lunes, 12 de agosto de 2019

El Cristiano y la pornografía


¿Qué dice la Biblia sobre la pornografía?

Desde un punto de vista muy técnico, la palabra pornografía no aparece en la Biblia. La palabra raíz griega, sin embargo, aparece muchas veces en el Nuevo Testamento, y en todos los casos, se refiere a la inmoralidad y al pecado sexual.

La palabra "pornografía" nos llega del idioma griego, una construcción de las dos raíces porneia y graphe. El sustantivo graphe nos es muy familiar. Es la palabra para escribir, de la cual obtenemos nuestras palabras gráfico, y que se adjunta como sufijo a docenas de palabras en inglés como fotografía y caligrafía. Tanto la palabra porneia (el sustantivo) como porneuo afín (el verbo) se refieren a relaciones sexuales inmorales. Las palabras pueden referirse a los actos de fornicación, adulterio o prostitución. Entonces, "pornografía" se refiere a la visualización gráfica de actos sexuales inmorales por escrito o con imágenes.
"En todos los casos en que las palabras porneia y porneuo aparecen en el Nuevo Testamento, siempre se refieren al pecado sexual".
En todos los casos en que las palabras porneia y porneuo aparecen en el Nuevo Testamento, siempre se refieren al pecado sexual. Nunca se refieren a las relaciones sexuales ordenadas por Dios entre una pareja casada. Algunos ejemplos de la aparición de estas palabras en las Escrituras incluyen:

Porneia (el sustantivo)

“Porque del corazón salen los malos pensamientos, asesinatos, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, blasfemias. Mateo 15:19

"Estar lleno de toda injusticia, inmoralidad sexual, maldad, codicia, malicia; lleno de envidia, asesinato, contienda, engaño, maldad; ” Romanos 1:29

"En realidad se informa que hay inmoralidad sexual entre ustedes, y tal inmoralidad sexual que ni siquiera se menciona entre los gentiles, ¡que un hombre tiene la esposa de su padre!" 1 Corintios 5:1

"Ahora las obras de la carne son evidentes, que son: adulterio, fornicación, impureza, lujuria", Gálatas 5:19.

Porneuo (el verbo)

“Huye de la inmoralidad sexual. Todo pecado que hace un hombre está fuera del cuerpo, pero el que comete inmoralidad sexual peca contra su propio cuerpo. ”1 Corintios 6:18 (ambas palabras)

"Tampoco cometamos inmoralidad sexual, como lo hicieron algunos de ellos, y en un día cayeron veintitrés mil;" 1 Corintios 10:8

"Con quien los reyes de la tierra cometieron fornicación, y los habitantes de la tierra se emborracharon con el vino de su fornicación". Apocalipsis 17:2 (nuevamente, ambas palabras)

Hacer la pregunta, "¿Qué dice la Biblia sobre la pornografía?" Es realmente una forma de hacer otra pregunta, que es, "¿Es pecaminosa ver la pornografía?" ¿Es inmoral? "Podemos responder esta pregunta con la respuesta a otra uno: ¿Por qué la gente lo ve? ”En este punto, la respuesta es simple y evidente: las personas ven la pornografía para participar en el pecado sexual. La visualización de pornografía no tiene otro propósito que alimentar la lujuria y participar en fantasías sexuales que conducen a la masturbación. Cualquiera que argumente esto simplemente se está engañando a sí mismo. Entonces, ¿es pecaminoso ver pornografía? ¿Es inmoral? Por supuesto que es.
"La visualización de pornografía no tiene otro propósito que alimentar la lujuria y participar en fantasías sexuales que conducen a la masturbación".
En su libro histórico, En el altar de la idolatría sexual, el fundador y presidente de Pure Life Ministries, Steve Gallagher, escribe:

“La masturbación ... es, por su propia naturaleza, un acto completamente egocéntrico. De forma rutinaria, la persona se aísla y entra en total autocomplacencia. Este tipo de actividad representa la antítesis de la vida disciplinada que Jesús espera de sus seguidores, y es completamente ajena al Reino de Dios.

Además, la masturbación es impulsada por la lujuria y la fantasía. La lujuria y la masturbación no solo están mal en sí mismas, sino que, quizás aún peor, abren la puerta a todo tipo de perversiones más profundas. No puedo comenzar a contar a los hombres con los que he ministrado a lo largo de los años que nunca imaginaron a dónde los conduciría su indulgencia de lujuria y masturbación. Cualquiera que comience por este camino puede encontrarse rápidamente fuera de control ".

El impacto de este fenómeno sobre la iglesia es algo que espanta. La pornografía es algo tan presente que está seguramente cambiando formas de pensar y actuar a un nivel masivo sin que nos demos cuenta. La interacción entre hombres y mujeres, las expectativas sexuales que el hombre trae al matrimonio y los problemas relacionales que esto causa, la objetivización del cuerpo femenino en las mentes de hombres y muchachos cristianos, el tiempo gastado en búsquedas de pornografía en el Internet, y el peso psicológico y espiritual de vivir con pecado oculto son solo algunos de los aspectos de este fenómeno tan debilitador. La ola de pornografía es también una ola de pecado en nuestras congregaciones.

Lo peor es que casi nunca se discute. ¿Por qué? Para el que usa la pornografía es por vergüenza y temor a que le miren como si fuera un monstruo; para el pastor o el líder que usa pornografía es por temor a ser descubierto y perder su posición o destruir a su iglesia. Y claro, ese pastor no quiere predicar en contra de lo que él mismo está practicando. Sería muy incómodo. Sería hipocresía. Luego para los que están libres del vicio es más fácil ignorarlo, pues nadie lo menciona. O peor, como ellos mismos no experimentan el problema se da por sentado que es algo fácil de combatir. “No lo hagas, y listo. ¿Cuál es el problema?” El peor de todos es el que usa la pornografía en privado pero condena en público a otros que lo hacen.

Enseñanza bíblica

¿Qué dice la Biblia acerca del tema de la pornografía? Por un lado, es obvio que esto no se discute directamente. En tiempos bíblicos no existía la tecnología para reproducir imágenes que es necesaria para crear los materiales de la pornografía, sean impresos, video o digitales. Este es un vicio moderno. Pero por otro lado, la atracción entre los sexos y el deseo particularmente masculino de querer ver cosas ocultas no son algo nuevo. Solo menciono a David y Betsabé. Todo comenzó con un hombre mirando a una mujer desnuda (Ver 2 Samuel 11). Si consideramos a la pornografía como una extensión de la lujuria entonces la Biblia sí tiene algo que decir acerca del asunto y es que es absolutamente inapropiado. Especialmente importante es el pasaje en Mateo 5:27-28 donde Jesús dice:

Ustedes han oído que se dijo: “No cometas adulterio.” Pero yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón.

Aunque deberíamos, quizás, notar que la codicia a la que Jesús se refiere puede incluir más que deseo sexual, no puede ser menos que eso, y mirar a una mujer (u hombre) para codiciarla es precisamente lo que uno hace con la pornografía. Los materiales y los métodos de distribución serán nuevos, pero lo que ocurre dentro de la mente del ser humano es lo mismo que ha ocurrido por siglos: meditación visual sobre deseo sexual ilícito. Jesús está señalando aquí que el adulterio es algo que ocurre en el corazón, no solo en el acto físico sexual. Y el acto en la imaginación es el mismo tipo de cosa que el acto en vivo. Es el mismo tipo de pecado. Por eso digo que la pornografía es una extensión de nuestra imaginación, pues nos ayuda a hacer mucho más concretamente lo que estamos haciendo en nuestras mentes cuando deseamos poseer físicamente a otro ser humano. Este mensaje de Jesús es un mensaje para los hipócritas que creen que como ellos no han tocado a una mujer no han hecho nada malo. No, dice Jesús. Si la deseaste ya has cometido una especie de adulterio.

