de la razón en manos del sentimiento, el ser humano a pasado de no creer en Dios a creer en cualquier cosa. “Su lema es: hay que creer en algo, no importa lo que sea”. Las creencias del postmoderno se tornan irracionales. “Cuando la racionalidad falla como base firme, abre la puerta a todo tipo de religiones, cuanto más amorfas mejor; y la falta de consistencia teológica permite la entrada al ‘vale todo’ y a la ‘sin razón’. Se ha retornado a lo esotérico, a lo satánico, al misticismo de las religiones orientales, al culto de lo extraterrestre y a un sin número de religiones a la carta. Además están surgiendo lo que podemos llamar religiones profanas como cultos a la música joven, al deporte, el cuerpo, la ecología, las celebridades, etc.

7. Neohumanismo vs. Humanismo Clásico

En épocas y culturas precedentes Dios tuvo un papel fundamental, o al menos la religión. La cultura hebrea siempre tuvo como centro en su vida - o al menos pretendió tenerlo - al gran "Yo soy" que se revelo a Moisés; la iglesia en la época de persecución era martirizada por permanecer fiel a aquel que gobernaba su ser; aún en la iglesia medieval, aunque no de una forma muy ortodoxa, la religión era el fundamento de la sociedad. En la época moderna con la secularización de la sociedad, el ser humano paso a ser el centro del mundo. Con el humanismo se ha explicó el mundo y el hombre descartando a Dios, y por supuesto a su Revelación.

El humanismo es un fenómeno moderno, un poner en el centro del mundo al ser humano, donde este es la medida de todas las cosas. Este surge en el Renacimiento en hombres como Russeau, Voltaire, entre otros.

Ante la  caída de  los  ideales acerca  del  ser  humano de  la  época moderna; el humanismo entra en crisis, surgiendo un nuevo tipo de humanismo. Un humanismo donde el ser humano como ente social dejo de ser el centro como lo proclamaba el humanismo tradicional, sino que ha sido bañado de los ideales individualistas y de la visión de la Nueva Era de que en los individuos se encuentra una chispa de la divinidad, y se debe, por tanto, desarrollar el potencial divino oculto en cada persona.

Por otra parte, como consecuencia directa de los ideales individualistas de la postmodernidad deja de verse la humanidad desde una perspectiva más social donde el valor absoluto establecido era “la dignidad humana”, para ahora verse desde el neohumanismo o humanismo postmoderno al ser humano desde una perspectiva más individual, donde el mismo como individualidad es el centro, el valor absoluto, pero absoluto sólo para sí mismo; no para los otros.

Conclusión

Los siete valores de la postmodernidad presentados anteriormente no agotan lo que representa esta era en que vivimos, pero si nos dan un panorama general de lo que enfrenta el cristianismo de hoy en día, y por tanto, nos muestra a grades rangos las características del mundo donde se desenvuelven nuestros jóvenes que pastoreamos. Por ello, nos corresponde a nosotros los que hemos sido llamado por Dios a cumplir su misión  en  la  esfera  de  la  adolescencia  y  juventud,  responder ante  las inquietudes y demandas de nuestros jóvenes y de la sociedad en que nos ha tocado vivir. Enfrentemos la postmodernidad con el Evangelio cristiano que trasciendo toda época y tiene aplicación a todas las generaciones. Seamos luz y sal a nuestra generación y a las próximas generaciones.

Extracto: ¿Qué es la postmodernidad y Juventud? MINTS
Artículo relacionado: Respuesta al Postmodernismo
Soli Deo Gloria


Encontrandonos en los Salmos

“Aleluya. Alaba, oh alma mía, a Jehová. Alabaré a Jehová en mi vida; cantaré salmos a mi Dios mientras viva”, Salmos 146: 1.

El Libro de los Salmos ha ocupado un lugar central de importancia entre el pueblo del Señor a través de los siglos. Y Hay momentos en nuestras vidas donde nos vemos obligados a confiar en Dios y depender de Dios totalmente en la situación que estemos; sea en nuestro propio pecado o autosuficiencia y esto nos recuerdan nuestra dependencia de Dios en ese momento para gritar por ayuda.

Los Salmos son una fuente refrescante de agua viva para nosotros. Como resultado, los Salmos se han convertido en un regalo precioso para nuestras luchas, y quiero compartir con ustedes algunas de las bendiciones que encontramos al ir a los salmos.

