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sábado, 3 de septiembre de 2016

Qué es la Teología de la Prosperidad?

Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos maestros entre vosotros, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras, negando incluso al Señor que los compró, trayendo sobre sí una destrucción repentina. Muchos seguirán su sensualidad, y por causa de ellos, el camino de la verdad será blasfemado;  y en su avaricia os explotarán con palabras falsas. El juicio de ellos, desde hace mucho tiempo no está ocioso, ni su perdición dormida. (2Pe 2:1-3)

La teología de la prosperidad es un movimiento que tomó fuerza a fines de la década de los 60 en los Estados Unidos de Norteamérica, dando continuidad a las sectas que se infiltraron en la iglesia primitiva del primer siglo. Ella dio origen entre otras cosas a lo que hoy conocemos como “tele-evangelistas”.

¿Cómo se inicio esta teología?

Las sectas gnósticas "cristianas" eran una gran variedad de grupos cuyos fundadores pretendían tener una revelación especial, un conocimiento místico, o gnosis (conocimiento), reservado a quienes tenían un” verdadero entendimiento”.
El gnosticismo fue la más seria herejía que tuvo que enfrentar el cristianismo primitivo, durante el segundo y el tercer siglo. Era un movimiento vasto y amorfo, tanto dentro como fuera de la Iglesia. Su amenaza fue finalmente derrotada por los cristianos que conocían bien las Sagradas Escrituras.
Remontándonos recientemente, con las ideas y enseñanzas de PhineasParkhurst Quimby se desarrolló la metafísica y parte de las enseñanzas de la Nueva Era. Los esposos Charlesy Myrtle Fillmore, basados en estos principios, fundaron la filosofía Unity, y posteriormente Mary Baker Eddy fundó la secta conocida como la Ciencia Cristiana.

¿Cómo llega esto a introducirse en el pensamiento cristiano? Un pastor evangélico (y metafísico) llamado EssekWilliam Kenyon comenzó a leer los escritos del Nuevo Pensamiento de Quimby, el libro Ciencia y Salud de la Sra. Eddy y las teorías de los Fillmore. Fue Kenyon quien se dio a la tarea de pretender unir estas creencias con el cristianismo. Simplemente sustituyó los términos "confesión positiva" y "visualización" por "fe" y el poder de "nuestra confesión" respectivamente, sanidad interior. Muchas de las frases comunes que utilizan hoy en día los llamados "maestros de la fe" fueron originalmente empleadas por Kenyon. Frases como "lo que yo declaro eso recibo" y "yo soy un pequeño Dios aquí en la tierra" fueron dichas por este hombre. Sin embargo no es hasta el 1934 que esta posición cobra gran auge bajo el ministerio de KennethHagin en los Estados Unidos. Hagin fue un lector y seguidor de las creencias de Kenyon. Casi palabra por palabra Hagin repite cada enseñanza de William Kenyon

¿En qué consiste esta teología?

Teniendo en cuenta las características del carácter de los hombres en los postreros días, esta teología vino a cumplir perfectamente con los deseos de estos hombres presentando “otro evangelio” al gusto del cliente, un evangelio que está para satisfacer el corazón materialista, un cristianismo egocéntrico y no Cristocentrico.

(2Ti 3:1-5) También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad…

¿Tenemos referencia Bíblica respecto a esta falsa doctrina?

En innumerables pasajes se deja entrever el carácter de estos falsos profetas cuya motivación es la avaricia que los lleva a hacer mercadería con la fe de las personas.

Pero la Biblia pone tanto énfasis en los falsos profetas, pero también en sus seguidores, dado a que estos falsos maestros simplemente les dicen a las personas lo que ellas quieren escuchar (palabras motivacionales centradas en su bienestar).

(2Ti 4:3-4) Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos; y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos.

 Estos falsos maestros llenan sus megaiglesias de personas que van porque quieren escuchar lo que ellos le dicen (materialismo)

¿Por qué Dios permite la expansión de esta falsa doctrina?

Primero para demostrar que su Palabra es verdadera, ella nos dice que estos hombres encubiertamente introducirán herejías sin que las personas lo perciban. y serán MUCHOS los que sigan a estos falsos profetas (2 Ped 2:1-3)
Pero como lo dice en (2Pe 2:14) serán aquellos inconstantes en la fe, los que solo buscan suplir sus deseos carnales los que seguirán a estos hombres
(2Ts 2:11-12) Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.