De todos modos creo que es menor el número de cristianos que intentaría afirmar que el uso de la pornografía no es un pecado, pues tenemos una intuición profunda de que esto no está bien. Es más, una de las razones por la cual la pornografía fascina tanto es precisamente porque está mal, porque es fruta prohibida y que es por eso tanto más dulce al paladar.

Pero más que condenar a la pornografía y su práctica con largas erudiciones y citas bíblicas, yo estoy interesado en explorar en estos artículos cómo se obtiene la victoria, pues otro problema que tenemos con este vicio es que somos muy buenos para condenar, pero no tan buenos con la compasión y restauración.

No juzgues – ayuda

El que no tiene pecado que tire la primera piedra. Todos los hombres experimentamos tentación sexual y todos los hombres a veces caemos en esa tentación, aún si esa caída no resulta en el uso de pornografía. El orador juvenil Lucas Leys cuenta que participó en una reunión en la cual otro orador hacía una invitación porque Dios le había dado una palabra. Le había dicho que había tres jóvenes en la audiencia que estaban experimentando tentación sexual. La reacción de Lucas fue (así lo cuenta él) “¿Solo tres?” Si hay cien jóvenes en la audiencia hay 100 jóvenes que experimentan tentación sexual. Bueno quizás exagero. Es posible (teóricamente) que solo haya 99. No nos asombraría saber que prácticamente todos los jóvenes en la conferencia que Lucas describía vinieron al frente.

Todos experimentamos tentación sexual. Yo lo experimento. Tú lo experimentas. Todos. (Disculpen, damas. Estoy hablando a los caballeros aquí) Entonces no mires a una persona que tiene un problema con pornografía como si fuera un mutante asqueroso. Es tu hermano y la única diferencia entre tú y él es que él ha caído, quizás, un poco más duro que tú. Peor que la pornografía es el orgullo espiritual. Acéptalo a tu hermano y ayúdalo. Él no necesita que le condenes, pues este es un pecado en el cual por lo general el que lo practica ya se ha condenado a si mismo rotundamente. Lo que dice Pablo parece escrito exactamente para la situación: “Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado.” (Gálatas 6:1) Me pregunto si quizás Pablo se refería a una situación particular en la cual alguien había sido sorprendido en el acto de adulterio.

Pasos prácticos para combatir la pornografía

¿Qué podemos cortar?

No rechacemos soluciones prácticas para este problema de la pornografía. A veces somos tan superespirituales que la única solución que se nos ocurre es orar más y leer la Biblia más. O decir “Dios te dará el poder.” Aunque esto es seguramente importante y verdadero, no es la solución completa, y estoy seguro que el que usa pornografía mayormente ya lo ha intentado. ¿Suena escandaloso decir que leer la Biblia y orar no es suficiente para vencer el pecado? Bueno, Jesús mismo recomienda acción práctica para superar el problema de codiciar una mujer, pues el pasaje que ya he señalado en Mateo 5 continúa con:

Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha te hace pecar, córtatela y arrójala. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él vaya al infierno. (Mateo 5:29-30)

Creo que todos nos damos cuenta de que esta es una imagen exagerada usada para resaltar bien el punto: no que practiquemos auto-amputaciones, sino que tomemos pasos extremadamente serios y concretos para no caer en estos pecados, pues al final de la trayectoria de esta práctica se encuentra un destino eterno terrible. Entonces, qué cosa práctica se puede hacer para evitar este pecado. ¿Qué podemos “cortar”? La primera que se me ocurre a mí es el alambre del internet (bueno, algunos tienen el inalámbrico). ¡Si no puedes vencerlo córtalo! Ya sé que hay muchas otras cosas importantes que haces en el Internet, inclusive leer los buenísimos artículos de Biblia.com. Pero ¿Qué es más importante? ¿Estás comprometido a cambiar, sí o no? Mejor cortar el alambre ahora que tienes la mente clara que sentarte esta noche otra vez delante de tu pantalla y batallar con esas emociones tan fuertes que casi siempre te van a ganar. Quizás este artículo es la última cosa que deberías leer en el Internet.

El contexto importa

Tuve una conversación recientemente con el presidente de un seminario en donde todo el campus tenía inalámbrico, inclusive en los dormitorios. Pregunté si controlaban el Internet y me dijo que no, pues el problema de pornografía está en el corazón, no en la situación del individuo. El que quiere ver pornografía, aseveraba, lo hará de todos modos sin respecto a la situación. De una manera u otra encontrará lo que busca. Por un lado estoy de acuerdo. Nadie puede decir “no fue culpa mía; fue culpa de la situación”. La situación no es la que nos hace pecar. Cada uno de nosotros elige lo que hace. Pero por otro lado, me parece un poco crédulo pensar que jóvenes con acceso ilimitado al internet en sus habitaciones no se comportarán diferentemente a lo que harían sin este acceso. ¡No seamos tan abstractos que nos olvidamos de la naturaleza humana! No estoy de acuerdo con que “si lo quieren hacer lo harán de todos modos.” Es que somos más complicados que eso. A veces nuestras acciones sí dependen de las opciones que están disponibles. No nos olvidemos también cuán fácil es ver pornografía en el Internet. Está ahí, tan cerca y tan fascinante.

Imaginemos que antes de la era de Internet nos encontráramos con alguna persona cristiana que en el cajón de su escritorio tenía una pila de revistas pornográficas y que, de acuerdo a él (o ella), nunca las usaba, pero de todos modos por alguna razón las guardaba allí. ¿Qué le diríamos a esta persona? Seguramente algo así: “¿Estás loco? ¿Te estás tentando a ti mismo por alguna perversa razón? ¿Cómo vas a vivir así con esa tentación tan cerca y a tu alcance? ¿No sabes que el deseo sexual es una de las fuerzas más difíciles de controlar en el ser humano?” Tiene sentido esa respuesta ¿no? Creo que sí. Pero en el Internet tenemos una montaña de revistas pornográficas al alcance de nuestros dedos y nadie piensa que esto es loco. ¿Quién podrá resistir esa tentación, hermanos? De acuerdo a las estadísticas, no muchos.

Dice un terapista sexual que hasta el 80% de gente que usa pornografía lo hace de una manera adictiva que afecta a sus relaciones personales y a su trabajo y que antes de descubrir el cibersexo esta gente no tenía ningún problema con adicción sexual (fuente). No me digas que nuestro comportamiento no está relacionado a la disponibilidad de los materiales.

Práctico sin legalismo

Entonces debemos tomar pasos prácticos, pero por otro lado no podemos tampoco crear cercas legalistas demasiado estrictas. Cuando hacemos esto la tendencia humana es siempre reemplazar los conceptos bíblicos de justicia y santidad con nuestra obediencia a las cercas. En este caso, por ejemplo, el tener un filtro de internet que bloquea pornografía puede convertirse en algo moral en sí mismo, y el no tener un filtro en algo que crea alguna duda acerca de tu integridad. El balance a la idea de que la situación sí importa es que nunca podemos controlar la situación por completo y que intentar ese nivel de control en el nombre de pureza espiritual siempre ha engendrado un espíritu amargo, sospechoso y sectariano. Desde esa perspectiva entiendo lo que me decía este hombre del seminario: cercas legalístas no te paran de pecar. El pecado está dentro de ti, como dijo Jesús: “Nada de lo que viene de afuera puede contaminar a una persona. Más bien, lo que sale de la persona es lo que la contamina.” (Marcos 7:15). Y ahí es donde lo debemos enfrentar, no en el exterior. Entonces, cuando yo recomiendo pasos prácticos son sólo eso, ideas específicas para cada situación que pueden ser diferentes para cada uno y no son leyes morales.

