jueves, 22 de febrero de 2018

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¿Danza en la Iglesia?

Examinadlo todo; retened lo bueno. (1 Ts. 5:21
1. Se le llama danza hebrea. Al estudiar la formación del pueblo hebreo en el pentateuco vemos como los 12 patriarcas terminaron viviendo en Egipto comenzando la nación de Israel en dicho país durante sus primeros 400 años de historia donde terminaron siendo esclavos hasta su liberación durante la primera pascua por mano de Moisés.  Naturalmente un pueblo criado en Egipto adoptará su cultura y costumbres  incluyendo artes, bailes y creencias. En  Egipto se rendía culto a  Isis y a otras deidades paganas por medio de danzas y varios tipos de rituales.  El resultado de ello lo podemos ver en Éxodo Capítulo 32. Acabando de salir de Egipto lo primero que hicieron como pueblo no fue adorar al Dios que los libero y llevo frente al monte Sinaí, más bien crearon un becerro de oro al cual adoraron con danzas  y ofrendas causando la ira de Moisés (Éxodo 32:19). Al copiar estas danzas copiamos el mismo paganismo del cual el hebreo fue culpable. Me ha llamado la atención como en algunas “iglesias cristianas” se danza usando las alas de Isis como parte del vestuario y en muchas ocasiones he visto como en el altar usan un traje pegado al cuerpo que deja poco a la imaginación.
diosa Isis

Danza   en   una   iglesia   de avivamiento

Otros ejemplos viles de la danza:
En Jueces capítulo 11 vemos como Jefte término ofreciendo sacrificio humano matando a su hija quien fue escogida para ello mientras ella danzaba (Jueces11:34-35).
En Mateo 14:6 vemos como la danza fue usada como pago para mandar a decapitar a Juan el Bautista y así callar la voz profética que denunciaba el pecado.
En 2 Samuel 6:22 David admitió es uso vil que estaba haciendo de la danza cuando quedó desnudo para impresionar a las mujeres y siendo amonestado por Mical.
En Isaías 3:16-17 vemos como Dios decreta juicio contra las israelitas que con orgullo danzaban.
“Asimismo dice Jehová: Por cuanto las hijas de Sion se ensoberbecen, y andan con cuello erguido y con ojos desvergonzados; cuando andan van danzando, y haciendo son con los pies; por tanto, el Señor raerá la cabeza de las hijas de Sion, y Jehová descubrirá sus vergüenzas”. Isaías 3:16-17

2. En el antiguo testamento vemos referencias sobre danzas como la de David más en el Nuevo testamento no hay ninguna referencia que indique que la danza se practicara o que se mandase a hacer en la iglesia. Tampoco se conoce de algún escrito histórico extra bíblico que documentara dicha práctica en la iglesia primitiva. El pueblo hebreo tenía una cultura similar a la de sus vecinos y eso se reflejaba en los salmos más nosotros no somos hebreos. Históricamente hablando ni aun los judíos practicaban las danzas en la sinagoga pero algunos en nuestras iglesias gentiles quieren ser más judíos que quienes sí son étnicamente  judíos. El verdadero judío tiene sus bailes seculares como los tiene cualquier otra cultura y a eso se limita la verdadera danza hebrea.

Si consideramos los eventos en que personajes de la Biblia danzaron como en el ejemplo de María la profetisa en Éxodo15:20, la danza de las mujeres y David en 1 Samuel  capítulo 18  vemos como son celebraciones específicas y espontáneas por ser librados de algún enemigo mortal, en el caso de María celebró el escape de los egipcios y en el caso de David y las mujeres la victoria contra los filisteos mas no era algo que era parte de un ministerio de adoración lo cual recaía solo sobre los varones levitas.

Otro dato a considerar es que de todas las instancias bíblicas donde se menciona algún tipo de danza, baile, etc. ninguna de ellas se realizó en algún templo o sinagoga.

También se debe tener en mente que casi la totalidad de los bailes mencionados en la Biblia eran efectuados por mujeres y estas no tenían participación en el ministerio del levita (todos eran varones) así que si bailaban no lo hacían como parte del culto a Dios. Era un asunto cultural y de celebraciones.