Reorienta nuestro enfoque

En medio de nuestras pruebas, estamos tentados a detenernos en nuestras circunstancias y en nosotros mismos. Durante este tiempo, podemos incluso ignorar a Dios o apartarnos de él. Pero David y los otros escritores de salmos inspirados sabían que es exactamente durante estos tiempos que debemos enfocarnos más en Dios. Ellos escribieron estos Salmos cuando se acercaron a Dios cuando enfrentaron desafíos, dificultades y maldad.

Al mismo tiempo, hay una honestidad refrescante en lo que escribieron. Ellos derraman sus corazones mientras luchan. Le hacen preguntas a Dios. Ellos luchan con su aparente ausencia. Incluso pueden desafiar a Dios mientras consideran la vida en este mundo corrupto y malvado. Qué fácil es para nosotros identificarnos con ellos en sus luchas. Cuantas veces nos vemos en situaciones y circunstancias similares. Cuán a menudo encontramos nuestros propios pensamientos reflejados en lo que le dicen a Dios. Y en medio de todo esto, somos conducidos a reflexionar sobre nuestro gran Dios. Los Salmos nos llevan a enfocarnos nuevamente en Él y descansar en Su amor y gracia.

Repone a nuestras almas

Cuando nos enfocamos en Dios, nuestras almas se reponen. Los Salmos cubren todas las estaciones de la vida con todas las emociones puestas al descubierto. Si bien la mayoría de la música de adoración moderna es feliz y edificante, los Salmos investigan mucho más profundamente en las luchas de nuestras almas. Nos enfrentamos a nuestra pecaminosidad, nos sentimos alentados por las bendiciones prometidas por Dios, y estamos seguros de que la justicia de Dios prevalecerá.

Es este tipo de trabajo del corazón que restaura nuestras almas. Los Salmos nos llevan a arrepentirnos de nuestros pecados, recordar la fidelidad de Dios y regocijarnos en los propósitos soberanos de Dios. Nos dan la fuerza que necesitamos a través de la iluminación del Espíritu Santo para no solo soportar nuestras pruebas sino también para disfrutar de Dios en medio de ellas. Nuestras almas están satisfechas solo en Él.

Reconoce nuestra unidad

Tendemos a privatizar demasiado nuestra lectura de las Escrituras, especialmente con los Salmos. Mientras que los Salmos fueron escritos por individuos, fueron compuestos para ser cantados juntos por el pueblo de Dios. Entonces, al leer los Salmos, no solo debemos pensar en nuestra relación personal con Dios. Debemos reconocer las voces de su iglesia uniéndose en medio de nuestras pruebas y tribulaciones.

Cuando un miembro de la iglesia sufre, todos sufrimos. Y los Salmos nos dirigen a alentarnos y apoyarnos mutuamente en nuestras luchas. Cantamos, fortalecemos y servimos. Esta es la vida del cuerpo de Cristo. Los Salmos nos llaman a esta unidad de amor mutuo, ya que estamos involucrados en las vidas de los demás.

Revela nuestra esperanza

Finalmente y lo más importante, los Salmos nos revelan a Cristo. Él es nuestra esperanza y nuestra salvación! ¿Es una sorpresa saber que el libro más común citado en el Nuevo Testamento es el de los Salmos? Cualquier cosa que nos suceda en este mundo, si tenemos a Cristo, entonces estamos seguros en él. Nuestras circunstancias pueden ser difíciles, nuestra salud puede fallar, nuestros cuerpos pueden volver a la tierra en la muerte, pero nuestro Salvador ha resucitado de entre los muertos para darnos la vida eterna.

Los Salmos están llenos de Cristo y la salvación que recibimos en él. Por lo tanto, no debemos leer los Salmos sin Cristo, sino ver cómo cumple las mismas palabras de los Salmos. Cuando Cristo se nos revela a través de los Salmos, tenemos una firme esperanza en nuestras pruebas y un Salvador que ha soportado la mayor prueba de todos por nosotros a través de su muerte en la cruz. ¡Qué consuelo y confianza tenemos en Cristo!

Esta es la razón por la cual Juan Calvino escribió acerca de los Salmos: "No hay otro libro en el que se encuentren recomendaciones más expresas y magníficas, tanto de la liberalidad incomparable de Dios hacia su Iglesia como de todas sus obras; no hay otro libro en el que se hayan registrado tantas liberaciones, ni una en la que las evidencias y experiencias de la providencia y la solicitud paternas que Dios ejerce sobre nosotros se celebren con tal esplendor de dicción, y sin embargo con la más estricta adhesión a la verdad ; en resumen, no hay otro libro en el que se nos enseñe de manera más perfecta la manera correcta de alabar a Dios, o en el que se nos incita más poderosamente a la realización de este ejercicio religioso. Hermanos y hermanas en Cristo, que todos podamos crecer en nuestro amor por los Salmos! 

