El egoísmo, en referencia a las cosas
de Cristo, obviamente surge de la frialdad hacia Cristo mismo. Una preferencia
de sí a Cristo es su raíz y fuente.
Cualquier cosa, por tanto, que tiende a
oscurecer o mantener fuera de la vista de la persona de Cristo debe llevar al
egoísmo. Puede ser el amor del mundo; puede ser el amor de la criatura, puede
ser el amor a los aplausos del hombre. Estos son los cuerpos oscuros que
eclipsan la gloria de un Salvador vivo y nutren el ego.
Pero estos no son todos. Satanás tiene
todavía artimañas más profundas. Él se mete en la religión entre nosotros y el
Salvador! Los actos religiosos, ordenanzas, deberes, se convierten todos por
causa de él en tantos instrumentos para exaltarnos a nosotros mismos y bajar el
Salvador.
Pero incluso esto no es todo. Él tiene
una artimaña más sutil aún para estos últimos días. Él está tratando de hacer
la obra de Cristo un sustituto de su persona, para fijar la atención tanto de
la una como de excluir a la otra. El resultado de esto es una religión
completamente egoísta y sectaria. Sé que éste es un terreno delicado, pero el
mal está aumentando y debe ser dado a conocer.
No son pocos los que están tan ocupados
con la verdad, que olvidan "el Verdadero", se ocupan con la fe que
pierden de vista de su objeto personal, son dados a meditar en la obra de
Cristo que pasan por alto su persona.
¿Qué y quién es Él, parece una cuestión
de poca importancia, siempre que sepan que Él ha logrado una obra de la que
pueden asegurar la vida eterna. "Somos perdonados", dicen,
"tenemos paz; todo está bien." Toman muy poco interés en la persona
de Aquel que ha comprado estas bendiciones.
La redención es todo, y el Redentor es
nada, o, al menos, muy poco para ellos. La suficiencia de su trabajo es todo,
la gloria y la excelencia de su persona, nada.
¿Qué es esto sino egoísmo? Obtenemos
todo el beneficio que se pueda de la obra de Cristo, y luego no tenemos ningún
deseo por Él! Y este egoísmo se presenta en todas partes, en las acciones y el
pensamiento de esta clase de personas.
Podemos rastrear en sus doctrinas: Sus
puntos de vista de la expiación son egoístas, se enmarcan no en el principio de
cómo Dios consigue cumplir su propósito y su gloria es mostrada, sino
simplemente de cómo un pecador ha de ser salvo.
Sus puntos de vista de la soberanía y
la gracia de elección de Jehová son egoístas, siendo sólo tantos dispositivos
para tomar el pecador fuera de las manos de Dios; y dejándolo en su propio
control.
Sus puntos de vista de la obra del
Espíritu son egoístas, siendo sólo un intento de hacer que su ayuda parezca
menos absolutamente indispensable; y la propia habilidad del hombre y la fuerza
de muy considerable en vano en el asunto de la salvación.
Pero aun cuando no se hayan adoptado
esas opiniones egoístas de la doctrina, hay una tendencia hacia el egoísmo
latente entre muchos, que sólo puede ser atribuido a su descuido de la persona
de Cristo!
Su verdad es preciosa; Su trabajo es
muy valioso; pero es con El con quien tenemos que tratar principalmente.
Es Jesús! Sólo Jesús! Jesús mismo!
quien sentimos que sea absolutamente necesario!
Debemos ir más allá de la verdad
"Aquel que es verdadero." La verdad es preciosa, pero en sí mismo es
fría. Pero la gloria del Evangelio es lo que nos lleva hasta más allá de la
verdad a su manantial de vida! No, nos introduce en el seno mismo del que salió
del seno del Padre y ahora ha vuelto a él, llevando consigo todos los que el
Padre a Él ha dado; allí, con Él morar en comunión feliz, un mundo sin fin!
Por Horatius Bonar
Soli Deo Gloria