Quizás puedo resumir estas dinámicas así: La respuesta no es removernos totalmente de toda posibilidad de pecar. Eso es imposible. ¡Pero tampoco pongamos la fruta prohibida en la mesa antes de cenar! Un poco de balance, hermanos.

Ideas

Las cosas prácticas que podemos hacer para distanciarnos de la pornografía son sinfín, pues varían con las circunstancias. Por ejemplo, que la computadora siempre esté en un lugar bien público. ¿Tienes una oficina? Arregla los muebles para que se pueda ver la pantalla desde la puerta. Mejor todavía: Sácale la puerta si puedes. Un hábito común para los que usan pornografía es hacerlo tarde a la noche cuando el resto de la familia se ha ido a la cama. Entonces, quizás la computadora debería estar en tu cuarto para que no puedas hacer esto, pues ahí está tu esposo y tu esposa. O, si tienes que hacer mucho trabajo en la computadora a la noche, consíguete una mesa con ruedas y pon el Internet en tu cuarto, pero luego para trabajar en otras cosas te llevas la mesa a otro cuarto.

No uses inalámbrico si te ayuda a encontrar un lugar privado donde nadie puede ver lo que estás haciendo. Dile a tu cónyuge que estás tentado en esta área y que necesitas ayuda práctica (no tienes que decirle todo en este momento, solo que te sientes tentado o tentada, pues es la pura verdad). Para el soltero la situación es diferente. Quizás sería bueno no vivir solo o sola. Una cosa que me preocupa es el cibercafé. Estuve en uno en Perú hace unos meses en que cada computadora tenía su propia cabina y era completamente privado. Bueno, obviamente sería bueno evitar ese tipo de cibercafé y encontrar uno en el cual las pantallas son más públicas.

En cuanto a instituciones cristianas con redes y muchos usuarios, una posible solución es crear algún sistema de monitoreo donde se guardan todos los sitios que todos los usuarios han navegado. Cuidado con crear un ambiente hostil o de sospecha. No es realmente necesario que un ser humano monitoree esto estrictamente. El mero hecho de que esta información existe y puede ser investigada será una barrera muy buena, pues ¿quién quiere tomar el riesgo de ser descubierto?

Los diferentes programas que limitan acceso al internet pueden ser útiles y puede ser que en muchas situaciones son exactamente lo debido. Otra estadística dice que la mayoría de jóvenes ve pornografía en el Internet por primera vez entre las edades de 11 y 13 mientras hacen sus tareas, por accidente. Entonces quizás haya una responsabilidad de crear cercas como estas usando programas de filtración. No he podido encontrar programas en español, pero listo aquí algunos en inglés que son gratuitos (si alguien conoce otros por favor mencionar en los comentarios). Por lo general se bloquea contenido para todos los idiomas principales:

OpenDNS, K9 Web Protection, SafeFamilies, B-Gone, Covenant Eyes (cuesta)

Pero estos programas también tienen el problema de que bloquean sitios basados en el uso de palabras y a veces bloquean cosas buenas. También, nadie nunca puede asegurarse de haber bloqueado todo material malo.

Las mejores soluciones son las que nos ayudan a confiar en otros y nos fortalecen para poder sobrepasar la tentación en cualquier situación. La pornografía nos divide con exquisita precisión. Abre un lugar totalmente privado en el cual no tenemos el apoyo de nuestros hermanos y fuera del cual estaremos demasiados avergonzados para pedir ayuda. Entonces creo que lo ideal es tener un amigo o un grupo o algún arreglo personal en el cual podemos ser responsables a un ser humano, hermano o hermana en Cristo.

Condenación y gracia

Si estás metido en este pecado de pornografía hay dos tendencias que debes resistir. Una de ellas es la tentación secundaria de justificar tus acciones. Frecuentemente el uso de la pornografía viene en parte de frustración con la experiencia sexual, sea por ser un joven soltero o por insatisfacción en la relación sexual o emocional del matrimonio. Y muchas veces esa frustración se convierte en una justificación. Por ejemplo,

“es verdad que está mal usar la pornografía. Pero el caso mío es diferente. Yo estoy en una situación en la cual es extremadamente difícil obedecer y por eso no está tan mal. Dios entenderá.”
O, “mi esposa nunca está disponible para mí. ¿Qué voy a hacer? Por lo menos así obtengo la satisfacción que como hombre merezco. No es ideal, pero no es tan malo tampoco. Es parte de mi naturaleza.”
O, “después de todo, es mejor que haga esto que cometa el adulterio en vivo. Realmente me está ayudando a ser más fiel a mi marido.”
Sin negar que quizás tengas razón y que quizás no está bien el tratamiento que recibes de tu cónyuge, o que eres soltero desde hace años y quieres casarte pero no puedes, o alguna otra situación, debes de todos modos reconocer que no está bien usar la pornografía. Son dos cosas separadas. Tus frustraciones, tus desánimos personales – eso es una cosa. Afirmo que son importantes y que debes resolverlos de una manera u otra. Pero el uso de la pornografía es otra cosa totalmente diferente que siempre está mal, sin referencia a tus circunstancias. Es más, si tienes un problema relacional en tu matrimonio la pornografía solo hará las cosas peores. Pues ahora no estás solo comparando a tu esposa o marido con lo que quisieras que fuera, sino con mujeres y hombres totalmente ideales que solo existen en el ciberespacio y en la imaginación sexual del ser humano. Solo estás garantizando que nunca estarás satisfecho en tu situación. Si eres soltero te estás preparando para una brusca sorpresa cuando te cases, pues tu experiencia sexual no será nada como lo que has visto en la pantalla. Tu querida mujer u hombre será un ser humano precioso, no un objeto sexual.

Tú sabes que está mal, no te mientas a ti mismo, no inventes excusas y justificaciones. Acéptalo por lo que es (pecado).  Empéñate en obtener la victoria, pues te está debilitando. Tráelo a Dios y acepta su gracia para cambiar.

Esto me lleva a la segunda tendencia que debes resistir. No te dejes estar tan cargado con este pecado (que es muchas veces difícil de conquistar) que no puedes progresar. No te quedes ahí en el piso como un pedazo de plomo derretido y recongelado. ¿Cuántas veces crees que Dios te perdonará este pecado de usar la pornografía? ¿Dos veces? ¿Siete veces? ¿Treinta veces? Jesús nos dice que nosotros deberíamos perdonar un sinfín de veces (Mateo 18:21-23). ¿Te crees que Dios te perdonará menos veces a ti cuando cometes algún pecado? Su gracia es suficiente para ti. Es suficiente para que crezcas y salgas de esto mientras que también tropiezas y caes y tengas que repasar los mismos pasos otra vez. Dios no se cansa de darnos su gracia y su perdón. No vivas como si fueras condenado, pues no lo estás. La sangre de Cristo te ha limpiado y todavía te limpia. El riesgo no es que Dios deje de perdonarte, sino que el pecado te tuerce y te distorsione tanto que no quieras ya recibir su perdón y su gracia. Es decir, el pecado te puede cambiar a ti (es un riesgo muy serio), pero nunca cambiará a Dios. Él es más misericordioso de lo que sabes y siempre puedes volver a él.

Entonces, está mal y no deberías hacerlo. Pero es solo a la oscura luz de  tu insuficiencia que podrás ver el poder de Dios cada día. Vivir entremedio de estas dos realidades (tu pecado y Su gracia) es quizás la dinámica más difícil y más profunda de la vida espiritual.  Debes trabajar. Debes orar, humillarte, poner tus deseos al lado, debes meditar en las escrituras. Y sobre todo debes pedir la gracia de Dios sin la cual no puedes hacer ninguna de esas cosas. La victoria está a tu alcance, pues está al alcance del Dios que está obrando dentro de tí. Lo que estoy diciendo es:

…lleven a cabo su salvación con temor y temblor, pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.  Háganlo todo sin quejas ni contiendas, para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el firmamento (Filipenses 2:12-15).

