¿QUÉ ES UNA IGLESIA
BÍBLICA DE SANA DOCTRINA, O DOCTRINA “REFORMADA”?
Las iglesias
de doctrina reformada vienen desde la Reforma protestante del siglo XVI.
En aquél tiempo Dios levantó iglesias y hombres que volvieran a la pureza
del evangelio en la salvación por gracia, denunciando a la iglesia católica, que
mantenía a las personas bajo la superstición y la ignorancia.
Estas iglesias desarrollaron confesiones de fe históricas, es decir que
redactaron los principios bíblicos que debe tener la iglesia del Señor. Una de
esta rama, fueron los “bautistas reformados” como es nuestra iglesia. Un
predicador famoso del siglo XIX llamado Charles Spurgeon decía:
“Llegará
el día que no habrá pastores ministrando a las ovejas, sino habrá payasos
entreteniendo a las cabras”
Eso
es exactamente lo que pasa hoy en día, la casa del Señor es un centro de
entretenimiento, y no el lugar de adoración a un Dios soberano.
¿CUÁLES SON LAS CARACTERÍSTICAS DE UNA IGLESIA
BÍBLICA?
ADORACIÓN
BÍBLICA
Creemos
que la adoración a Dios está regulada por la misma Palabra de Él, es decir, la Biblia.
No podemos adorar a Dios de la manera que nosotros inventemos o queramos. En
las iglesias de hoy, reina el mundanalismo, en una música carente de
profundidad bíblica, con un énfasis en los ritmos. Muchas iglesias “llaman
adoración” a entrar en un “trance místico”. Por el contrario la verdadera
adoración, ocupa un lugar preponderante en el entendimiento (y no solo en el
sentimiento). El Salmo 47:7 no insta a cantar con inteligencia. En la ICBR
tenemos una diversidad de canciones, salmos e himnos. Los “filtros” por los
cuales pasa toda la música de adoración en nuestra iglesia son tres:
1)
Que la letra se doctrinalmente correcta y rica en enseñanza
2)
Que sean canciones donde el centro sea Cristo y no el hombre
3)
Que la melodía, si bien puede ser contemporánea en su estructura, se diferencie
de la música mundana.
La
música es el “arte de combinar los sonidos” y esto debe tenerse en cuenta para
dar lo mejor a Dios con excelencia, a diferencia del mundo que acentúa el ritmo
y la sensualidad en sus canciones. Como bautistas reformados creemos que la
Escritura es clara que la “adoración regulada” no es sólo cantar salmos, sino
la variedad descrita en la Biblia: salmos, himnos, canciones
espirituales (Efesios 5:19, Colosenses 3:16). Si bien cantamos himnos
antiguos, a la vez cantamos himnos con melodías más contemporáneas. No creemos
que la “antigüedad” santifique los himnos. Muchos consideran que porque una
canción tiene 200 años es más santa. Hay himnos antiguos con serios errores
doctrinales. Si tenemos en cuenta los tres puntos mencionados, la Iglesia
encontrará en cada época canciones que exalten a Dios en letra y música de
forma reverente. No exaltando a la carne, pero tampoco apagando el Espíritu.
Recomendamos leer este artículo: ¿Es la adoración a Dios sólo música?
MEMBRESÍA
Y COMUNIÓN
La
iglesia no es un club donde se reúne gente de acuerdo a sus “gustos
particulares”. Tampoco es una una organización humana con el propósito de hacer
cosas buenas. La iglesia es el cuerpo de Cristo, la esposa de él, la cual ganó
por su propia sangre (Hechos 20:28 – Efesios 5:25). La entrada a la membresía
de la iglesia la da haber nacido de nuevo en Cristo, y dar un testimonio acorde
a la fe que se profesa (Mateo 7:16). La forma de testificar de haber creído en
Cristo como Salvador, se tiene que evidenciar por medio del mandato bíblico del
bautismo por inmersión. Otras personas (de buen testimonio cristiano y
previamente bautizadas) se pueden unir a la membresía de la iglesia. Es
necesario que cada miembro comprenda previamente qué doctrinas cree la iglesia,
para lo cual se da en una enseñanza breve. La iglesia es columna y apoyo de la
verdad (1Timoteo 3:15) y cada miembro debe ser un pilar con esa aspiración. La
comunión de los miembros se define dentro y fuera de la iglesia, ¿cómo?