Conclusión

¿Cómo debemos considerar el Libro de los Salmos? ¿Solo son utilizables los domingos en la iglesia, y rara vez en casa después de leer la Biblia? O como persona normal en la vida corriente, ¿también puedes hacer uso de ellos a lo largo de la semana?

Aquí hay algunos puntos de aplicación:

1. Lea los Salmos devocionalmente

Leí a través de Salmos y Proverbios por separado de otras lecturas de la Biblia. Intento leer uno por día y cuando termino, empiezo de nuevo. Necesitas meditar continuamente y repetidamente en los salmos para desarrollar su corazón ante Dios. Recuerde, ¡el autor principal era un hombre según el corazón de Dios!

2. Memoriza los Salmos

Muchos salmos enteros y porciones merecen el esfuerzo de memorizar. Si luchas con la depresión, memoriza versos sobre la alegría y la alabanza. Si luchas con ansiedad, memoriza versículos sobre la paz, la libertad del miedo y la confianza en Dios. Apúntalos y y léelos a menudo hasta que los conozcas.

3. Canta los Salmos

Muchos de los salmos ahora se ponen música. ¡Eso es genial! (También es una buena manera de memorizarlos.) Si tienes una inclinación musical, considera poner algunos de los salmos la música.

4. Ora los Salmos

Un escritor moderno lamenta: "Estamos en peligro de perder el Salterio en nuestras iglesias; de hecho, muchos ya lo han perdido, así que no es accidental que muchas personas en nuestras congregaciones no sepan cómo orar "(Elizabeth Achtemeier, citado por Willem VanGemeren en Expositor's Bible Commentary [Zondervan], 5: 6). Al leer los Salmos devocionalmente y llegar a una parte que es una oración, conviértalo en tu propia oración: "Hazme saber tus caminos, oh Señor; Enséñame tus caminos "(Salmos 25: 4). O tal vez el salmo señala una falta en tu vida. Conviértalo en oración: "Que todos los que te buscan se regocijen y se regocijen en ti; Dejen que los que aman su salvación digan continuamente: 'El Señor sea engrandecido' "(Sal 40:16). "Señor, no me regocijo en Ti lo suficiente. ¡Ayúdame a magnificarte en mi vida!

Juan Calvino comienza su clásico, Institutos de la religión cristiana) con esta declaración profunda: "Casi toda la sabiduría que poseemos, eso es decir, sabiduría verdadera y sólida, consta de dos partes: el conocimiento de Dios y de nosotros mismos". Los Salmos nos llevarán más profundamente en ambos aspectos de la sabiduría. Pidamos a Dios que nos enseñe acerca de sí mismo y de nosotros mismos mientras estudiamos los Salmos en los próximos meses y años.

Dejo el Link de mi Iglesia donde estoy predicando de manera expositiva el libro de los salmos, aquí una introducción.
Soli Deo Gloria

El Propósito de las Aflicciones

"Dios no nos aflige ni nos permite ser afligidos sin ninguna razón."

!DIOS DESEA SER RECONOCIDO EN LAS AFLICCIONES DE LOS SUYOS"

Él tiene propósitos maravillosos por todo lo que hace en nosotros. Dios es el gran artista que produce las mejores obras maestras: hijos e hijas en la semejanza de su Hijo Jesucristo. Entonces él hace de cada golpe del pincel del Maestro, cada toque del recuento de cincel del Escultor.

Entonces, en el plan de Dios, las aflicciones nos benefician mucho, por dolorosas que puedan ser a veces. Si tenemos en cuenta estos beneficios cuando sufrimos, pueden ayudarnos a soportarlo con gozo.

Las aflicciones nos liberan del orgullo. Pablo dijo que Dios le dio su dolorosa espina "para que no me envanezca a causa de la grandeza de las revelaciones" 2 Corintios 12: 7.

Las aflicciones nos hacen comprensivos, misericordiosos y lentos para juzgar. Si has sufrido la furia de la depresión, no asumirás que otros que están deprimidos están en pecado. Si has sido afligido por un adolescente rebelde, podrás simpatizar rápidamente con otros padres con problemas.