Saquémoslo a la luz

Finalmente, hablemos más acerca de esto. Muchas veces un buen sermón acerca de algún problema nos ayuda mucho, pues la próxima vez que se presenta una oportunidad nos acordamos que no estamos solos, que es importante no caer en la tentación, que a otros les importa.

Tareas pastorales

Por buena razón Dios nos ha dado el mandato de predicar la palabra, pues es “útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia.” (2 Timoteo 3:16) Pero ¿cuándo fue la última vez que oíste o predicaste un sermón acerca de la pornografía? Hermanos, esto es real. Está con nosotros, aunque no queramos admitirlo. Debemos sacarlo a la luz, aunque nos duela, o nunca tendremos la victoria. Pastores, les doy el reto: ¡prediquen acerca de esto! Prediquen la ley pero prediquen mayormente la gracia.
En la vida de los cristianos la visualización de pornografía ha consumido ha muchos. Los ha llevado a actos de fornicación, adulterio y todo tipo de perversión. Ha destrozado sus vidas y ha causado un gran daño a los demás. Comenzó con la visualización secreta de imágenes y eventualmente condujo a mentiras, asuntos, la destrucción de su matrimonio y la pérdida de sus hijos.
¿Cómo podría alguien dudar de que la pornografía es pecaminosa? No deja nada más que devastación a su paso.
Hay otra cosa que la Biblia dice sobre los pecados sexuales como la pornografía. Con la confesión a Dios y el arrepentimiento verdadero y profundo, puede ser cubierto por la sangre de Jesucristo. (Efesios 1: 7; 1 Juan 1: 7) El poder de su Cruz puede liberar al pecador, y puede ser liberado de la esclavitud del pecado. (Romanos 6:5-14)
Soli Deo Gloria



martes, 4 de junio de 2019

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La adoración ordenada – CBL 1689

Dios temible en la gran congregación de los santos, y formidable sobre todos cuantos están alrededor de él. Salmo 89:7 

Introducción
¿La adoración corporativa e instrumental en las iglesias de hoy es simplemente una cuestión de preferencia? ¿Muestra la Biblia como debe regularse la música que adoptamos?

Hoy esto nos lleva ver la realidad de muchas Iglesias  que pasan por alto y de ahí  la confusión de muchos en el presente respecto al tema. En la práctica, la música ha estado bajo la influencia de la cultura popular prevaleciente.

Nuestro servicio de adoración debe ser apostólico
Ahora deseo tomar  en este post el nombre de los apóstoles para una mayor presentación de este artículo.

¿Te imaginas a Pablo tocando una guitarra eléctrica, Pedro en la batería y Juan cantando voces? Y un coro completo con los demás apóstoles? Si hubiéramos visitado la Iglesia Primitiva de Roma, Ahí ¿Hay un ministerio (ministro, director) de música? ¿Cómo era el servicio de adoración?


La respuesta es que no hay ministerio de música en la Iglesia Primitiva de Roma, Corinto, Efeso y en las Iglesias de Cristo según las escrituras en el nuevo pacto.

¿Lees en algún lugar de la biblia donde tienen a un grupo de jóvenes separados para que adoren? La respuesta es que  la Biblia no ha cambiado. Y Dios tampoco ha cambiado en cuanto a cómo quiere ser adorado. El servicio de adoración siempre debe ser reverencial, respetuoso, adorador... ¡apostólico!
Entonces, el principio regulador tiene un lugar de  mayor importancia con el Dios de la Biblia.

¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación. 1 Corintios 14:26
Pero hágase todo decentemente y con orden. 1 Corintios 14:40
Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz.  Como en todas las iglesias de los santos. 1 Corintios 14:33 

Cuando lees las escenas de adoración en el Nuevo Testamento, ¿qué encuentras? Encuentras hombres maduros adorando, predicando y enseñando. Eso es apostólico!!!. Entonces…
Nuestro servicio de adoración se compone de una asamblea de adoración, no de un grupo de espectadores en una actuación. El énfasis de nuestro servicio de adoración es la predicación de la palabra de Dios. Eso es lo más importante que debemos hacer. Nuestro servicio de adoración no está diseñado para complacer a los adolescentes y niños. No es un programa. No es una serie de rituales hechos por el hombre.

Toda la congregación está involucrada en el servicio de adoración de principio a fin. Los niños se sientan con sus padres amorosos. Cantando desde el corazón y escuchando la palabra de Dios expuesta por los hombres llamados de Dios. Ese es el servicio de adoración simplista que encontramos en la Biblia con respecto a la iglesia infantil de hoy.

Y llegamos al autor de Hebreos para contemplar e unificar la adoración apostólica de manera práctica y simple del nuevo pacto.

Muchos han sintetizado la teología de la adoración en el Nuevo Testamento como una lucha para los cristianos desde la iglesia primitiva. En particular, la forma en que se produjo la venida, la vida, la muerte y la resurrección de Cristo y, en algunos casos, revolucionó el culto al judaísmo del Antiguo Testamento, ha sido objeto de un debate considerable, y los errores en esta cuestión han llevado a varios errores prácticos, a veces graves. Sin embargo, esta controversia no es algo nuevo. Los creyentes de los primeros años del cristianismo, especialmente los que salieron del judaísmo, tuvieron dificultades para reconciliar la transición entre el culto judío y el culto cristiano. De hecho, la confusión se intensificó hasta tal punto que algunos apostataron del cristianismo a favor de la adoración de su herencia judía. Y el libro de Hebreos funciona como la respuesta suprema del NT a este difícil dilema. Como Peterson sugiere,

Hebreos presenta la teología más completa y totalmente integrada de la adoración en el Nuevo Testamento. Todas las categorías importantes del pensamiento del Antiguo Testamento sobre este tema (santuario, sacrificio, altar, sacerdocio y pacto) están relacionadas con la persona y la obra de Jesucristo.
Por lo tanto, un estudio cuidadoso del mensaje del libro de Hebreos, incluida su bien desarrollada teología de la adoración cristiana, revela que si bien la adoración del NT tiene sus raíces en la revelación del AT, la adoración en y por medio de Jesucristo es superior a la adoración del judaísmo.

Y hoy  en el presente se relativiza a adoración contemporánea o tradicional, dejando la adoración apostólica a un lado escrituralmente. (La adoración que ha sido designada por Dios, hoy es sustituido por una nueva forma de adoración). Cuando el apóstol Pablo simplifica nuestra adoración en su carta a los Filipenses.

Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne. Flp 3:3 

¡Esa es la razón más importante para elegir un lugar de culto domingo tras domingo! Según Jesús, la verdad te hará libre.

La Base Scriptural para el Principio Regulador de Adoración

¿Cómo deberíamos adorar a Dios? Esa es la pregunta que se está considerando en este post. Y creo que la respuesta ya está implícita en nuestra adherencia firme a la Biblia como la palabra inspirada de Dios, y como la única regla infalible de nuestra fe y práctica (CBL 1689). En este artículo voy a intentar demostrar dos cosas de las Escrituras: (1) la primera es el hecho que hay un principio regulador enseñado en las Escrituras, y (2) el segundo es lo que éste principio significa – y cómo debería ser aplicada – hoy, en nuestras iglesias.

