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lunes, 13 de agosto de 2018

Diez afirmaciones asombrosas de los Mormones

Pero si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema. Como hemos dicho antes, también repito ahora: Si alguno os anuncia un evangelio contrario al que recibisteis, sea anatema. Gálatas 1:8-9 

Los Santos de los Últimos Días:
El nombre oficial de la mayor rama de la religión fundada por Joseph Smith, también conocido como mormones.

A tono con lo declarado por Dios en Gálatas 1.8-9, veremos si el evangelio predicado por los mormones es el mismo al que está contenido en la Palabra de Dios (la Biblia). Si no es el mismo, entonces es falso y una maldición. Y aquí veamos algunas de sus afirmaciones .

1. Los mormones pueden hacerse dioses y diosas.
2. Las diosas pasarán la eternidad en plena sumisión a sus maridos-Dioses.
3. Las mujeres mormonas darán a luz “para siempre” a bebés espíritu.
4. Los hombres mormones podrán tener mujeres múltiples en la poligamia eterna en el cielo.
5. El Padre celestial es un hombre exaltado que vive con su esposa diosa, Madre Celestial, en un planeta cerca de la gran estrella Kolob.
6. Los amerindios son descendientes de los malos Lamanitas, que eran israelitas que Dios maldijo con la piel oscura.
7. Dios el Padre tuvo relaciones sexuales con María para concebir a Jesús, que es el hermanastro de Lucifer.
8. Todas las iglesias cristianas son una abominación.
9. Los mormones necesitan 4 apretones de manos secretos para entrar en el cielo Celeste.
10. Joseph Smith reveló que el Jardín actual del Edén está en el Condado Jackson, Missouri.

Bautismo por los muertos
Ya que los mormones creen que el bautismo es necesario para la salvación, aún los muertos tienen que bautizarse mediante un substituto, o sea un familiar en vida.

Lucifer
Según el mormonismo, es el espíritu hermano de Jesús. En la teología mormona, Jesús es el primogénito de Dios y Lucifer es el segundo nacido.

Aunque los mormones sean personas agradables y tengan un programa de beneficencia social que se halle entre los mejores del mundo, el mormonismo sigue siendo una secta falsa. 

El gran problema que presentan para los creyentes es que se identifican como miembros de la Iglesia de Jesucristo, y en la visitación de casa en casa, su método predilecto, usan terminología cristiana.

Así terminan por confundir y crear dudas acerca de las doctrinas básicas del cristianismo y de la integridad de las iglesias evangélicas.

La Iglesia de JSÚD trata de hacer parecer sus doctrinas oficiales usando términos Cristianos. Sin embargo, los significados de esos términos son diferentes a los de la Ortodoxia Cristiana,

Usan la Biblia tan sólo para "comenzar“; entonces pasan para el libro de Mormón, al que consideran con la misma autoridad que la Biblia.

En la práctica, le rinden una honra mucho mayor.

Tienen millares de misioneros esparcidos en decenas de países. Esos misioneros son, en su mayoría, jóvenes que se presentan como voluntarios para el campo misionero.

Los misioneros son itinerantes o inestables, pero su número fluctúa alrededor de los 65,000.

Algunos Mormones podrán no estar de acuerdo con algunos de los puntos enumerados anteriormente, pero todo lo que está aquí, ha sido tomado de los autores Mormones que pertenecen, de hecho, a la iglesia Mormona. Y la práctica de los Mormones de modificar, corregir y contradecir sus doctrinas antiguas con “revelaciones” nuevas en estos postreros tiempos de ahí la referencia de los mismos mormones.

Se citó las palabras en Gálatas 1:8-9, respecto al verdadero evangelio de Jesucristo. Entonces aquí una guía por medio  del evangelio para mostrarle lo que creemos y predicamos.

¿Qué es el Evangelio?
Pregúntele: “¿Qué es el Evangelio?”.
Dirá algo como: “El evangelio son las leyes y ordenanzas de la Iglesia Mormona.”
Pregúntele nuevamente qué es el Evangelio y escuche atentamente algún indicio del perdón de pecados a través del sacrificio de Jesús en la cruz. Por lo general, se escucha una respuesta relacionada con obras, obediencia, hacer algo, etc.

Después que la persona haya contestado, explíquele que de acuerdo a la Biblia, el Evangelio es lo que nos salva, lo que nos limpia de pecados y nos permite estar de pie en la presencia de Dios Padre. Explíquele que la Biblia define específicamente el Evangelio y que es lo que te hace un Cristiano. Pregúntele entonces nuevamente: "¿Qué es el Evangelio?"

Después  de escuchar el tipo de respuesta obras-justicia, vaya a la Biblia y lea en 1 Corintios 15:1-4: "Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras. Y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las escrituras."   
                                                             
Explique que el evangelio es la muerte, sepultura y resurrección de Jesús… ¡por nuestros pecados!

Luego, vaya a 2 Corintios 4:3-4 y lea: "Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios."

Diga algo como: "Claramente, Usted no ha entendido el mensaje del Evangelio de Jesús el Salvador; y la Biblia le muestra claramente el por qué: Su mente ha sido cegada."

“Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree; del judío primeramente y también del griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe; como está escrito: MAS EL JUSTO POR LA FE VIVIRA.” Romanos 1:16-17  
Soli Deo Gloria


martes, 4 de octubre de 2016

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Herejía Pelagiana

¿Nace el ser humano en la misma condición en la que Adán fue creado? ¿En qué medida nos afectó su pecado a nosotros? Estas preguntas y otras similares tenían gran importancia porque de ellas dependía la necesidad y el alcance de nuestra salvación. Efectivamente, si el pecado de Adán solamente le afectó a él, yo puedo, con mi esfuerzo, tratar de mantenerme en la posición de inocencia en la que nazco; pero si su pecado me ha afectado, es claro que mi esfuerzo no sirve de nada y necesito la gracia de Dios para ser salvo.

Para Pelagio no hay una transmisión del pecado de Adán a sus descendientes. No nacemos con tendencias perversas, ni malos deseos; lo único que nos diferencia de Adán al ser creado es que nosotros tenemos malos ejemplos alrededor, pero aparte de eso, estamos como él, no hay en nosotros concupiscencia ni esclavitud al pecado. Por lo tanto ejercitando la voluntad, con la ayuda de la ley de Dios y el ejemplo de Jesucristo, podemos guardarnos de caer en pecado. En eso consiste para Pelagio la gracia de Dios.

Es evidente que en ese sistema al final es el hombre quien es su propio salvador y solamente de una forma muy secundaria Cristo hace algo por nosotros. Sin embargo no es esto lo que enseña la Escritura, quien habla del hombre en un estado caído y del pecado no solamente como un acto externo, sino como una tendencia y una motivación interna que se expresa en actos externos.

Para Agustín de Hipona lo que Pelagio enseñaba era, a todas luces, erróneo. Por propia experiencia él había experimentado, antes de su conversión, la fuerza descomunal del pecado, su impotencia para librarse de él y la inutilidad de su voluntad para dominarlo. Además encontró en la Escritura fundamento a su propia experiencia; para él la gracia era el poder de Dios operando de tal forma en el pecador que era la única causa de la salvación. Fuera de la gracia, el hombre está vendido al pecado sin posibilidad de librarse de él.

El pecado de Adán, decía Agustín, sí nos ha afectado a todos en dos maneras: nos ha transmitido la corrupción del pecado y la culpa inherente al mismo; en esto consiste el pecado original. Por lo tanto todo el género humano, desde Adán, es una masa condenada y perdida. Ahora bien, de entre esa masa de perdición, Dios, en su libertad, ha escogido salvar a los que él ha querido y dotarlos de fe salvadora. A los demás, en su justicia, los pasa por alto si bien les ofrece el evangelio. Los primeros le deben su salvación enteramente a Dios, a los segundos Dios tiene en cuenta su pecado.

Al tocar el tema de la predestinación Agustín estaba tocando una de las doctrinas más profundas y difíciles de la Escritura. Dios escoge, no porque previó que habían de creer, sino que escoge para que crean. No hay diferencia entre los que se salvan y los que se pierden sino solamente en una cosa: la gracia irresistible de Dios hacia los primeros y la gracia que puede ser resistida hacia los segundos.

Agustín distingue varios grados de gracia: la gracia precedente, por la que el pecador es puesto bajo convicción, la gracia operante, por la que es guiado a Jesucristo y dotado de fe salvadora, la gracia cooperante, por la que una vez renovada su voluntad, el cristiano coopera con Dios en su santificación y la gracia perseverante, por la que el redimido, aunque pueda tener descalabros momentáneos, se levanta de ellos y acaba triunfalmente su carrera en Cristo.

Hubo quienes quisieron quedarse a medio camino entre las tesis de Pelagio y las de Agustín; entendiendo que la doctrina pelagiana era puro humanismo quisieron modificarla, pero sin llegar a identificarse con lo que Agustín enseñaba. Es lo que se conoce con el nombre de semipelagianismo, en el que se admite que el pecado de Adán nos ha afectado, pero no hasta el punto de muerte espiritual, sino solamente de debilidad o enfermedad. El hombre ha quedado trastocado en ciertas facetas de su personalidad, pero otras están intactas, y una de éstas es la voluntad; por lo tanto el hombre, si quiere, puede salvarse por medio de Cristo; pero la capacidad de querer o no querer está en el hombre; en último análisis depende de la voluntad humana el salvarse. En este sistema la fe no es un regalo de Dios para que el hombre pueda salvarse, sino es fruto del esfuerzo humano. Además la predestinación es consecuencia de la presciencia de Dios, es decir, Dios salva a aquellos que sabe que van a creer.

Aunque oficialmente la Iglesia católica declaró que Agustín es uno de los grandes teólogos y lo venera con el título de 'Doctor de la Gracia', en la práctica no se identifica con sus enseñanzas, que van desde el semipelagianismo hasta el semiagustinianismo, es decir, un agustinianismo aguado en el que ya no hay cabida para la gracia soberana de Dios como única causa de salvación.

