
Escondes tu rostro, se turban; les
quitas el aliento, expiran, y vuelven al polvo. (Salmo 104:29)
El aliento de todos es del Señor; se lo
da a sus criaturas, y cuando lo desea, se lo quita; y cuando lo hace, mueren y
vuelven a ser polvo.
(heb., maweth, gr. thanatos, nekros).
Tanto...