Ellos prefieren un “dios “genio de la lámpara que esta solo para satisfacer sus deseos, entonces Dios los entrega a la concupiscencia de sus corazones (Rom 1:24) y les envía pastores según el corazón de ellos, que les hablen las mentiras que ellos quieren escuchar.

¿Cuáles son algunas de las herejías introducidas por este movimiento?
Se caracterizan por practicar similares doctrinas (varían su nombre de acuerdo a los países o culturas, pero el trasfondo es el mismo)

Una de ellas es la confesión positiva, que consiste en confesar positivamente creyendo que de esa manera como si fuésemos dioses traemos a la existencia por el poder de la positividad lo que deseamos, a su vez esto consiste también en negar por ejemplo síntomas de una enfermedad, si la persona siente un dolor, ella no tiene que confesar negativamente y afirmar que está sintiendo esa dolencia, ella debe rechazar y negar el dolor ,”no tengo dolor, no siento dolor, no estoy enferma (dicen) como si evadiendo la realidad la enfermedad se fuera.

Otra característica marcada es el hecho de pasar atando demonios, amarrando, viendo demonios en todo.

Cualquier situación que no es del agrado de la persona ella dice: “es el diablo”, una persona intenta abrir sus ojos de la falsa doctrina que ella sigue y alegan “tú eres un endemoniado e intentas alejarme de la verdad (un infantilismo que genera risas e indignación por tanta ignorancia).
Como el fin de estos líderes es el dinero de las personas, ellos siguiendo la misma línea que llevo a la iglesia católica a estar envuelta en el poder religioso, económico y político, construyendo su monopolio religioso vendiendo indulgencias, de la misma forma estos líderes neo pentecostales han generado su propio imperio de medios de comunicación, envolviéndose en la política e incrementando en billones sus ingresos personales en nombre de la fe.

¿Por qué cada vez más iglesias adoptan esta doctrina?

Por qué atrae personas dado a que está hecha a la medida del hombre caído, la ignorancia espiritual y el pretender usar a Dios como un medio para obtener sus deseos y caprichos hace que grandes cantidades de personas se acerquen a este tipo de lugares donde se la enseña, lo que trae consecuentemente beneficios para sus líderes.

La mayoría de los sermones de la actualidad solo tienen palabras para satisfacer el comezón de oír de aquella multitud que solo desea bendiciones, abundancia, multiplicación y bienestar.

Todo esto adornado con versículos bíblicos para darles apariencia de cristiandad.
2Pe 2:1  Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos maestros entre vosotros, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras, negando incluso al Señor que los compró, trayendo sobre sí una destrucción repentina.

¿Qué otros rasgos tiene esta falsa doctrina para identificarla?

1. Que Dios promete prosperidad en lo material, riquezas y éxito a todo aquel que se una a su forma particular de interpretar el cristianismo.
2. Que la forma de adquirir esta prosperidad es por medio de la fe.
3. O por el uso de métodos como confesar audiblemente ciertos versículos bíblicos, visualizar en la mente cosas materiales que se deseen y orar pidiéndolas a Dios. O también atar y reprender espíritus que se supone impiden que vengan las riquezas.

4. Un muy particular y redituable principio es la enseñanza de que ofrendando grandes cantidades de dinero a cualquiera de estos grupos, se promete que Dios lo devolverá, en forma sobrenatural, multiplicado

En el contexto doctrinal anterior los grupos de prosperidad pueden hablar de "aceptar a Jesús", "convertirse al cristianismo", "entregarse al Señor" o "Dios te ama y quiere cambiar tu vida", en un ambiente intensamente emocional, y con predicaciones que apelan a necesidades no suplidas de los asistentes. A pesar de esto, cualquier estudiante serio de la Biblia se puede dar cuenta que la esencia del cristianismo ha sido suplantada por un sistema de materialismo y egoísmo en donde a Dios se le presenta como un escalón para obtener riquezas y éxito, mientras se fomenta y manipula la avaricia de los congregantes para estimularlos a dar dinero a la organización.
Esto quiere decir que el movimiento de la prosperidad, al redefinir el evangelio en sus propios términos, manipula la Biblia y algunos conceptos cristianos para llevar a la gente al paganismo característico de nuestra sociedad consumista. En otras palabras, se trata de una forma cristianizada de materialismo y no de cristianismo legítimo.