Esta doctrina pelagiana es perversa, al menos por tres puntos 1) Niega la completa depravación del hombre por el pecado. El hombre es pecador, por nacimiento, por naturaleza y por elección. Ro.3:9-19; Sal 51:5; Ro7:14-25; Gen.6:5. 2) Pues pondera las obras humanas para cooperar en la obra de Dios, la salvación del creyente por su sola gracia. Subestima la gracia y el sacrificio vicario de Cristo, quien pago en nuestros lugar toda la deuda de nuestros pecados, el no hizo un abono a la deuda, sino que la justicia de Dios se dio por satisfecha, prueba de esto es la resurrección de Jesucristo de entre los muertos. Ro. 3:28; Gal.2:21; 2Co.5:21; Col.2:13-15.3) Fundamentalmente, porque es contraria a lo que la Biblia, La Palabra de Dios dice, única regla de fe, infalible e inerrante. Gal.1:6-9.

En su momento Martín Lutero y Juan Calvino, entre otros reformadores, redescubrieron el mismo concepto de gracia que Agustín defendía, pero también hubo los que intentaron llegar a una solución de compromiso entre la soberanía de Dios y la responsabilidad humana. Estas fueron las controversias entre los calvinistas, que creían en la predestinación basada en la soberanía de Dios, y los arminianos, que creían en una predestinación basada en la fe del creyente.

Deseo añadir a lo mencionado arriba: El término “pecado original” se refiere al pecado de Adán al comer del “árbol del conocimiento del bien y del mal” y sus efectos sobre el resto de la raza humana a partir de entonces; particularmente sus efectos en nuestra naturaleza y nuestra situación ante Dios, aún antes de que tengamos edad suficiente para cometer pecados conscientemente. Hay tres corrientes principales que tratan sobre ese efecto, y son las siguientes:

Pelagianismo: El pecado de Adán no tiene otro efecto sobre las almas de sus descendientes, que no sea el que su ejemplo pecaminoso influye a aquellos que lo siguen para pecar también. De acuerdo a esta opinión, el hombre tiene la habilidad de dejar de pecar, si simplemente elige hacerlo. Esta enseñanza es contraria al número de pasajes que indican que el hombre es inevitablemente esclavizado por sus pecados (aparte de la intervención de Dios) y que sus buenas obras son “muertas” o sin valor para merecer el favor de Dios (Efesios 2:1-2; Mateo 15:18-19; Romanos 7:23; Hebreos 6:1; 9:14).

Arminianismo: Los arminianos creen que el pecado de Adán, tuvo como resultado que el resto de la humanidad heredara la propensión a pecar, comúnmente referida como la “naturaleza de pecado.” Esta naturaleza pecaminosa, ocasiona que pequemos del mismo modo que al gato su naturaleza le provoca “maullar” – sucede naturalmente. De acuerdo a esta perspectiva, el hombre no puede dejar de pecar por él mismo, y es por lo que Dios concede una gracia universal a todos, que les permite dejar de hacerlo. Esta gracia es llamada gracia preveniente. Y de acuerdo a esta doctrina, no somos responsables por el pecado de Adán, sólo por los propios. Esta enseñanza es contraria al tiempo del verbo elegido en “por cuanto todos pecaron” de Romanos 5:12. De igual manera ignora el hecho de que todos llevan el castigo por el pecado (la muerte) aunque no hayan pecado de manera similar a Adán (1 Corintios 15:22; Romanos 5:14-15,18). Tampoco se encuentra en la Escritura la enseñanza de la gracia preventiva.

Calvinismo: El pecado de Adán ha ocasionado, no sólo que poseamos una naturaleza de pecado, sino que nos ha causado que seamos culpables ante Dios, por lo que somos merecedores de castigo. Habiendo sido concebidos con el pecado original sobre nosotros (Salmo 51:5), ocasionó que nuestra herencia incluya una naturaleza de pecado, tan perversa, que Jeremías 17:9 hace esta descripción del corazón humano: “engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” Y no sólo Adán fue hallado culpable porque pecó, sino que su culpa y su castigo (muerte) también nos alcanza a todos nosotros (Romanos 5:12,19). Hay dos opiniones del por qué la culpa de Adán debe ser vista por Dios como perteneciente también a nosotros. La primera opinión dice que la raza humana estaba dentro de Adán en forma de semilla; y al haber pecado Adán, todos pecamos en él. Esto es similar a la enseñanza bíblica de que Leví (un descendiente de Abraham) pagó diezmos a Melquisedec en Abraham (Génesis 14:20; Hebreos 7:4-9), aunque Leví aún no había nacido sino hasta cientos de años después. La otra opinión principal, es que Adán sirvió como nuestro representante y como tal, cuando él pecó, todos nosotros fuimos encontrados igualmente culpables.

La opinión calvinista ve al hombre como incapaz de vencer su pecado, aparte del poder del Espíritu Santo, un poder que sólo es poseído, cuando uno se arrepiente de sus pecados y pone su fe en Cristo y Su sacrificio expiatorio por los pecados en la cruz. Un problema con esta opinión, está en explicar cómo son salvados los infantes y aquellos incapaces de pecar conscientemente (2 Samuel 12:23; Mateo 18:3; 19:14), puesto que no obstante, ellos siguen siendo responsables por el pecado de Adán. Millard Erickson, autor de “Teología Cristiana” (Christian Theology), piensa que esta dificultad es resuelta de la siguiente manera: “Hay una posición (opinión) que…preserva el paralelismo entre nuestra aceptación de la obra de Cristo y aquella de Adán (Romanos 5:12-21), y al mismo tiempo, señala de forma más clara nuestra responsabilidad por el pecado original. Nos volvemos responsables y culpables cuando aceptamos o aprobamos nuestra naturaleza corrupta. Hay un momento en la vida de cada uno de nosotros, cuando nos volvemos conscientes de nuestra tendencia al pecado. En ese punto, podemos aborrecer la naturaleza pecaminosa que ha estado allí todo el tiempo… y arrepentirnos de ello. Al menos habrá un rechazo a nuestra disfrazada pecaminosidad. Pero si consentimos esa naturaleza de pecado, realmente estamos diciendo que es buena. Al poner nuestra implícita aprobación a lo corrupto, también estamos aprobando o incurriendo en la acción de hace mucho tiempo en el Jardín del Edén. Nos hacemos culpables de ese pecado, sin haber cometido el pecado por nosotros mismos.”