A. El Antiguo Testamento
Comenzamos, pues, considerando unos ejemplos de lo que el Antiguo Testamento enseña. 

[1] Y el primero se encuentra en Génesis 4, donde leemos sobre la adoración de Caín y Abel
Este pasaje nos dice que la adoración de Caín fue rechazada por Dios, mientras la de Abel fue recibida.  También nos dice que la razón que Dios rechazo a Caín y recibió Abel no fue simplemente una diferencia entre los dos hermanos.  No fue sólo que algo estaba mal con el actitud subjetiva de Caín, en comparación con el actitud de Abel. También hubo una diferencia vital en el contenido objetivo de su adoración.  Por eso es que Dios tuvo respeto no tan solo a Abel sino también a la ofrenda que él trajo a Jehová. Abel ofreció lo que Dios le plació recibir, mientras que Caín no estaba dispuesto a hacerlo.  La razón de esto, en mi opinión, es que Abel puso atención a la revelación que Dios había dado hasta ese tiempo en la historia, mientras que Caín lo trato ligeramente.  Es posible, por cierto, que Dios dio una revelación directa a Abel.  Pero es más seguro que él actúo sobre la base del mismo dato de relevación que nosotros mismos tenemos en los primeros tres capítulos de Génesis.  Cuando Dios cubrió la desnudez de Adán y Eva con el piel de animales, es evidente que los animales tuvieron que ser muertos primero para este propósito (Gen. 3:21). De esto Abel hubiera concluido que su propia esperanza con Dios fue por el sacrificio de un substituto de muerte. Pero si consideramos el punto de vista de que Abel, dio con la “forma correcta de adoración”, por medio de la intuición, eso nos lleva a la misma conclusión. En el momento en que Dios acepto Abel y su sacrificio—también rechazó a Caín y su ofrenda—por ese mero hecho Él dejó perfectamente en claro,  que la manera aceptable de adoración fue la manera de Abel.  Aunque Caín supo esto, él no estaba dispuesto a adorar a Dios en esa manera aceptable.  No es una exageración en ninguna manera, cuando decimos que esto fue la caída de Caín: él no estuvo dispuesto a limitarse a una manera de adoración que tenía aprobación divina.  Así que vemos un principio bien claro aquí: adoración que no tiene aprobación de Dios es prohibida. 

[2] En  segundo lugar le pido que tomen nota del hecho de que este mismo principio es enseñado en el segundo mandamiento
El segundo mandamiento dice: «No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra: No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos, a los que me aborrecen, Y que hago misericordia en millares a los que me aman, y guardan mis mandamientos.»  En el primer mandamiento Dios declara ser el único Dios verdadero, quién solamente debe de ser adorado. En el segundo Él nos dice «el tipo de adoración con la cual Él debería ser honrado, para  no atrevernos a formar una concepción carnal de Él». En cuanto a esto Calvino ha dicho: «aunque Moisés solamente habla de idolatría (aquí), aún no queda duda que por sinécdoque, tanto como en el resto de la Ley, Él condena todo los servicios ficticios que los hombres en su ingenio han inventado».  
 
[3] Como tercer ejemplo, consideraremos brevemente la construcción del tabernáculo en el tiempo de Moisés
Y aquí permítanme decir, que sería difícil pensar en una forma de dar mayor peso a este principio, lo que encontramos en la narración de la revelación de –y preparación de –la adoración de Dios por parte del pueblo del Antiguo Testamento.  (1) Cada estudiante de los cinco libros de Moisés sabe  que detallada fue esa revelación.  No es una exageración decir que cada aspecto de  la construcción del tabernáculo fue prescrito por Dios, y que nada fue dejado a la imaginación del hombre. ¿No dijo Dios a Moisés: «Y mira, y hazlos –y con ‘hazlos’ Él entiende cada cosa en el Tabernáculo—conforme a su modelo, que te ha sido mostrado en el monte»? [Ex. 25:40]   Es cierto, por supuesto, que Dios hizo uso de los  hombres en la construcción del Tabernáculo.  Pero, no es cierto, como es comúnmente asumido que el Tabernáculo fue un producto creativo meramente natural y un impulso artístico del pueblo de Dios para construirlo. Sin duda estos hombres tuvieron un talento creativo natural. Pero eso no fue suficiente; la Biblia está bien clara de eso.

Las cosas que pasaron dentro del Tabernáculo fueron producidas (como la misma Biblia) por revelación especial divina: «Mira, yo he llamado por su nombre á Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; Y lo he henchido de espíritu de Dios, en sabiduría, y en inteligencia, y en ciencia, y en todo artificio, Para inventar diseños, para trabajar en oro, y en plata, y en metal, Y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para obrar en toda suerte de labor. Y he aquí que yo he puesto con él á Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan: y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado... harán conforme a todo lo que te he mandado.» [Ex. 31:2-11].  Que lejos esta esto del argumento que tanto se escucha hoy día, al efecto que ‘obra de arte’ en el Tabernáculo de Moisés. La verdad es que no hubo ‘obra de arte’ en el Tabernáculo, a menos que por ‘obra de arte’ signifiquemos una clase única inspirada e infalible, y esa clase de arte no se da más.

Lo que hemos dicho sobre el Tabernáculo también era cierto del Templo más elaborado. Nada fue dejado a las innovaciones del hombre. Cuando « David dio a Salomón su hijo la traza del pórtico, y de sus casas, y de sus oficinas, y de sus salas, y de sus recámaras, y de la casa del propiciatorio» (1 Crónicas 28:11) no hubo nada en esto de su propio innovación. Al contrario, «Todas estas cosas, dijo David, se me han representado por la mano de Jehová que me hizo entender todas las obras del diseño.»

Ahora ¿Por qué es esto tan importante? ¿Por qué todo tuvo que ajustarse a un modelo revelado primero a Moisés, y más adelante a David? La razón es evidente: No adorarán a Dios de ninguna otra manera que como Él ha ordenado. Como dijo Calvino una vez: «No estoy consciente de lo difícil que es de persuadir el mundo que Dios rechaza e incluso abomina cada cosa referente a su adoración que sea ideada por razón humana.» Pero la verdad es que «no hay nada más peligroso a nuestra salvación que una adoración de Dios absurda y perversa.»

[4] Encontramos otro pasaje instructivo en Levítico 10 – en la historia de Nadab y Abiú, los hijos de Aarón
Ellos murieron, leemos, cuando «salió fuego de delante de Jehová que los quemó» (Lev. 10:2).  ¿Y por qué sucedió esto? Las Escrituras dicen que sucedió por qué ellos  «ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó» (v.1). Ahora, no dice que esto paso porque ellos no fueron sinceros – o porque a ellos les faltaban ‘buenas intenciones’; ni dice que sucedió porque ellos hicieron algo que Dios había expresamente prohibido. No, lo que dice es que ellos hicieron esto sin antes asegurarse primero de que tenían una orden para hacerlo. Y tiene como su fin el enseñarnos que la adoración que no es mandado por Dios mismo es, por consecuencia, prohibida. 

[5] Y en cuanto a la rebelión de Coré
Moisés y Aarón fueron designados por el Señor para mediar entre Dios y Su pueblo. Pero Coré –y los que le siguieron—no les gusto está designación exclusiva.  Ellos quisieron soltarse de esta idea ‘estrecha’ que solamente había un camino correcto; a saber, el camino que Dios ha designado.  Así que ellos se rebelaron contra esta restricción. Pero el resulto bien conocido muestra, otra vez, que ofensivo fue esto a Jehová.

Tras todo el Antiguo Testamento encontramos prueba abundante de la magnitud de esta maldad: cada vez que los hombres no estaban satisfechos de alabar a Dios en la manera designada por Él—cada vez que ellos trajeron sus propias innovaciones—Dios siempre  ha dejado perfectamente claro que Él estaba disgustado grandemente con la adoración de ellos.

[6] Tomen al Rey Saúl, por ejemplo
Saúl no tenía ninguna autorización, de Dios, de participar de la función sacerdotal (1 Sam. 13:11 FF). Aun así afirmó, debido a la presión de la circunstancia, que él se sintió esforzado «…pues, y ofrecí holocausto» en Gilgal (V. 12). Bien puede ser, por lo que sabemos, que él actúo con lo que hoy muchos llamarían ‘lo mejor de las intenciones.’ Con todo esto sabemos que Dios lo encontró ofensivo. Samuel  le dijo  «Locamente has hecho» porque no se limitó a lo que Dios había ordenado (V. 13). Fue, de hecho, debido a esto que Dios quitó el reino de Saúl y se lo dio a David (V. 14). ¿No hace esto perfectamente claro que éste principio tiene un lugar de  mayor importancia con el Dios de la Biblia?