Las aflicciones nos recuerdan la brevedad de esta vida y nos hacen desear el cielo donde está nuestro verdadero tesoro. "Cuando las cosas siguen nuestro deseo, nuestros corazones son demasiado propensos a decir: '¡Es bueno estar aquí!'" John Newton.

Las aflicciones nos incitan a orar y nos mantienen dependientes de Dios. Demasiados días de luz solar continua y podemos olvidar cuánto necesitamos al Señor. Pero a medida que las tormentas nos obligan a refugiarnos, las aflicciones nos obligan a correr hacia nuestro Refugio y Fortaleza, y gritamos como David: "Vuélvete a mí y sé misericordioso conmigo, porque estoy solo y afligido". Salmos 25:16

Las aflicciones son oportunidades para que Cristo muestre su poder en nosotros. Mientras podamos manejar las cosas con nuestras propias fuerzas, no veremos el poder de Dios. Es cuando la carga se vuelve demasiado grande para nosotros como para soportar que Cristo venga y diga: "Oye, déjame quitarte eso" y revela su fortaleza para sostener el universo. "Pero él me dijo: 'Mi gracia es suficiente para ti, porque mi poder se perfecciona en la debilidad'". 2 Corintios 12: 9.

Las aflicciones nos llevan a la palabra de Dios. "Es bueno para mí que me haya afligido, para que yo aprenda tus estatutos". Salmos 119: 71. Un salvavidas no significa mucho para alguien descansando en una tumbona leyendo una novela. Pero cuando el barco se hunde y uno está a la deriva en el océano, ese salvavidas lo es todo. Cuando nos hundimos en la aflicción, nos tomamos de las promesas de Dios y nos sostienen.

Las aflicciones producen un confort sobrenatural. "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de misericordias y Dios de toda consolación, quien nos consuela en toda nuestra aflicción" 2 Corintios 1: 3-4.

Las aflicciones prueban la realidad de la gracia de Dios en nuestras vidas. ¿Cómo soporta alguien años de enfermedad y sigue siendo feliz? ¿Cómo puede una esposa perder a su esposo por cáncer y unirse a los santos el domingo siguiente y levantar sus manos en adoración? ¿Qué hace que un esposo cuide a su esposa atormentada por Alzheimer y continúe amando a Dios? ¡Gracia asombrosa de Dios! La resistencia a través de las aflicciones es evidencia de que no hemos creído alguna filosofía o fábula vacía.

Las aflicciones nos hacen sentir agradecidos cuando Dios nos libera de ellos. "Llámame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás "Salmos 50:15.

Las aflicciones producen fruto único que no crece en otro suelo. Fruto como la fe, la paciencia, la perseverancia, la dulzura, la paciencia Al pasar por pruebas que los requieren.

Las aflicciones manifiestan la fidelidad de Dios y su poderoso poder sustentador. "Porque estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles, ni gobernantes, ni cosas presentes, ni cosas por venir, ni poderes, ni altura, ni profundidad, ni ninguna otra cosa en toda la creación, podrán separarnos del amor de Dios". en Cristo Jesús nuestro Señor "Romanos 8: 35-39.

Finalmente, las aflicciones nos hacen como Cristo. El objetivo final de Dios es conformarnos a su Hijo para que podamos disfrutarlo para siempre. Así que, en última instancia, las aflicciones son para nuestro gozo eterno y la alegría en Jesús
Soli Deo Gloria



martes, 29 de mayo de 2018

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“Solo Dios creó el mundo”

APOLOGIA PURITANA DEL CREACIONISMO

Los Puritanos son conocidos por sus voluminosas obras de espiritualidad, santidad, teología Bíblica, adoración pura, y devoción, pero poco, o casi nada de sus escritos filosóficos y menos aún de sus escritos apologéticos a favor de la creación.

Aunque los Puritanos escribieron comentarios de cada libro de la Biblia, sus escritos apologéticos fueron llenos de esa claridad y profundidad intelectual que caracterizaron sus obras teológicas. 

Uno de ellos fue el Puritano Escocés Thomas Boston. Boston nació en un hogar Presbiteriano Pactante cuya enseñanza Calvinista formo su mente, carácter y teología.

Boston se convirtió en la figura principal dentro del Puritanismo Inglés y escribió muchas obras que moldearon la teología Reformada Calvinista.

Entre sus escritos está el ensayo acerca de la defensa de la creación como una refutación a la filosofía humanista que ya se había levantado en Europa en lo que se refiere al origen del universo.