La opinión calvinista del pecado original, es más consistente con la enseñanza bíblica, y el “pecado original” puede ser definido como “ese pecado y su culpa que todos poseemos a los ojos de Dios, como resultado directo del pecado de Adán en el Jardín del Edén.”
[10:55, 5/10/2016] +51 949 337 520: Sí, toda la gente heredó el pecado de Adán y Eva, específicamente de Adán. El pecado es descrito en la Biblia como la transgresión a la ley de Dios (1 Juan 3:4) y rebelión contra Dios (Deuteronomio 9:7; Josué 1:18). El pecado tuvo su origen con Lucifer, el “Lucero, hijo de la mañana,” el más hermoso y poderoso de los ángeles; quien no contento con ser todo esto, deseó ser el Dios altísimo, y esa fue su caída y el principio del pecado (Isaías 14:12-15). Cambiado su nombre a Satanás, él trajo el pecado a la raza humana en el Jardín del Edén, donde tentó a Adán y Eva con la misma seducción, “…serán como Dios.” Génesis 3 describe su rebelión contra Dios y contra Sus mandamientos. A partir de ese momento, el pecado ha sido transmitido a través de todas las generaciones de la raza humana hasta nosotros, los descendientes de Adán, que hemos heredado el pecado de él. Romanos 5:12 nos dice que a través de Adán, el pecado entró en el mundo y así la muerte pasó a todos los hombres porque “la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23). Esta es la condición que conocemos como el pecado hereditario. Así como heredamos las características físicas de nuestros padres, heredamos nuestras naturalezas pecaminosas de Adán.

Adán y Eva fueron hechos a la imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:26-27). Como resultado, todos los seres humanos también somos formados a la imagen y semejanza de Dios (Génesis 9:6). Sin embargo, también somos a la imagen y semejanza de Adán (Génesis 5:3). Cuando Adán cayó en el pecado, su consecuencia alcanzó a todos y cada uno de sus descendientes, habiendo sido “infectados” también con el pecado. David lamentaba este hecho en uno de sus Salmos: “He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.” (Salmo 51:5). Esto no significa que su madre lo hubiera concebido ilegítimamente, sino que su madre había heredado de sus padres, una naturaleza pecaminosa, al igual que todos nosotros. Aún si vivimos la vida más perfecta posible, seguimos siendo pecadores, como resultado del pecado heredado. 

El haber nacido pecadores, trae como consecuencia el hecho de que todos pecamos. Nótese la secuencia en Romanos 5:12 - El pecado entró al mundo a través de Adán, al que le siguió la muerte; la muerte afecta a toda la gente; toda la gente peca porque heredó el pecado de Adán. En razón de que “. . .todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23), necesitamos un sacrificio libre de pecado para lavar nuestros pecados, algo que nosotros no tenemos poder para lograr por nosotros mismos. ¡Gracias a Dios, Jesucristo es el Salvador del pecado! Nuestros pecados han sido crucificados en la cruz de Jesús, “en quien tenemos redención por Su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de Su gracia.” (Efesios 1:7). Dios, en Su infinita sabiduría, ha provisto el remedio para el pecado que heredamos, y ese remedio está disponible para todos: “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9)

CONTROVERSIA PELAGIANA

POSTURA

PRINCIPALES DEFENSORES
RESUMEN
TEXTOS NOTABLES

Pelagianismo
Pelagio (354-c. 430)

Julián de Eclana ( 454)

Celestio ( c. 440)
La muerte corporal era natural para Adán.

Su pecado fue un acto personal sin consecuencias para su posteridad.

Los niños nacen como Adán antes de pecar.

Nadie muere en razón del pecado ni resucita en virtud de la resurrección de Cristo.

El Antiguo y el Nuevo Testamento conducen igualmente al cielo.

En el Antiguo Testamento hubo hombres sin pecado.

La gracia de Dios consiste en la ley natural que todo hombre lleva impresa en su conciencia, en la ley que Dios dio a Moisés y en el ejemplo de Jesucristo.