[7] Y considere lo que le paso a Uza
Cuando David intentó primero  traer el arca, descuidada por un gran tiempo, a Jerusalén, los bueyes se tropezaron de repente. En ese momento Uza extendió su mano para estabilizar el arca con el fin de evitar que se caiga.  Eso es muy natural, puede ser que estemos inclinados para decir, y una acción inocente. Pero la Escritura dice que «é hiriólo allí Dios por aquella temeridad» (2 Sam. 6: 7). No podemos encontrar la razón atrayente, pero se indica claramente en la Escritura. Uza murió porque--como David explica más adelante-- «por cuanto no le buscamos según la ordenanza» (1 Cron. 15:13). Sucedió, es decir, porque fallaron en no preocuparse con lo que Dios había ordenado expresamente. Pero qué diferente fue cuando «los hijos de los Levitas trajeron el arca de Dios… como lo había mandado Moisés conforme a la palabra de Jehová» (1 Cron. 15:15). Vemos otra vez el mismo principio revelado claramente: lo que no es mandado por Dios es prohibido. 

[8] Y considere al Rey Jeroboam
Cuando llego ser rey, él quiso consolidar su asimiento sobre los diez tribus que se rebelaron contra la casa de David. Y para ello las Escrituras dicen que «ordenó» o «instituyó» una clase de adoración que «él había inventado de su corazón» (1 Reyes 12:32,33). Por esta razón un hombre de Dios fue enviado de Judá para denunciar esta adoración desautorizada. Y eso no es todo, porque Jeroboam siempre es mencionado, después de ese tiempo, de ser la persona que «hizo» pecar a Israel como sociedad corporal (1 Reyes 15:30). No exageramos, pues, cuando decimos que ésta era la fuente de la cual vino la última caída de Israel.  La adoración que había sido designada por Dios fue sustituida por una nueva forma de adoración.  Era adoración no ordenada por Dios, y por lo tanto fue prohibido.

[9] Y recuerde el pecado del rey Uzías
Las Escrituras dicen que «entrando en el templo de Jehová para quemar sahumerios en el altar del perfume» (2 Cron. 26:16).  Azarías el sumo sacerdote intervino valerosamente para oponerse al acto de la adoración inventada de Uzías. Y fue justificado por la intervención de Dios, porque el rey fue inmediatamente golpeado con la lepra, como muestra del juicio de Dios. Una vez más está claro que lo qué no es ordenado por Dios es un aborrecimiento para Él.

[10] Y luego esta el rey Acaz.
La Biblia dice que Acaz «Quemó también perfume en el valle de los hijos de Hinnom, y quemó sus hijos por fuego, conforme a las abominaciones de las gentes que Jehová había echado delante de los hijos de Israel» (2 Crónicas 28:3).  Lo que probablemente nos hace encoger, mientras que leemos esta historia, es que éstos eran pequeños niños desamparados. Pero ésa no era la razón principal por la que esta práctica fue condenada por el Señor, según Jeremías el profeta. No, la primera razón-que es mucho más importante-es indicado de esta manera por el profeta: «Y han edificado los altos de Topheth, que es en el valle del hijo de Hinnom, para quemar al fuego sus hijos y sus hijas, cosa que yo no les mandé, ni subió en mi corazón» (Jer. 7:31).  ¿Cómo puede Dios hacerlo más claro? Adoración que no es ordenada por Dios es por consecuencia prohibida.

Aquí, entonces, está el principio uniforme enseñado en las Escrituras del Antiguo Testamento, resumidas en estas palabras de Moisés: «No añadiréis á la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno» (Deut. 4:2). Esto se aplica al conjunto de nuestras vidas, por supuesto, y no solamente a la esfera de la adoración. Pero en ninguna otra parte está como vital, como está en esta esfera, de excluir cada invención humana.

B. El Nuevo Testamento

Pero la pregunta que debemos considerar ahora es ésta: ¿es esto también la doctrina del Nuevo Testamento?

[1] Quiero comenzar con las palabras de Jesucristo mismo, concerniente a la tradición Judía
Él denuncio a los escribas y a los Fariseos  porque  «bien invalidaban el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición» (Mc. 7: 9). Y debido a este hecho nuestro Señor siguió hablando referente a Su adoración: «Este pueblo con los labios me honra, Mas su corazón lejos está de mí. Y en vano me honra, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres» (Mc. 7:6,7 [citado de Jeremías 29:13]). No hay duda que esto fue ofensivo a ellos. Pero eso no es lo qué importa. Lo que importa es que Dios fue ofendido. Y según Jesucristo la causa de la ofensa era doble en naturaleza: (1) primero, se había puesto a un lado lo qué Dios había ordenado, y [2] en segundo lugar, había una rito diligente de algo qué no fue ordenado por Dios; a saber, tradiciones artificiales hechas por el hombre. Vemos, pues, que incluso las tradiciones que se estiman altamente entre hombres son ofensivas a Dios a menos que sean lo que Él ha ordenado.  

[2] El Segundo ejemplo que quiero considerar es Cristo y la mujer samaritana
Nadie nunca ha expuesto el principio regulador con más fuerza y claridad que Jesucristo lo hizo, en su encuentro con la mujer samaritana (Juan 4:22-26). Aquí, como Calvino señala, nuestro Señor «divide el tema en dos porciones. Primero, Él condena las formas de adorar a Dios que los samaritanos utilizaban como supersticiosas y falsas, y declara que la forma aceptable y justa estaba con los judíos. Y Él pone la razón de la diferencia que los judíos recibieron garantía de la palabra de Dios sobre Su adoración, mientras que los samaritanos no tenían ninguna certeza de los labios de Dios. En segundo lugar, Él declara que las ceremonias observadas hasta ahora por los judíos pronto serían terminadas.» Respecto al primer punto-donde nuestro Señor les dijo «ustedes samaritanos adoran lo que no sabéis» - Calvino hace esta conclusión: «todas las supuestas buenas intenciones son golpeadas por este rayo, que nos dice que los hombres no pueden hacer nada sino errar cuando se dirigen por su propia opinión, sin la Palabra o el mandato de Dios.» Entonces se va al segundo punto, diciendo: «diferenciamos de los padres solamente en la forma exterior [de adoración], porque en su adoración de Dios [en tiempos del Antiguo Testamento] estuvieron limitadas a las ceremonias que fueron suprimidas por la venida de Cristo.» Así pues, si preguntamos lo que significa adorar a Dios «en espíritu y en verdad» esto es la respuesta de Calvino: «es quitar las cubiertas de las ceremonias antiguas y conservar simplemente lo que es espiritual en la adoración…» El problema es que «puesto que los hombres son carnales...se placen de hacer lo que corresponde a sus naturalezas. Eso es porqué inventan muchas cosas en la adoración de Dios…[cuando] ellos deben considerar que están tratando con Dios, que no más está de acuerdo con lo carnal que el fuego lo hace con el agua.»  Para adorar a Dios en espíritu y en verdad, entonces, es adorar a Dios de la manera que él ahora nos ordena. Y «es simplemente insoportable» como Calvino dice, «que la regla colocada por Cristo debe ser violada.» Los que quieran adorar al Dios verdadero, aceptablemente, deben hacerlo tan en espíritu y en verdad-porque eso, y solamente eso, es lo que Él ha ordenado.