¿Quiénes son actualmente los más reconocidos exponentes de esta falsa doctrina?

Los exponentes más conocidos del Movimiento de la Prosperidad en todo el mundo son los siguientes. En los Estados Unidos Oral Roberts, Kenneth Hagin, Kenneth y Gloria Copeland, Joel Osteen,  Robert Tilton, Benny Hinn, Cash Luna, Guillermo Maldonado, Paul Crouch, dueño de la mega-cadena de televisión TBN, Jonás González del canal enlace, Edir Macedo propietario también  de medios de comunicación, Dante Gebel. Luis Palau, En el escenario oriental se destaca el Dr. Paul Yonggi Cho. Y la lista continúa.

También están aquellos que salieron de iglesias como estas y decidieron abrir sus propios "ministerios" siguiendo la misma línea doctrinal y falsa que aprendieron en estos lugares.

Soli Deo Gloria



5 Errores del evangelio de la prosperidad

Hace más de un siglo, hablando a la que entonces era la congregación más grande de toda la Cristiandad, Charles Spurgeon dijo: “Creo que es anticristiano e impío, para cualquier cristiano, vivir con el objetivo de acumular riquezas. Usted dirá, '¿No se supone que debemos esforzarnos todo lo que podamos por conseguir tanto dinero como podamos?' Pudieras hacerlo. No me cabe duda que, al hacerlo, usted puede servir a la causa de Dios. Pero lo que dije es que vivir con el objetivo de acumular riquezas, es anticristiano”.

Al pasar de los años, el mensaje que se predica en algunas de las iglesias más grandes del mundo ha cambiado. De hecho, hay un nuevo evangelio que se predica hoy día. A este mensaje se le han adscrito muchos nombres, tales como evangelio de “decláralo y recíbelo”, el evangelio de “písalo y arrebátalo”, el evangelio de “la salud y las riquezas”, el “evangelio de la prosperidad” y “la teología de la confesión positiva”.

Sin importar cuál sea el nombre utilizado, la esencia del mensaje es la misma. En pocas palabras, este “evangelio de la prosperidad” enseña que Dios quiere que los creyentes sean sanos físicamente, ricos materialmente, y felices personalmente. Así lo dice Robert Tilton: “Creo que es la voluntad de Dios que todos prosperen, porque así lo veo en la Palabra, y no porque lo haya visto funcionar poderosamente en otra persona. No pongo mis ojos en los hombres, sino en Dios que me da el poder para hacer riquezas”. Los maestros del evangelio de la prosperidad animan a sus seguidores a orar –incluso a demandar a Dios– un florecimiento material.

Cinco errores teológicos

Russell Woodbridge y yo escribimos un libro titulado “Health, Wealth and Happinness” (“Salud, riqueza y felicidad: ¿Ha eclipsado el evangelio de la prosperidad el evangelio de Cristo?”) con el objetivo de examinar las afirmaciones de los defensores del evangelio de la prosperidad. Aunque el libro abarca demasiado como para resumirlo aquí, en este artículo voy a tratar de revisar cinco doctrinas que se cubren en el mismo, doctrinas donde el evangelio de la prosperidad defiende el error. Mientras discernimos estos errores con respecto a doctrinas claves, espero que podamos ver claramente los peligros de este falso evangelio.

1. El pacto de Abraham es un medio para el derecho material.

El pacto de Abraham (Génesis 12, 15, 17, 22) es una de las bases teológicas del evangelio de la prosperidad. Es bueno que los teólogos de la prosperidad reconozcan que gran parte de las Escrituras son un registro del cumplimiento del pacto con Abraham, pero es malo que no mantengan una visión ortodoxa de este pacto. Ven de forma incorrecta el inicio del pacto, y, más significativamente, ven incorrectamente la aplicación de dicho pacto.