El breve tratado es importante, no solo porque fue escrito por Boston, pero porque es una ventana al ambiente filosófico humanista ateo que se estaba expandiendo en toda Europa, y esto a unos 150 años antes que naciera Charles Darwin. El escrito nos provee con buenos argumentos que dentro de su contexto social e ideológico del siglo 17, fue de gran uso para refutar a la idea naturalista del origen del universo. A continuación comparto un extracto del escrito de Boston el cual es una "apologética Puritana" del creacionismo.

"El mundo no pudo haberse creado por sí solo, pues eso sería una contradicción terrible; por decirlo así, que el mundo fue antes que fuese; pues la causa debe ser siempre antes de su efecto. Aquello que no es en existencia, no puede tener producción, pues nada puede actuar antes que exista. Así como nada tiene existencia, así tampoco tiene operación. Debe haber, por lo tanto, algo el cual tenga existencia en sí mismo, que dé la existencia a las cosas que existe y que cada segunda causa deba ser el efecto de otra antes que sea la causa. "Ser" y "no ser" al mismo tiempo es una evidente contradicción, el cual  infaliblemente toma lugar si algo se hace a si mismo. Aquello que crea algo es siempre antes de aquello el cual es creado, esto es tan obvio que hasta el más ignorante campesino lo entiende. Si el mundo fuera el creador, debe haber sido antes de existir, una cosa creada por alguien. 

La producción del mundo no pudo haber sido por casualidad. Esta fue la idea tonta de los filósofos de la antigüedad, que el origen del mundo fue una causa fortuita de la unión de átomos, el cual estaban en moción perpetua en el inmenso espacio, hasta que al final un gran número de ellos se reunieron en un lugar feliz y así se formó el universo en el orden hermoso  en el cual nosotros lo vemos. Es increíble como tal extraña idea rara, la cual nunca puede ser reconciliada con la razón, pueda encontrar  lugar en la mente humana. ¿Puede algún hombre razonable concebir que confusos y desordenados átomos, de diversa naturaleza y forma, y distante de otros, pudieron de alguna forma unirse como para formar el mundo entero, tan vasto y extenso, tan distinto en orden, y unido en las diversas naturalezas, tan regular en la variedad de los cambios y tan hermoso en su total composición?

Dios creó todas las cosas, el mundo y todas las criaturas que pertenecen allí. El atribuye su trabajo a sí mismo, como una de las particulares glorias de su Deidad, exclusivo de todas las criaturas. 

Así leemos en Isaías

40: 12-13 ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados?  ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole?

44:24, 24 Así dice Jehová, tu Redentor, que te formó desde el vientre: Yo Jehová, que lo hago todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí mismo;”  

45:12 Yo hice la tierra, y creé sobre ella al hombre. Yo, mis manos, extendieron los cielos, y a todo su ejército mandé.

Job 9:8, “El solo extendió los cielos, y anda sobre las olas de los mares”

Estos son descripciones magnificas del poder creador de Dios, y excede cada escrito diverso que los mejores sabios de la antigüedad tuvieron el propósito al escribir. Por esta operación Dios se distingue de todos los dioses falsos y ficticias deidades las cuales las naciones ciegas adoran, y se muestra a sí mismo como el verdadero Dios."

Jer 10:11  Les diréis así: Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, desaparezcan de la tierra y de debajo de los cielos. 12 El que hizo la tierra con su poder, el que puso en orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su sabiduría;

Isa 37:16, Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste los cielos y la tierra.

Nadie pudo haber creado el mundo, excepto Dios, porque la creación es el trabajo de su infinito poder, y no pudo ser producido por una causa finita. Pues la distancia entre el ser y el no ser es verdadera infinita, el cual no puede ser removido por un agente finito, o la actividad de todos los agentes finitos aunque estén unidos.
Por Thomas Boston (1676-1732)

Soli Deo Gloria


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“La profecía cristiana y el canón en el siglo segundo: Una respuesta a B. B. Warfield”

B. B Warfield publicó su investigación Counterfeit Miracles (Milagros Falsificados) bajo presión, por un lado, por las afirmaciones católicas sobre los milagros eclesiásticos y por otro lado, por el frío racionalismo característico de la época. Él deseaba hacer valer la supremacía de las Escrituras sobre las falsas afirmaciones de los milagros y por medio de eso robarles a los modernistas sus municiones contra la realidad sobrenatural. En ese contexto, Warfield trató la profecía y cómo un cristiano reformado debería considerar ese don como algo del pasado (es decir, extinto). 