[3] Considera la gran comisión
El principio regulador está claramente implícito en estas palabras de Jesucristo: «Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.  Por tanto, id, y doctrinad…bautizándolos… Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado» (Mateo 28:18-20). Esto en nuestra opinión, es exactamente lo que hicieron los apóstoles. Enseñaron lo qué Cristo les había ordenado, no qué Él había ordenado más sus propias invenciones. Sabiendo que toda la autoridad perteneció a Él, sabían que no había lugar para sus propias innovaciones. En las palabras de Calvino, «Él envía a los apóstoles con esta reserva, que no presentarán a sus propias invenciones, sino que entreguen puramente y fielmente, de mano a mano (como decimos), lo que Él les había confiado.» Ahora por supuesto podemos decir que estas palabras se aplican a nuestra existencia entera como cristianos. Pero el punto es que nada es de mayor interés a Dios que la adoración que Él ha ordenado.

[4] La vista de Pablo de las Escrituras
Este principio también se implica claramente en la vista de Pablo de las Escrituras: «Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia, Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra.» (2 Ti. 3:16,17). No es nuestro argumento que cuando Pablo escribió estas palabras él pensaba, específicamente, sobre la adoración. Pero es seguramente evidente que la declaración del apóstol no sería verdad si hay cualquier aspecto de la adoración que no es claramente-y enteramente-revelado a nosotros en la Biblia.

No hay necesidad de elaborar el punto. Pero, quizás, no será superfluo considerar brevemente lo que hicieron los apóstoles en la iglesia apostólica cuando este principio fue desatendido, o amenazado.

[5] La reprimenda de Pablo a los gálatas
En la carta de Pablo a los gálatas hay una mención clara de la adoración desautorizada.  «Más ahora, habiendo conocido a Dios, o más bien, siendo conocidos de Dios, ¿cómo os volvéis de nuevo á los flacos y pobres rudimentos, en los cuales queréis volver á servir? Guardáis los días, y los meses, y los tiempos, y los años.  Temo de vosotros, que no haya trabajado en vano en vosotros.» (Gal. 4:9-11)  La gente a quien Pablo escribió esta carta observaba probablemente los días y las estaciones especiales designadas por Dios en el sistema ceremonial del Antiguo Testamento (Ex. 23:14-17, 34:18, etc.). Pero, si ése es el caso, solamente hace la fuerza de la objeción del apóstol todo el más fuerte cuando está aplicado a los días especiales que Dios nunca ordenó. Cuando vino Cristo el sistema ceremonial del Antiguo Testamento de adoración fue reemplazado. Fueron incluidos en esto los días sagrados anuales, e incluso los sábados judíos. Para que los gálatas siguieran celebrando estos días era actuar como si todavía esperaban el advenimiento del Mesías. Y ustedes pueden ver el uso. ¿Si el apóstol miró la necesidad de decir esto a la gente que continuaba observando a los días que habían sido ordenado antes, pero ahora obsoleto, qué diría él a la gente, hoy en día, que observan los días santos especiales que nunca ordenó Dios?

A este punto necesitamos fijarnos de lo que dijo Pablo sobre esto en Romanos 14. Aquí el apóstol dio instrucciones al fuerte para ser paciente con el débil, porque el débil todavía no entendía la libertad que él tenía en Jesucristo. De hecho ellos ya no más estaban bajo cualquier obligación de observar incluso los días especiales que Dios había, hace una vez, designado a través de Moisés. Pero el problema era que algunos de los miembros de la iglesia en Roma todavía no entendían esto. Y, mientras que fuera solamente un miembro particular de la iglesia que fue afligida con esta debilidad lamentable, Pablo estaba dispuesto de ser paciente con él. Él estaba dispuesto, es decir para tolerar en membresía de la iglesia a una persona quien sentía obligado-por tener una conciencia mal informada – de observar éstos días. En Gálatas 4, sin embargo, el apóstol tenía una diversa preocupación en vista. En este caso la iglesia en conjunto se había sometido a un yugo de esclavitud. La iglesia de los Gálatas, como congregación, se había rendido a las demandas ‘del débil’ observando estos días de una manera institucional. Y cuando sucedió esto el apóstol era muy inflexible en su oposición. La razón es que es incorrecto que la iglesia haga una parte de su adoración corporativa a cualquier cosa que Cristo no ha mandado. Es una cosa, decir, tolerar la debilidad en miembros individuales. Pero es otra cosa cuando esta opinión errante es impuesta sobre toda la congregación. [Aún esto es exactamente lo que vemos hoy en día en la mayoría de las iglesias reformadas.]

[6] La advertencia de Pablo a los Colosenses
Consideren también la iglesia de Colosas. A esta iglesia el apóstol escribió: «Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva luna, ó de sábados» (2:16).  Él también los advirtió para no ser estafados por los que intentaron inducirles en delicias «afectando humildad y culto á los ángeles» (2:18).  «Tales cosas» dice Pablo «tienen á la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario» (v.23). Aquí, otra vez, tenemos un uso del principio que dice que ‘lo qué no es ordenado por lo tanto es prohibido.’

[7] El libro de Hebreos
El libro entero de Hebreos es, entre otras cosas, una extendida aplicación del principio regulador. Sostiene que el sistema entero de adoración, ordenado por Dios bajo la administración Mosaico del pacto de Dios, es ahora obsoleto (8:13). ¿Y qué tenemos en su lugar?  La respuesta es que tenemos ‘lo auténtico’ - no las viejas «copias» de cosas divinas, sino “las cosas divinas mismas” (9:23).  En cuanto que la gente de Dios, en la época de Moisés, vino a una montaña terrestre (12:18), nosotros «venimos al monte Sión… la ciudad del Dios vivo… la Jerusalén divina» y así sucesivamente (12:23).  La iglesia de hoy, es decir, tiene que vivir en el reino de realidades divinas, y ya no más en el reino del simbolismo vago.  ¿Qué pensaríamos de una madre que descuida a su propio bebé real para subir al ático para jugar con las muñecas de su niñez?  Y eso es exactamente lo que estamos viendo en muchos denominaciones reformadas que hace tiempo fueron firmes –en cuanto ellos vuelven a los elementos débiles y mezquinos de la adoración ceremonial y simbólica.  Como creyentes bajo el Nuevo Testamento nosotros tenemos que adorar en la esfera del ‘espíritu y de verdad’, no en la esfera de lo material y representativo, como nuestros hermanos y hermanas del Antiguo Testamento hicieron.

Muchas iglesias de hoy, que se llaman reformados, están clamando  para una vuelta a la adoración ceremonial. Llaman a esto el ‘renacimiento litúrgico.’ Si tales iglesias fueran realmente serias en su demanda de ser bíblicas, serían bastante constantes de ir hasta el final, adoptando el sistema entero del Antiguo Testamento.  Entonces tendrían un coro compuesto de gente de la tribu de Levi.  Recolectarían a una orquesta entera en vez de una combinación de su propia opción.  E incluso abogarían la reconstrucción del templo de Jerusalén. Y, si lo hicieran, podríamos por lo menos respetarlos por ser constantes. Pero, por supuesto, la verdad es que estos ‘elementos débiles y mezquinos’ de la adoración ceremonial del Antiguo Testamento no tienen ningún lugar legítimo en la iglesia del nuevo convenio. No necesitamos los coros, las orquestas, las batas púrpuras, las velas, el incienso, el baile, o el funcionamiento dramático. ¿Por qué?  Porque estas representaciones vagas solamente son obstáculos de la realidad de nuestro privilegio tras el Nuevo Testamento; el privilegio de ir en cada día del Señor—en la observancia fiel de los ejercicios ordenados de la adoración de  Dios—directamente dentro los lugares divinos y a la presencia de Jesucristo.  Qué el Señor restablezca y reforme Su iglesia otra vez de modo que pare de volverse a lo débil y mezquino, y vuelva a la simplicidad y a la belleza de la adoración espiritual.