En su libro “Spreading the Flame” (Esparciendo la llama), Edward Pousson expuso la visión de la prosperidad sobre la aplicación del pacto Abrahámico: “Los cristianos son los hijos espirituales de Abraham, y los herederos de las bendiciones de la fe… Esta herencia de Abraham se desarrolla principalmente en términos de derechos materiales”. En otras palabras, el evangelio de la prosperidad enseña que el propósito principal del pacto con Abraham era su bendición material por parte de Dios. Como ahora los creyentes son hijos espirituales de Abraham, hemos heredado esas bendiciones financieras. Como Kenneth Copeland escribió en su libro de 1974 “The Laws of Prosperity” (Las leyes de la prosperidad): ”Como el pacto de Dios ha sido establecido, y la prosperidad es una provisión de este pacto, ¡usted tiene que tomar conciencia de que la prosperidad ahora le pertenece!”.

Para apoyar esta afirmación, los maestros de la prosperidad apelan a Gálatas3:14, que se refiere a “la bendición de Abraham que viene sobre los gentiles en Cristo Jesús”. Es interesante, sin embargo, que en sus apelaciones a Gálatas 3:14 estos maestros ignoran la segunda mitad del versículo: “para que recibiéramos la promesa del Espíritu mediante la fe”. Claramente, Pablo está recordando a los Gálatas las bendiciones espirituales de la salvación, no la bendición material de las riquezas.

2. La expiación de Jesús se extiende hasta el “pecado” de la pobreza material.

En su artículo en Biblioteca Sacra “A Theological Evaluation of the Prosperity Gospel” (Una valoración teológica del evangelio de la prosperidad), el teólogo Ken Sarles observa cómo el evangelio de la prosperidad reclama que “tanto la salud física como la prosperidad financiera, han sido provistas en la expiación”. Esta observación parece ser acertada a la luz de la afirmación de Copeland de que “el principio básico de la vida cristiana es saber que Dios ha puesto nuestro pecado, malestar, enfermedad, tristeza, angustia y pobreza sobre Jesús en el Calvario”. Este mal entendimiento del alcance de la expiación surge de dos errores que cometen los defensores del evangelio de la prosperidad.

En primer lugar, muchos de los que defienden la teología de la prosperidad tienen un concepto erróneo fundamental sobre la vida de Jesús. Por ejemplo, el profesor John Avanzini proclamó en un programa de TBN que Jesús tenía “una casa bonita”, “una casa grande,” “Jesús estaba manejando grandes cantidades de dinero”, e incluso que “llevaba ropa de diseñador”. Es fácil ver cómo esa visión deformada de la vida de Cristo podría llevar a un error igualmente deformado sobre la muerte de Cristo.

Un segundo error que conduce a una visión errónea de la expiación es malinterpretar 2 Corintios 8:9, que dice: “Porque conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, sin embargo por amor a ustedes se hizo pobre, para que por medio de Su pobreza ustedes llegaran a ser ricos”. Aunque una lectura superficial de este versículo podría llevarnos a creer que Pablo estaba enseñando sobre un aumento en la riqueza material, la lectura en su contexto revela que, de hecho, estaba enseñando el principio opuesto. En realidad, Pablo estaba enseñando a los corintios que ya que Cristo realizó tanto por ellos a través de la expiación, deberían vaciarse de sus riquezas en el servicio del Salvador. Esta es la razón de que, solo cinco versículos más tarde, Pablo inste a los corintios a dar sus riquezas por los hermanos necesitados, escribiendo: “En el momento actual la abundancia de ustedes suple la necesidad de ellos”2 Corintios 8:14.

3. Los cristianos dan para ganar una compensación material de Dios.

Una de las características más llamativas de los teólogos de la prosperidad es su aparente fijación con el dar. Se nos insta a dar generosamente y se nos confronta con declaraciones piadosas como: “La verdadera prosperidad es la capacidad de utilizar el poder de Dios para satisfacer las necesidades de la humanidad en cualquier ámbito de la vida”, y “Hemos sido llamados para financiar el evangelio al mundo”. Mientras que tales declaraciones pueden parecer loables, este énfasis en el ofrendar se basa en motivos que son todo menos filantrópicos. La fuerza que impulsa esta enseñanza sobre el dar es a lo que el maestro de la prosperidad Robert Tilton se refirió como “Ley de la compensación”. De acuerdo con esta ley, supuestamente basada en Marcos 10:30, los cristianos deben dar generosamente a los demás, porque cuando lo hacen, Dios les devuelve más a cambio. Esto, a su vez, conduce a un ciclo de cada vez mayor prosperidad, que nunca se detiene.