Warfield propuso una conexión entre la terminación del canon cristiano y el eclipse del carisma profético al término del siglo primero. Él dependía de dos pruebas subyacentes: 

(1) La teológica: Warfield empleó un argumento a priori de que la continuación de la profecía es inconsistente con la revelación concluida del Nuevo Testamento. Dios ha hablado por medio de los apóstoles y no ha proporcionado ninguna nueva palabra para la iglesia: 

Porque Cristo es todo en todos, y toda su revelación y redención de igual forma se resumen en Él, sería inconcebible ya sea que la revelación o las señales que la acompañan continuaran después de que se completara esa gran revelación con las obras que se le atribuyen… 

(2) La histórica: Warfield mantenía que a la profecía contemporánea le hace falta el testimonio de la iglesia posapostólica. 

Fundamentarse en el cierre del canon era su punto central, Warfield ofreció una fecha más temprana y más definida que la de otros “cesacionalistas”. Por ejemplo, Juan Crisóstomo había dicho de 1 Corintios 12Todo este lugar es muy oscuro: pero la oscuridad es producida por nuestra ignorancia de los hechos referidos y por su cesación, siendo que entonces ocurrían pero ahora ya no. 

Entonces, él afirmó que 1 Corintios 13:8 (eite de prophēteiai, katargēthēsontai; eite glōssai, pausontai – “pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas”) predecía la fecha de expiración de la glossolalia y la profecía: 

Si ambos de estos entraron con el propósito de expandir la fe, cuando esta sea esparcida en todas partes, el uso de estos será de en lo sucesivo superfluo. 

Por supuesto que en contraste con la culminación del canon, el significado y el plazo de “esparcida en todas partes” podrían ser infinitamente flexibles. 

Desde luego, los evangélicos de este siglo se han aprovechado ampliamente del paradigma de Warfield, en algunos momentos apoyando su prueba teológica con 1 Corintios 13:8-10 e interpretando to teleion (la cual significa “perfecto” o “completo”) como el canon terminado.

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Soli Deo Gloria



lunes, 28 de mayo de 2018

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Razones Bíblicas contra el Divorcio (CBL 1689)

Del matrimonio
CBL 1689 Cap. 25
1. El matrimonio ha de ser entre un hombre y una mujer; no es lícito para ningún hombre tener más de una esposa, ni para ninguna mujer tener más de un marido.1
1. Gn. 2:24 con Mt. 19:5,6; 1 Ti. 3:2; Tit. 1:6.

2. El matrimonio fue instituido para la mutua ayuda de esposo y esposa;1 para multiplicar el género humano por medio de una descendencia legítima2 y para evitar la impureza.3
1. Gn. 2:18; Pr. 2:17; Mal. 2:14. 2. Gn. 1:28; Sal. 127:3-5; 128:3,4. 3. 1 Co. 7:2,9.

3. Pueden casarse lícitamente toda clase de personas capaces de dar su consentimiento en su sano juicio;1 sin embargo, es deber de los cristianos casarse en el Señor. Y, por lo tanto, los que profesan la verdadera fe no deben casarse con incrédulos o idólatras; ni deben los que son piadosos unirse en yugo desigual, casándose con los que viven una vida malvada o que sostengan herejías condenables.2
1. 1 Co. 7:39; 2 Co. 6:14; He. 13:4; 1 Ti. 4:3. 2. 1 Co. 7:39; 2 Co. 6:14.

4. El matrimonio no debe contraerse dentro de los grados de consanguinidad o afinidad prohibidos en la Palabra, ni pueden tales matrimonios incestuosos legalizarse jamás por ninguna ley humana, ni por el consentimiento de las partes, de tal manera que esas personas puedan vivir juntas como marido y mujer.1
1. Lv. 18:6-18; Am. 2:7; Mr. 6:18; 1 Co. 5:1.

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Soli Deo Gloria



lunes, 21 de mayo de 2018

¿Es Bíblico el Trinitarianismo? CBL 1689

Pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Dios. Porque entre los hombres, ¿quién conoce los pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Asimismo, nadie conoce los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios. (1 Cor. 2:10 - 11)

A medida que la iglesia desarrolló su comprensión de Dios durante sus primeros siglos, otros términos entraron en uso, incluyendo esencia, existencia, y subsistencia de la divinidad eterna.