El hombre nace esencialmente bueno y es capaz de hacer lo que es necesario para la salvación.
'Juliano el obispo, un hombre de vigoroso carácter, entendido en las Sagradas Escrituras y adelantado tanto en griego como en latín, fue, antes de que destapara su participación en la impiedad de Pelagio, distinguido entre los doctores de la iglesia. Pero después, intentando defender la herejía de Pelagio, escribió cuatro libros Contra Agustín, el oponente de Pelagio y luego ocho más. Hay también un libro conteniendo una discusión donde defiende su postura. Este Juliano, en tiempos de hambre y escasez, atrajo a muchos por medio de limosnas y atractivo de virtud asociándose con él en su herejía. Murió durante el reinado de Valentiniano, hijo de Constantino.' (Genadio, Vidas de hombres ilustres, 46)

Agustinianismo
Agustín de Hipona(354-430)
El hombre está muerto en pecado; la salvación es totalmente por la gracia de Dios, la cual es dada solamente a los elegidos.
'Pues no porque creímos, sino para que creyésemos, nos eligió a fin de que no podamos decir nosotros que le elegimos a él primeramente... Y no porque creímos, sino para que creamos somos llamados.'

'Pero consideremos bien nosotros las palabras del apóstol (Efesios 1:4), y veamos si por ventura nos eligió antes de la fundación del mundo, porque habíamos de ser santos e inmaculados, o más bien para que lo fuésemos... nos eligió Dios, por tanto, antes de la creación del mundo, predestinándonos en adopción de hijos, no porque habíamos de ser santos e inmaculados por nuestros propios méritos, sino que nos eligió para que lo fuésemos.'

Semipelagianismo
Juan Casiano( c. 433)
La gracia de Dios y la voluntad del hombre cooperan en la salvación, debiendo el hombre tomar la iniciativa.
'Adán no perdió con la caída -en expresión de Génesis 3:22- la ciencia del bien que había recibido.'

'Dios, viendo nuestra voluntad inclinarse al bien, viene en nuestra ayuda, nos guía y sostiene.' (De Incarnatione 13,8)

Semiagustinianismo
Próspero de Aquitania(c.390-c.463)
'La gracia de Dios viene a todos y capacita a la persona a escoger y realizar lo que es necesario para la salvación.'

Dios ofrece a todos idénticas posibilidades, poniendo a disposición de cada uno los medios adecuados.

Soli Deo Gloria




domingo, 4 de septiembre de 2016

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Análisis de la Visión Celular en el Modelo de los 12

Y se levantarán muchos falsos profetas, y a muchos engañarán. (Mat 24:11)

1. LA VISION CELULAR M12 ES CRECIMIENTO NUMERICO POR MEDIO DE LAS CELULAS

Básicamente la misión de esta visión celular es la multiplicación geométrica de los miembros/discípulos de una iglesia. Doce, ciento cuarenta y cuatro, veinte mil setecientos treinta y seis, y más. Cada discípulo tiene la meta de multiplicarse en doce.

La idea del trabajo en células con 12 discípulos fue implantada por César Castellanos que llamó a su movimiento Visión Celular En El Gobierno De Los Doce (G12). A su vez, René Terranova, ex discípulo de Castellanos, al separarse de este, forma su propio movimiento, con el nombre de Visión Celular En El Modelo De Los Doce. Pero inicialmente la idea de trabajar con grupos pequeños nació con David Yonggi Cho pastor de la Iglesia del Evangelio Completo en Seúl Corea, quién podría llamarse el padre de esta visión.

Lo notable es que el Señor Jesús nunca enseñó a sus discípulos que debían multiplicarse en grupos de doce, ni aún después, nunca se menciona a Pedro, o a Juan, ni a Pablo reuniéndose con sus doce en ninguna parte del Nuevo Testamento. Por esa razón no se puede decir que la visión celular es una estrategia bíblica. Aunque sí se reunían en las casas sin importar el número.

La visión celular ha transformado a la iglesia del siglo XXI en una empresa multinacional con anexos o sucursales en otros países. En ese sentido el MIR también ha fusionado a iglesias de diferentes denominaciones bajo su regencia, como Asambleas de Dios, Iglesia Cuadrangular, Bautistas, Presbiterianos, Libres y otros. Todos sujetos a la autoridad y gobierno del apóstol René Terranova.

La visión celular es una estructura piramidal donde existe una sola cabeza visible, en este caso René Terranova y de él parten todos los comandos y las estrategias que deben seguir estrictamente todos los que están bajo su gobierno. Es muy semejante a la estructura de la iglesia católica, donde la cabeza visible y representante de Dios es el Papa, quien por cierto es el mayor líder de multitudes del mundo.

2. LA ESTRATEGIA INFALIBLE PARA GANAR ALMAS EN LA VISION CELULAR DEL M12

La visión celular ha interpretado la gran comisión (Mateo 28:19) a su manera, es decir, atraer a la gente con todos los recursos que funcionen. En palabras del apóstol Terranova: “Todos están comprometidos en ganar almas, organizando cenas, tés, conciertos, reuniones de oración, entretenimientos y cualquier cosa que funcione”.

Una vez que entran en una célula se debe trabajar con mucha dedicación sobre los deseos y sueños comunes de la gente (Sueña y ganarás el mundo): 1) Prosperidad financiera; 2) Salud física y emocional; 3) Felicidad en el matrimonio y la familia; 4) Conquistas personales, en la profesión, en los negocios, en el amor y en el liderazgo, creciendo en influencia sobre otros. Logrando todo eso mediante la obediencia a los principios extraídos de la Biblia y en sujeción absoluta a su líder. Los sueños son el lenguaje del reino de los cielos.

