sábado, 9 de enero de 2021

Nuestro Dios paciente e inmutable


¡Bienvenido al 2021! Dijo C. H. Spurgeon en el inicio de un nuevo año.

“A la par de escudriñar las Escrituras y de profundizar en su conocimiento de ellas, asegúrense de crecer en la gracia; y a la par de desear conocer la doctrina, anhelen sobre todo crecer en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo; y su estudio de la Escritura, y su crecimiento en la gracia y en el conocimiento de Cristo ha de estar supeditado a ese objetivo más preeminente, que es vivir para darle gloria tanto ahora como perdurablemente a Aquel que los amó y que los compró con Su sangre.” 

La amonestación que nos regala el pastor Spurgeon es más necesaria que nunca. Es importante conocer doctrina y es sumamente importante leer la Biblia, pero es más importante ir aplicando lo que vamos aprendiendo y más importante aún centrarnos en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Es preciso amar a nuestro Señor con locura, entregarnos a Él de todo corazón y tratar de asemejarnos más a Él cada día. De nada sirve el traje de justicia de Cristo si seguimos siendo podridos por dentro.

Hoy muchos pueden pensar atrevidamente que los problemas del mundo terminaron la medianoche de hace una semana atrás, ¿verdad? No tanto. Cuando el mundo que nos rodea parece tan caótico e inestable, solo hay un lugar al que acudir: el inmutable SEÑOR nuestro Dios. 

El Salmo 18:30 dice:

“Este Dios, perfecto es su camino; la palabra del SEÑOR es verdadera; es un escudo para todos los que en él se refugian”.

Y vemos en Números 23:19,

“Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará?, ¿ha hablado, y no lo cumplirá?”

Todas las hermosas y maravillosas promesas que leemos en las Escrituras siguen en pie hoy. Dios no ha cambiado de opinión. Estos no dependen de quién esté en un cargo político o de las leyes terrenales que se aprueben; Dios está por encima de todo eso. Sus promesas se mantienen a pesar de la enfermedad (pandemia), la política, la violencia y el caos. Cuando el mundo gira fuera de control, es bueno para nosotros recordar que... 

“en su mano están las profundidades de la tierra; las alturas de los montes son suyas también. El mar es suyo, porque él lo hizo, y sus manos formaron la tierra seca”. Salmo 95: 4-5

No tenemos nada que temer, Dios sigue siendo el mismo hoy que ayer, y mañana también será el mismo (Hebreos 13: 8).

Entonces, ¿por qué Dios permite que continúe toda esta locura? ¡Porque es un Dios amoroso y paciente! Debemos recordar esto y poner nuestra cosmovisión en la perspectiva correcta. Así como Dios es paciente con nosotros, y también es paciente con los demás. 2 Pedro 3: 9 dice:

"El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento".

Y Pablo escribe en 1 Timoteo 1:16, “Sin embargo, por esto hallé misericordia, para que en mí, como el primero [pecador], Jesucristo demostrara toda su paciencia como un ejemplo para los que habrían de creer en El para vida eterna.”

Vivimos en una época en la que el mensaje del Evangelio y la esperanza eterna que brinda pueden llegar a las almas más que en cualquier otra época de nuestra vida. ¡No desperdiciemos la oportunidad! Hable acerca de Jesús, comparta su testimonio, presente el mensaje del evangelio a aquellos que están confundidos, enfermos, heridos, asustados y sin esperanza. No escondamos nuestra luz debajo de una canasta, sino que brillemos como faros que señalen a las personas hacia Cristo, en quien hay un refugio eterno y una protección contra todo lo que nuestro mundo quebrantado puede arrojarnos.

Hermanos y hermanas, mantengan una actitud de estar en Cristo siempre y alabe a nuestro Dios más santo y poderoso, dándole gracias por el amor, la paciencia y la bondad que nos ha mostrado a cada uno de nosotros.

Soli Deo Gloria