Frecuentemente se da por supuesto que la doctrina de la Trinidad apareció después de haber sido escrito el Nuevo Testamento, y se da por supuesto también que esta doctrina es meramente especulativa, no esencial al mensaje cristiano. El problema de la Trinidad surgió y tuvo respuesta en tiempos del Nuevo Testamento; sus raíces se encuentran en el culto, la vivencia personal y el pensamiento del cristianismo del primer siglo. Se ha preferido la palabra «problema» a la palabra «doctrina» porque no hay una declaración formal de la doctrina de la Trinidad en el Nuevo Testamento; pero así como una doctrina es respuesta a un problema, del mismo modo aparece la doctrina sobre la Trinidad en el Nuevo Testamento. El problema de la Trinidad se presentó allí y se intentó darle solución. Y al hablar del trinitarianismo es la enseñanza que dice que Dios es Trino, que Él se ha revelado en tres Personas co-iguales y co-eternas. El propósito de este artículo es considerar la importancia del trinitarianismo en relación a la salvación y la vida cristiana.

Se nos hace la pregunta muy a menudo, ¿Tengo que creer en la Trinidad para ser salvo? La respuesta es – sí y no. ¿Necesita una persona comprender completamente y estar de acuerdo con todo aspecto del trinitarianismo para ser salvo? No. ¿Hay algunos aspectos del trinitarianismo que jueguen papeles importantes en la salvación? Sí. Por ejemplo, la deidad de Cristo es crucialmente importante en la doctrina de la salvación. Si Jesús no era Dios, Su muerte no podría haber pagado la pena infinita del pecado. Sólo Dios es infinito – Él no tuvo principio y Él no tiene fin. Todas sus criaturas, incluyendo a los ángeles, son finitas – fueron creadas en algún momento. Sólo la muerte de un Ser infinito pudo expiar el pecado de la humanidad a través de toda la eternidad. Si Jesús no era Dios, Él no podría ser el Salvador, el Mesías, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29). Un punto de vista no bíblico de la naturaleza divina de Jesús resulta en un concepto errado de la salvación. Toda secta “cristiana” que niega la verdadera deidad de Cristo enseña también que debiéramos añadir nuestras obras a la muerte de Cristo para poder ser salvo. La completa y verdadera deidad de Cristo, un aspecto del trinitarianismo, refuta este concepto.

Al mismo tiempo, reconocemos que hay algunos cristianos genuinos que no sostienen un trinitarianismo completo. Mientras rechazamos el Modalismo, no negamos que una persona pueda ser salva sin creer que Dios sea Tres Personas, sino más bien que se reveló simplemente en tres “modos”. La Trinidad es un misterio que ningún ser humano pueda comprender completa o perfectamente. Para que una persona reciba la salvación, Dios le exige confiar en Jesucristo, Dios manifestado en carne, como el Salvador. Para que una persona reciba la salvación, Dios no exige una completa adherencia a cada precepto de una teología bíblica sana. No, un acuerdo completo con todos los aspectos del trinitarianismo no es requerido para experimentar la salvación.

Sostenemos firmemente que el trinitarianismo sea una doctrina fundamentada en la Biblia. Proclamamos dogmáticamente que una comprensión y una creencia en un trinitarianismo bíblico sea crucialmente importante para comprender a Dios, la salvación, y la obra en operación en las vidas de los creyentes. Al mismo tiempo, ha habido hombres santos, seguidores genuinos de Cristo, los cuales han estado en desacuerdo con algunos aspectos del trinitarianismo. Es importante recordar que no somos salvos por tener una doctrina perfecta. Somos salvos por confiar en nuestro Salvador perfecto (Juan 3:16). ¿Necesitamos creer en algunas áreas del trinitarianismo para ser salvos? ¡Sí! ¿Necesitamos estar en acuerdo absoluto en todos los aspectos del trinitarianismo para ser salvos? No.

Confesión Bautista de Fe de 1689
De Dios y de la Santa Trinidad (Cap. # 2, Párr. 1-3)

¿Cómo es Dios?  
•Los atributos de Dios. 
•La relación de Dios con sus criaturas. 
•La doctrina de la Trinidad.
Dos doctrinas esenciales sin las cuales no hay verdadero cristianismo:
La inspiración plenaria y verbal de la Escrituras
La doctrina de la Trinidad.