Interesándonos y ayudándonos uno a otros, compartiendo actividades,
orando y compartiendo la Palabra juntos. Somos en Cristo la familia de la
fe, para estimularnos unos a otras en la carrera cristiana (Hebreos 10:24). El
día domingo, el día “del Señor”, es el día de su pueblo. Muchas iglesias
actuales y creyentes menosprecian ese día como “un día más”. La doctrina
reformada siempre ha rescatado este día como un día especial para la adoración,
la predicación de la Biblia y la celebración de la “Cena del Señor”. La
comunión también se extiendo con otros hermanos en la fe que sostengan las
mismas doctrinas fundamentales de la Palabra de Dios. Esto se logra con
actividades conjuntas, campamentos, conferencias, o simples visitas como
iglesia. No podemos tener comunión “con cualquier iglesia”, hay que discernir
que sea una iglesia fundamentada en la Biblia. También evitamos cualquier
“sectarismo” de aislarnos y creernos los “dueños de la verdad, o no compartir
nada con otros, por celos que muchas veces se disfrazan de piedad. Cuidamos que
los miembros de la iglesia tengan una comunión sana dentro de la iglesia, pero
también que tengan en cuenta una comunión sana con otros hermanos en Cristo
fuera de la iglesia local. Esto es sano, y es bíblico, ya que va acorde a la
oración del Señor Jesús en Juan capítulo 17.
EVANGELIZACIÓN
Creemos
de acuerdo a nuestra declaración de fe, que el fin del hombre es glorificar a
Dios y disfrutar de él para siempre. Esto es posible gracias a la redención de
su pueblo efectuada por Cristo en la cruz. El mandato para la iglesia es “ir y
predicar el evangelio por todo el mundo”. (Mateo 28:19 -Marcos 16:15). Quizá
muchos no puedan viajar por todo el mundo, pero sí debemos predicar el
evangelio en la ciudad donde Dios ha constituido a nuestra iglesia local. Es verdad
que gracias a Internet se puede llegar a muchas partes del mundo con el mensaje
del evangelio, no obstante, la iglesia local tiene un compromiso de evangelizar
a su comunidad. Esto se hace de forma personal tanto como grupal (la iglesia).
Mucha gente hoy se preocupa por “asistir a una iglesia” pero no por
“servir en la iglesia”. El llamado de Dios para su iglesia no es la de
ocupar un asiento cada domingo solamente para ser alimentada de forma
“indefinida”. La intención es fortalecer la fe de los creyentes para que estos
prediquen a las almas el evangelio de salvación.
CONCLUSIÓN:
¿ES NECESARIO SER PARTE DE UNA IGLESIA LOCAL?
Si
usted en un verdadero creyente en Jesucristo, la respuesta es sí. Dios no salva
a los creyentes para que estos queden aislados. Él los puso en un cuerpo (y eso
incluye una iglesia local) y estos tienen que dar gracias a Dios por eso
(Colosenses 3:15). No importa qué lejos quede, o cuantos colectivos necesite
para viajar a la iglesia. Si estuviéramos enfermos, y necesitáramos de un
tratamiento que se brinda en determinado hospital, ¿acaso no viajaríamos una o
dos hora para hacernos atender? Nos parece que asistir a una iglesia donde
se predique una enseñanza sólida de la Biblia, es más importante que un
hospital. Nuestra salud espiritual es más importante que nuestra salud
física, pues tiene trascendencia eterna. Aquella persona que define su
asistencia a una iglesia “porque simplemente le queda cerca” (y no considera si
lo que se enseña es correctamente a la luz de la Biblia), está
priorizando su comodidad por encima de una búsqueda sincera de la voluntad de
Dios.
¡Hoy
mucha gente busca experiencias, emociones y beneficios de parte de Dios,
pero no busca a Dios mismo! En Perú hay cientos de iglesias que te van a
ofrecer esto: gente tirándose al suelo, hablando lenguas extrañas, rompiendo
maldiciones, viendo demonios por todos lados, bailando dentro del templo,
y pastores exigiéndote ofrendas con la excusa del “pactar con Dios”, pero
enriqueciéndose ellos mismos. Si usted quiere ser engañado, lo único que tiene
que hacer es ir a ese tipo de iglesias, pero le advierto que va a
terminar tan pobre de bolsillo como de espíritu.
Pero
si en cambio…
Si
está buscando a Dios…
tiene dudas de su salvación.. o ya es un creyente
y tiene un deseo ardiente de seguir a Dios, agradar a Cristo, recibir de
su Palabra y tener una comunión cristiana sana, ¡lo esperamos en algunos
de estos grupos/iglesias!
Soli Deo Gloria