Como Gloria Copeland expuso en su libró de 2012 “God’s Will is Prosperity” (La voluntad de Dios es la prosperidad): “Si da 10 dólares recibirá 1.000, si da 1.000 recibirá 100.000 ... En resumen, Marcos10:30es un muy buen negocio”. Es evidente, por tanto, que la doctrina del dar del evangelio de la prosperidad, está construida sobre motivos deficientes. Mientras que Jesús enseñó a sus discípulos a “dar sin esperar nada a cambio” (Lucas10:35)  los teólogos de la prosperidad enseñan a sus discípulos a dar porque conseguirán un gran retorno de inversión.

4. La fe es una fuerza espiritual autogenerada que conduce a la prosperidad.

Mientras que el cristianismo ortodoxo entiende la fe como la confianza en la persona de Jesucristo, los maestros de la prosperidad defienden algo bastante diferente. “La fe es una fuerza espiritual, una energía espiritual, un poder espiritual. Es esta fuerza de la fe la que hace que las leyes del mundo espiritual funcionen”, escribe Copeland. “Hay ciertas leyes que gobiernan la prosperidad revelada en la Palabra de Dios. La fe hace que funcionen”. Obviamente, este es un entendimiento erróneo de la fe. Quizás incluso herético.

Según la teología de la prosperidad, la fe no es un acto de la voluntad dado por Dios y centrado en Dios. Más bien, es una fuerza espiritual forjada en lo humano y dirigida a Dios. Desde luego, cualquier teología que vea la fe principalmente como un medio para obtener beneficios materiales en lugar de justificación ante Dios debe ser, en el mejor de los casos, considerada inadecuada.

5. La oración es una herramienta para forzar a Dios a que conceda prosperidad.

Los predicadores del evangelio de la prosperidad hacen notar a menudo que “no tenemos porque no pedimos” (Santiago 4:2). Nos animan a orar por el éxito personal en todas las áreas de la vida. Como escribe Creflo Dollar, “Cuando oramos, creyendo que ya hemos recibido lo que estamos orando, Dios no tiene más remedio que hacer que nuestras oraciones se cumplan… Es una clave para conseguir resultados como cristiano”.

Las oraciones pidiendo bendición personal no son inherentemente malas, pero el excesivo énfasis que hace el evangelio de la prosperidad sobre el hombre convierten a la oración en una herramienta que los creyentes pueden utilizar para forzar a Dios a concederles sus deseos. En la teología de la prosperidad, es el hombre (y no Dios) el que se convierte en el punto central de la oración. Curiosamente, los predicadores de la prosperidad a menudo ignoran la segunda mitad de la enseñanza de Santiago sobre la oración: “Piden y no reciben, porque piden con malos propósitos, para gastarlo en sus placeres”(Santiago 4:3). Dios no responde las peticiones egoístas que no honran su Nombre.

Ciertamente, todas nuestras peticiones deben ser conocidas delante de Dios (Filipenses4:6), pero el evangelio de la prosperidad se centra demasiado en los deseos del hombre, que puede llevar a la gente a hacer oraciones egoístas y superficiales que no traen gloria a Dios. Además, cuando esto se combina con la doctrina de la fe de la prosperidad, esta enseñanza puede llevar a la gente a intentar manipular a Dios para conseguir lo que quieren, lo cual es una tarea inútil. Esto está muy lejos de orar diciendo: “Hágase tu voluntad”.

Falso evangelio

A la luz de las Escrituras, el evangelio de la prosperidad es fundamentalmente erróneo. En el fondo, se trata de un evangelio falso debido a su defectuosa visión de la relación entre Dios y el hombre. En pocas palabras, si el evangelio de la prosperidad es verdad, la gracia es algo obsoleto, Dios es irrelevante, y el hombre es la medida de todas las cosas. Ya sea que estemos hablando del pacto con Abraham, de la expiación, del dar, de la fe, o de la oración, los maestros de la prosperidad convierten la relación entre Dios y el hombre en una transacción de dar y recibir. Como James Goff señaló en un artículo de 1990 para Christianity
Today, Dios se ve “reducido a una especie de 'mayordomo cósmico' que atiende las necesidades y deseos de su creación”.

Este es un punto de vista completamente inadecuado y antibíblico de la relación entre Dios y el hombre.

David W. Jones

Soli Deo Gloria