1. El Señor nuestro Dios es un Dios único, vivo y verdadero;1 cuya subsistencia está en él mismo y es de él mismo, infinito en su ser y perfección;2 cuya esencia no puede ser comprendida por nadie sino por él mismo;3 es espíritu purísimo, invisible, sin cuerpo, miembros o pasiones, el único que tiene inmortalidad y que habita en luz inaccesible;4 es inmutable, inmenso, eterno, inescrutable, todopoderoso, infinito en todos los sentidos, santísimo, sapientísimo, libérrimo, absoluto;5 que hace todas las cosas según el consejo de su inmutable y justísima voluntad, para su propia gloria;6 es amantísimo, benigno, misericordioso, longánimo, abundante en bondad y verdad, perdonando la iniquidad, la transgresión y el pecado;7 galardonador de los que le buscan con diligencia, y sobre todo, justísimo y terrible en sus juicios, que odia todo pecado y que de ninguna manera dará por inocente al culpable.8
1. Dt. 6:4; Jer. 10:10; 1 Co. 8:4,6; 1 Ts. 1:9. 2. Is. 48:12. 3. Ex. 3:14; Job 11:7,8; 26:14; Sal. 145:3; Ro. 11:33,34. 4. Jn. 4:24; 1 Ti. 1:17; Dt. 4:15,16; Lc. 24:39; Hch. 14:11,15; Stg. 5:17. 5. Mal. 3:6; Stg. 1:17; 1 R. 8:27; Jer.23:23,24; Sal. 90:2; 1 Ti. 1:17; Gn. 17:1; Ap. 4:8; Is. 6:3; Ro. 16:27; Sal. 115:3; Ex. 3:14. 6. Ef. 1:11; Is. 46:10; Pr. 16:4; Ro. 11:36. 7. Ex. 34:6,7; 1 Jn. 4:8. 8. He. 11:6; Neh. 9:32,33; Sal. 5:5,6; Nah. 1:2,3; Ex. 34:7.

2. Teniendo Dios en sí mismo y por sí mismo toda vida, gloria, bondad y bienaventuranza, es todo suficiente en sí mismo y respecto a sí mismo, no teniendo necesidad de ninguna de las criaturas que ha hecho, ni derivando ninguna gloria de ellas, sino que solamente manifiesta su propia gloria en ellas, por ellas, hacia ellas y sobre ellas;1 él es la única fuente de todo ser, de quien, por quien y para quien son todas las cosas, teniendo sobre todas las criaturas el más soberano dominio para hacer mediante ellas, para ellas y sobre ellas todo lo que le agrade;2 todas las cosas están desnudas y abiertas a sus ojos; su conocimiento es infinito, infalible e independiente de la criatura, de modo que para él no hay ninguna cosa contingente o incierta.3 Es santísimo en todos sus consejos, en todas sus obras y en todos sus mandatos;4 a él se le debe, por parte de los ángeles y los hombres, toda adoración, todo servicio u obediencia que como criaturas deben al Creador, y cualquier cosa adicional que a él le placiera demandar de ellos.5
1. Jn. 5:26; Hch. 7:2; Sal. 148:13; 119:68; 1 Ti. 6:15; Job 22:2,3; Hch. 17:24,25. 2. Ap. 4:11; 1 Ti. 6:15; Ro. 11:34-36; Dn. 4:25,34,35. 3. He. 4:13; Ro. 11:33,34; Sal. 147:5; Hch. 15:18; Ez. 11:5. 4. Sal. 145:17; Ro. 7:12. 5. Ap. 5:12-14

3. En este Ser divino e infinito hay tres subsistencias, el Padre, el Verbo o Hijo y el Espíritu Santo,1 de una sustancia, un poder y una eternidad, teniendo cada uno toda la esencia divina, pero la esencia indivisa:2 el Padre no es de nadie, ni por generación ni por procesión; el Hijo es engendrado eternamente del Padre, y el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo;3 todos ellos son infinitos, sin principio y, por tanto, son un solo Dios, que no ha de ser dividido en naturaleza y ser, sino distinguido por varias propiedades relativas peculiares y relaciones personales; dicha doctrina de la Trinidad es el fundamento de toda nuestra comunión con Dios y nuestra consoladora dependencia de él.

1. Mt. 3:16,17; 28:19; 2 Co. 13:14. 2. Ex. 3:14; Jn.14:11; 1 Co. 8:6. 3. Pr. 8:22-31; Jn. 1:1-3,14,18; 3:16; 10:36; 15:26; 16:28; He. 1:2; 1 Jn. 4:14; Gá. 4:4-6.


"La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén" (2 Corintios 13:14).
Soli Deo Gloria