La visión celular enseña de un Dios que bendice, dando recompensas terrenales, solo a gente excelente, quienes reciben todas las bendiciones ya mencionadas, cuando cumplen todos los requisitos establecidos por el líder de la visión, en este caso el apóstol René Terranova.

3. RETENCION DE LOS FRUTOS POR MEDIO DE UN LIDERAZGO DE EXCELENCIA

Los líderes son capacitados para motivar a la gente con la promesa del cumplimiento de sus sueños. Con ese objetivo primario se prepara a las personas adiestrándolas y adoctrinándolas, usando principios tomados de la Biblia, junto con principios de la metafísica, la sicología, el pensamiento positivo, el misticismo, etc. Pero cuidando de que entiendan que todo proviene de Dios, y que Él merece toda la gloria.

El líder debe ser el ejemplo para sus discípulos, en cuanto al cumplimiento de los sueños de Dios para sus vidas. Por eso debe enfatizar las bendiciones y los milagros que ya ha recibido desde que está en la visión para motivarlos a perseverar hasta recibir todo lo que desean y sueñan. En la visión celular todos los sueños deben cumplirse para testimonio de la fidelidad de Dios.

La excelencia de un doce está en las bendiciones materiales y éxitos personales que ha cosechado. Eso hace que la influencia de su liderazgo atraiga a una mayor cantidad de discípulos, quienes querrán ser como él, o como ella. Ese es el nivel al que todo líder de célula debe llegar, siendo el apóstol su principal ejemplo.

4. LA IMPORTANCIA FUNDAMENTAL DE LOS ENCUENTROS

El objetivo primordial de los encuentros es el adoctrinamiento de los discípulos. Todos deben estar convencidos de que necesitan recibir sanidad interior de las heridas del pasado. Eso significa que las personas no pueden ser felices, no pueden alcanzar sus sueños y sus metas en la vida por causa de los traumas que sufren, por las heridas recibidas en el pasado. Sin sanidad interior nadie puede llegar a ser un líder de excelencia.

El método utilizado para ministrar sanidad interior en los encuentros se basa principalmente en la “terapia sicológica”, la visualización, la regresión, la confesión positiva, con el respaldo de algunos pasajes bíblicos como: “Más yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron diciendo: Esta es Sión de la que nadie se acuerda.” (Jeremías 30:17).

También se utiliza mucho el pasaje de (1Reyes 19:4) para enseñar sobre la depresión de Elías, que según interpretan, hasta se quiso suicidar, hasta que Dios lo sanó y pudo cumplir su misión. Otro pasaje que se usa para justificar la necesidad de sanidad interior es (Juan 4) donde una mujer cuyas heridas en sus relaciones con diferentes hombres le habían producido una terrible baja autoestima, hasta que Jesús la sanó. También el pasaje de (Éxodo 4:10) se utiliza para demostrar que Moisés era tartamudo por causa de alguna herida en su pasado. Los traumas prolongados pueden dar lugar a la opresión y luego a la posesión demoníaca.

El que ministra sanidad interior en el encuentro debe lograr que las personas asocien sus problemas actuales y la falta de éxito en sus vidas, a las heridas no sanadas de su pasado, que se han convertido en traumas. Solo necesitan ser sanadas para poder alcanzar sus sueños de una vida mejor.

La necesidad de sanidad interior puede ser una realidad en una persona inconversa, aunque nunca ninguna terapia psicológica podrá cambiar jamás su conducta. La Biblia enseña que solamente el nuevo nacimiento puede transformar a un pecador empedernido en una nueva creación (2Corintios 5:17) Solo el poder de Dios puede hacer eso sin necesidad de ninguna ayuda sicológica o mística (Ezequiel 36:25-27).

Otro de los pilares de un encuentro es la ministración de liberación. Así como la necesidad de recibir sanidad interior, también todos los discípulos deben estar convencidos de que necesitan liberación por lo menos en un área de sus vidas.

La visión celular M12 enseña que todas las personas vienen al mundo con una herencia de maldición, de por lo menos cuatro generaciones (Éxodo 20:5) En resumen los pecados de nuestros padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos en mayor o menor medida nos alcanzan y nos inclinan más hacia ciertos pecados. Ejemplo: “Soy drogadicto porque mi abuelo era alcohólico”; “Entré en el satanismo porque mi tatarabuela era médium”.

La liberación de las maldiciones hereditarias y otras que se adquieren por causa de involucrarse en las drogas, en el ocultismo, o en perversiones sexuales, etc., es absolutamente imprescindible para que los discípulos puedan vivir una vida libre temores, fracasos y conductas destructivas asociadas con los demonios.

Todo esto puede ser posible en personas no cristianas. Pero la visión celular afirma que también los cristianos pueden ser poseídos por demonios y aquí sí ya tropieza con un grave problema teológico. Porque si un cristiano puede ser poseído por demonios, entonces la obra de Cristo en la cruz fue insuficiente (Filipenses 3:18) (1Corintios 6:17) Esta es una de las peores apostasías. ¿Pueden habitar en una persona salva Cristo junto con los demonios? Es imposible porque somos un mismo espíritu con Él

La visión celular afirma que los discípulos - por causa de las heridas en el ministerio y los problemas personales – siempre van a necesitar sanidad y liberación pero ya en niveles más profundos. Otra vez aquí podemos ver la enseñanza de que la obra de Cristo en la cruz fue insuficiente, y que se debe ir completando con la ayuda de las terapias sicológicas, el pensamiento positivo, y otras doctrinas de la nueva era. Pero la Biblia dice otra cosa en (Gálatas 3:13) Cristo llevó toda nuestra maldición en la cruz y con la salvación también recibimos nuestra liberación por la fe.