¿Cuál debe ser nuestra actitud frente a éste privilegio impresionante? ¿Estamos con la libertad de hacer como nos place, de formar nuestro propio ‘estilo’ de adoración, mientras que el pueblo de Dios en los tiempos del Antiguo Testamento tenían que estar seguros que adoraban a Dios solamente como Él mandó?  No, la verdad se ubica en la dirección opuesta: nosotros-sobre todo-deberíamos aborrecer y rechazar todas estas innovaciones.  ¿Qué no es esto la base del siguiente advertimiento? «Mirad que no desechéis al que habla.  Porque si aquellos no escaparon que desecharon al que hablaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháramos al que habla de los cielos…Así que, tomando el reino inmóvil, retengamos la gracia por la cual sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; Porque nuestro Dios es fuego consumidor» (Heb. 12: 25, 28, 29). Si nos atrevemos a inventar nuestra propia manera de adoración, cuando Dios nos ha dicho del cielo lo que Él requiere de nosotros, nuestro pecado será muy mayor que el de los Israelitas bajo el antiguo administración del convenio. La manera de adoración bajo el nuevo convenio ahora ha sido instituida por Jesucristo.  A diferencia de la adoración del antiguo convenio, nunca será reemplazada hasta que nuestro Señor vuelva.  ¡Qué atrevido y audaz sería, pues, para cualquiera de nosotros de suponer cambiar lo que Él ha ordenado!
Soli Deo Gloria



martes, 30 de abril de 2019

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El Pacto de Redención entre el Padre y el Hijo

Por tanto, yo le daré parte con los grandes y con los fuertes repartirá despojos, porque derramó su alma hasta la muerte y con los transgresores fue contado, llevando El el pecado de muchos, e intercediendo por los transgresores. Is. 53:12 

Isaías 53 es uno de los grandes capítulos de la Biblia. Muchos se han convertido leyendo esta profecía, incluyendo el eunuco de Etiopía (Hch. 8:30-37).
En el v. 12 hay tres cosas que debemos notar:

Introducción
DEL PACTO DE DIOS -  Teología del Pacto Bautista de la CBL de 1689 (Cap. 7).

¿Qué es la teología del pacto? ¿Cuántos pactos tiene la Biblia y cuáles son estos? ¿Cuál es el entendimiento de los pactos de los bautistas reformados?

La teología del pacto nos ayuda a ver la historia de toda la Biblia. La teología del pacto une al pueblo de Dios y su propósito. La teología del pacto cree que el pacto es el marco mediante el cual se entiende la Biblia y que Dios ha establecido para lograr su propósito con el mundo.

La teología del pacto (también conocida como pactismo, teología federal o federalismo) es una descripción conceptual calvinista y un marco interpretativo para comprender el flujo general de la Biblia. Utiliza el concepto teológico de pacto como principio organizador de la teología cristiana. La descripción estándar de la teología del pacto contempla la historia de los tratos de Dios con la humanidad, desde la creación hasta la caída y la redención hasta la consumación, en el marco de los tres pactos teológicos generales vemos el pacto de redención, el de las obras y el pacto de gracia.

Según Isaías veamos…

I. La Obra de Cristo: "derramó su vida hasta la muerte ... habiendo Él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores".

II. La Recompensa de Cristo: "Yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartiré despojos".

III. La Relación entre ambas cosas: "por cuanto ".

La obra de redención se efectuó sobre la  base de un pacto entre Dios el Padre y Dios el Hijo; un pacto establecido en la eternidad.

El pacto􀀻 del que hablamos no es el Nuevo Pacto porque ese fue establecido entre establecido Dios y entre nosotros. El pacto del que estamos hablando es un pacto diferente establecido entre las dos Personas de la Trinidad. El Nuevo Pacto requiere de nosotros fe; el pacto entre el Padre y el Hijo requirió el derramamiento de la sangre de Cristo.

Una vez más considerando la revelación celestial en las escrituras que sellan el acuerdo de un pacto entre el Padre y el Hijo antes de la creación del mundo para la redención de los pecadores elegidos. Revisaremos el plan de salvación desde antes de la fundación del mundo como un legado pactal del Padre al Hijo. El Padre en su eterno consejo divino confió al Hijo la obra de la redención y prometió recompensarlo por su obra en la tierra. Esto requirió la encarnación y los sufrimientos de Cristo, y como nuestro Señor fue obediente, fue recompensado por su obra.

Este pacto es presentado en Isaías 49 en la forma de un dialogo entre el Padre y el Hijo (Ver. v. 6). Para entender mejor ese pacto debemos notar los siguientes puntos.

1. Las personas que entablan el Pacto. Son grandes personas: Dios el Padre, quien exige la satisfacción por el pecado de los hombres, y Dios el Hijo, quién se encarga de ofrecerla. El Espíritu es responsable por aplicar los resultados de ese pacto a los seres humanos.

2. El Propósito del Pacto. Lograr la salvación de un número incontable de pecadores. La  tarea que tenían por delante era cómo hacerlo sin minar la justicia de Dios.

3. La Naturaleza del Pacto. Fue por medio de compromisos hechos por cada  Persona de la Trinidad. El Padre se comprometió sostener al Hijo (Is. 42: 1). El Hijo se comprometió obedecer al Padre (Is. 50:5). El Espíritu Santo se comprometió aplicar la obra de Cristo a los pecadores.

4. Los Acuerdos Particulares.

a. El Compromiso del Padre

I. Otorgar al Hijo tres títulos y ungirle para un triple oficio: Profeta (Is. 42:6-7; 61:1), Sacerdote (Sal. 110:4; Heb. 7:16-17, 24-25) y Rey (Sal. 2:6-8).

II. Dado a que el trabajo que tenía que hacer era tremendamente difícil, el Padre se comprometió darle al Hijo la fortaleza espiritual necesaria (Is. 42:5-7). La humanidad de Cristo necesitaba nada menos que el fortalecimiento del Dios omnipotente. El Padre le concedió esa ayuda por medio del Espíritu Santo, que vino sobre Cristo en una forma nueva de su bautismo, juntamente con ciertas palabras de aliento espiritual (Lc. 3:22). En momentos de gran tentación, el Padre envió a sus ángeles para animar a Cristo (Mt. 4:11; Lc. 22:43). Y en el momento de su muerte, el Señor fue fortalecido espiritualmente por el Espíritu Santo (Heb. 9:14).

III. Además, el Padre prometió al Hijo que sería victorioso en Su trabajo (Is. 53: 10).

IV. También prometió exaltar al Hijo grandemente por Su obra de redención (Fil. 2:9-11). Ese fue parte del gozo que el Padre colocó delante del Señor (Heb. 12:2).

b. El Compromiso del Hijo

I. El Hijo se comprometió obedecer al Padre en todo (Is. 50:5-7; Sal. 40:6-10).

II. Se encarnó, tomando forma de hombre, en el cual cumplió toda justicia (Mt. 3: 15) y glorificó al Padre (Jn. 17:4).

III. En obediencia al Padre, el Hijo dedicó Su vida a enseñar a los seres humanos, mostrándoles el amor de Dios en forma práctica (Jn. 17:19).

IV. Finamente, el Hijo entregó su vida en la cruz, asumiendo la responsabilidadad de pagar completamente el pecado de aquellas personas a quienes el Padre le encargó salvar. Cristo dijo, ''pongo mi vida por mis ovejas” (Jn. 10:11, 15). ¿Por cuáles ovejas? Por las  ovejas que el Padre le dio para salvar (Jn. 10:26-29; 17·6;  9, 11, 24).

Si preguntamos, ¿cuándo fue establecido este pacto entre el Padre y el Hijo?, la respuesta sería: En la eternidad (2 Ti. 1:9; 1 Pe. 1:19-20).

Soli Deo Gloria