El otro peligro de esta doctrina, que enseña, de que los sufrimientos y la falta de éxito en esta vida son consecuencia del pecado de nuestros antepasados y de las heridas que recibimos desde el vientre de nuestra madre, quitando así la responsabilidad individual ante Dios por nuestros pecados, echándola sobre otros. Eso es totalmente anti bíblico (Jeremías 31:29-30) El problema del hombre es que ama sus pecados (Juan 3:19).

5. EN LA VISION CELULAR M12 EL ENFASIS ESTA EN LAS RIQUEZAS TERRENALES

El propósito verdadero de los encuentros es llevar a las personas a creer que al ser sanadas de sus traumas y liberadas de sus maldiciones quiten todo impedimento y puedan recibir todas las bendiciones de Dios; prosperidad financiera sobre todo, luego salud física y emocional, éxito en todo emprendimiento, y felicidad conyugal y familiar, que acompañan a todo líder de multitudes. Para ellos eso significa vivir en el reino de Dios.

Por esa razón para el M12, la pobreza es consecuencia de alguna maldición que no se ha roto, o de un trauma que no se ha tratado. Lo mismo sucede con la enfermedad, o la falta de éxito, o los problemas familiares y personales; todo se relaciona con maldiciones o la falta de sanidad interior.

Pero si eso fuera verdad, el apóstol Pablo vivió bajo maldición desde que conoció a Cristo: “Ahora mismo tenemos hambre y sed, andamos casi desnudos, la gente nos maltrata, y no tenemos ni donde vivir. Nos cansamos trabajando con nuestras manos. Bendecimos a los que nos insultan. Cuando sufrimos lo soportamos con paciencia. Cuando hablan mal de nosotros, contestamos con palabras amables. Hasta ahora se nos ha tratado como si fuéramos la basura del mundo.” (BPT)(1Corintios 4:11-13). Según estas declaraciones Pablo debería estar lleno de traumas, con una bajísima autoestima y en terrible maldición.

Pablo por su testimonio estaría completamente descartado para ser un líder de la visión celular, necesitaba urgentemente ir a un encuentro, porque era pobre, ni casa tenía, era despreciado, maltratado y para colmo Dios permitió que Satanás le pusiera una enfermedad: “…padezco de algo muy grave. Es como si Satanás me clavara una espina en el cuerpo para hacerme sufrir. Tres veces le he pedido a Dios que me quite este sufrimiento, pero Dios me ha contestado: Mi amor es todo lo que necesitas” (BPT) (2Corintios 12:7-9).

Antes de ser cristiano a Pablo le iba mucho mejor: Era el mejor de los hebreos, el mejor de los fariseos, el que mejor cumplía la ley (Filipenses 3:5-6) Pablo tenía fama y dinero como perseguidor de la iglesia, pero sin embargo esto dijo: “Pero, gracias a lo que Cristo hizo por mí, ahora pienso que no vale la pena lo que antes consideré de valor. Todo eso lo he dejado a un lado, y lo considero basura, con tal de llegar a conocer bien a Cristo…” (V.7-9) (BPT).

A Moisés también le iba mucho mejor como príncipe en Egipto y aspirante al trono de Faraón, sin embargo después de ser llamado por Dios terminó sus días con lo justo: “Moisés confió en Dios y, por eso, cuando ya fue hombre, no quiso seguir siendo hijo adoptivo de la hija del rey. No quiso disfrutar de lo que podía hacer y tener junto a ella, pues era pecado. Prefirió que los egipcios lo maltrataran, como lo hacían con el pueblo de Dios. En vez de disfrutar de las riquezas de Egipto, Moisés decidió que era mejor sufrir, como también iba a sufrir el Mesías, pues sabía que Dios le daría su premio.” (Hebreos 11:24-26) (BPT) ¿Dónde Moisés recibió su premio? ¿Aquí en la tierra? No, en el cielo.

Dios nunca prometió una vida de reyes para sus hijos aquí en la tierra, nunca prometió riquezas materiales, sino riquezas espirituales, nunca prometió fama, sino desprecio y persecución por causa del evangelio. Sí prometió gozo y paz en medio de las pruebas y dificultades de la vida. Esto solo puede motivar y dar gozo a los hijos de Dios, pero para los que no son, esto es ¡una locura! (1Corintios 1:18) La Biblia enseña que ni la pobreza, ni la riqueza pueden ser impedimentos para vivir en la plenitud de Cristo: “Se bien lo que es vivir en la pobreza, y también lo que es tener de todo. He aprendido a vivir en toda clase de circunstancias, ya sea que tenga mucho para comer, o que pase hambre; ya sea que tenga de todo, o que no tenga nada. Cristo me da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones.”(Filipenses 4:12-13).

El énfasis del M12 en las bendiciones materiales y terrenales se justifica, porque sirve para atraer a los que no son hijos de Dios, a quienes las riquezas espirituales no les interesa para nada, ni para permanecer en la iglesia, ni mucho menos para ser líderes. Solo las conquistas terrenales los pueden motivar a crecer en la visión.

6. LA IMPORTANCIA DE LA DEIFICACION DEL LIDER SUPREMO

En el M12 la multiplicación de los discípulos y el crecimiento de las células dependen totalmente de la figura del apóstol, o líder supremo. El carisma, el poder, y el magnetismo que emanan de su persona y de su nombre crecen en la misma medida que las células se multiplican, y estimulan a los que van entrando, como ocurre con la abeja reina a medida que crece el panal, o como la hormiga reina en un gran hormiguero con millones de obreras. Cuánto más crece la estructura mayor es la dependencia de los discípulos y mayor el poder del líder supremo.

Esta es la misma estructura piramidal que ha sostenido e impulsado a la iglesia católica durante siglos en la cúspide del liderazgo espiritual en toda la tierra. Sin Papa no puede existir la iglesia católica y ahora sin apóstol no puede existir la visión celular en el modelo de los doce.

Pero para que la iglesia católica pudiera permanecer y crecer en su hegemonía sobre todas las demás religiones, el Papa tuvo que ser deificado, es decir investido como vicario de Cristo, alguien que ocupa el lugar de Cristo en la tierra. Es muy curioso que al apóstol Terranova lo hayan investido como el “Paipóstolo”, o el padre apóstol, uno que gobierna sobre todos los apóstoles de la visión celular. La deificación del líder supremo es necesaria para el crecimiento y la hegemonía a escala mundial de la visión.

Dios reina en el cielo y el Papa en la tierra fue siempre el slogan de la iglesia católica, y en la visión celular es casi similar, Dios reina en el cielo y el “Paipóstolo”en la tierra. Pero esto no es algo nuevo, sino una historia que se ha repetido siempre en todas las épocas.

Nabucodonosor en la cumbre de su reinado mandó que le construyeran una estatua de oro para deificarse, todos los Césares romanos eran también dioses; cuando Hitler decretó los mil años del Tercer Reich fue también deificado por la cúpula del nazismo y por todo el pueblo. La figura de un líder/dios, es necesario para conseguir la fidelidad absoluta de todos los seguidores y discípulos.

El apóstol Terranova dijo: “La visión debe adoptarse y no adaptarse. Algunos líderes por orgullo, y otros por no querer someterse a la legitimidad de la visión, intentaron cambiar los principios básicos de ella, trayendo trastornos, y claro, obteniendo resultados traumáticos. Algunos especuladores estuvieron usando la visión para su propio beneficio. Esto fue muy malo para toda la visión y por causa de eso recibieron una interpretación equivocada”.

“No fueron pocos los que no se adhirieron a la visión celular, algunos por miedo y otros porque han sido discipulados contra la misma, sin embargo cuando el entendimiento se les abra comenzará el verdadero tiempo para ellos. Pero nadie impedirá el proceso de la visión celular en el modelo de los 12, porque vino del corazón de Dios.”

La clave en el M12 es que solo puede gobernar un apóstol en este caso Terranova, todos los demás deben estar sujetos a la cabeza. Así como tampoco hay dos Papas. La estructura piramidal solo funciona con un líder supremo. Continúa diciendo el apóstol Terranova:

“En el inicio de su ministerio Jesús llamó a 12 hombres a quienes constituyó en 12 discípulos, que luego serían 12 apóstoles. Jesús estaba iniciando un trabaja en el que iría a discipular, preparar y equipar personas, para la obra que Él mismo estaba anunciando al mundo, el establecimiento de un reino que jamás tendría fin”(Daniel 2:44; Mateo 4:17).

En la visión celular la estructura piramidal está encabezada por el apóstol Terranova, que ocupa el lugar de Jesús en la tierra y legitima con esa autoridad a sus 12 apóstoles para conquistar las naciones de la tierra y establecer el reino de Dios. Es la misma estructura y misión que usó el catolicismo desde la edad media, para conquistar todas las naciones del mundo.

Solo que en la Biblia el establecimiento del reino de Dios no lo hará ningún Papa, ningún Apóstol ungido, ni la iglesia, porque lo hará el mismo Señor Jesucristo cuando regrese como rey y establezca su reino que durará mil años.

El M12 es un gobierno establecido para conquistar, no para servir. Es un reino compuesto por reyes y sacerdotes, y no de siervos.  Su meta es terrenal, no celestial.

7. PARA EL M12 LA SALVACION ES SECUNDARIA

Ellos enseñan que nadie puede saber si es realmente salvo hasta el final, lo interpretan así según (Mateo 24:13) “Más el que persevere hasta el fin, éste será salvo”. Por esa razón lo más importante es que los discípulos se conviertan “a la visión”, que vendría a ser como un segundo nacimiento. Como se ve, esto es una terrible herejía, que ataca la doctrina más importante de la Biblia. Sobre este falso principio se apoya su principal estrategia de crecimiento: “Cada discípulo, un líder”. Sea este cristiano o no.

El Jesús a quién dicen servir, no es el Jesús de la Biblia, es otro Jesús: “Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Más si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema” (Gal. 1:6-8).
Soli Deo Gloria