El Rey David quien hoy se usa como el mayor ejemplo de “danzor” y fue quien fundó el ministerio musical en el templo poniendo a cargo al músico Asaf nunca dio instrucciones a Asaf (músico principal) o a los levitas en relación a bailes o danzas en el templo o como parte de la adoración a Dios (1 Crónicas 25:1). No las practicaban. Y esto fue a pesar de que en todas las culturas y épocas  la música, baile y poesía siempre han sido consideradas inseparables y David fue quien escribió la mayoría de los Salmos. Asaf también es autor de un buen número de salmos en la Biblia. Estas danzas mencionadas en los Salmos son sinónimo de expresiones espontáneas de alegría, una invitación a tener un corazón alegre.

Algo que no se ha tomado en cuenta sobre la danza de David está en 2 Samuel capítulo 6 donde se describe el momento en que David traía de regreso el arca del pacto. Esto no parece haber estimulado la reverencia ya que lo próximo que ocurrió fue que Uza se atrevió a tocar el arca provocando la ira de Dios quien le quitó la vida por su atrevimiento y aun David tuvo miedo en ese momento. También vemos en 2 Samuel 6:12-23 que al llegar el arca a Jerusalén David bailó con tal desenfreno que terminó prácticamente desnudo delante de las mujeres que estaban presentes. ¿Ya que David se usa como el ejemplo supremo de la danza cristiana será esto ejemplo aceptable para la adoración por danza? Al final David contesta de forma arrogante a la crítica de su esposa Mical diciendo en el verso 22 “Y aun me haré más vil que esta vez, y seré bajo a tus ojos; pero seré honrado delante de las criadas de quienes has hablado”.

Nota como David confiesa que lo que quiere es ser honrado por las mujeres o lucirse frente a ellas con un baile que seguramente se torno sensual ya que lo hizo tan eufórico que terminó mostrando su desnudez públicamente y sabemos que David era débil ante el adulterio así que su baile delante de Jehová fue en la carne aunque fuese celebrando el regreso del  arca del pacto con un acto nada espiritual. ¿Por qué no dijo esto lo hago para adorar al todo poderoso o ser honrado por Dios?  Si yo  bailo como David danzaba entonces deberían echarme de la Iglesia por irreverente y vil como el mismo confesó ser en ese ejemplo. Casi todos criticamos a Mical y hasta cantamos ese coro de “David bailaba” pero si lo piensas bien Mical tenía un punto válido y aunque David fue un héroe de la fe delante de Dios también cometió grandes pecados como el adulterio y el asesinato de un inocente entre otras cosas. El único ejemplo perfecto es Jesús, no hay nadie más a quien imitar que a Cristo (1 Corintios 11:1).

También podemos ver que David usaba la ropa sacerdotal lino en la calle durante su danza a pesar de que la vestidura sacerdotal era para ser usada solo en el atrio interior del santuario por los sacerdotes y al salir del atrio debían cambiarse la ropa porque eran solo para uso sacerdotal en el atrio interior según descrito en Ezequiel 44:16-19. Usar el vestido sacerdotal como lo uso David en su baile no muestra reverencia así que un atuendo de danza no debería clasificarse de sacerdotal.

Ten en mente que al decir “delante de Jehová” no significa necesariamente que era agradable a Dios, significa que se hacía en su presencia o frente a sus ojos que todo lo evalúan. Es una expresión que resalta la idea de que un evento o persona particular haciendo el bien o el mal ha captado la atención de Jehová Dios Todopoderoso por lo significativo de ello.  Ejemplo de esto lo podemos ver en Génesis 7:1 y  10:9.

Estos bailes o danzas mencionados en las referencias bíblicas eran solo una respuesta emocional  espontánea causada por una buena noticia digna de celebrar y no era necesariamente un asunto espiritual aunque no  había  pecado  en  estas celebraciones. No es pecado tener emociones pero estas deben permanecer bajo control. De hecho los libros de Éxodo, Números, 1 y 2 Crónicas tienen múltiples instancias donde se describe detalladamente la función del ministerio sacerdotal del levita las cuales incluían los asuntos del templo, sacrificios y la adoración por medio de la música y en ninguna de estas instancias se menciona algún tipo de danza, movimiento corporal o baile porque ellos no lo hicieron parte del culto a Dios. Estoy seguro de que el levita del antiguo testamento sabía lo que se debía y no debía hacer en el culto a Dios ya que les fueron dadas instrucciones muy detalladas. Tampoco encontramos escritos de antiguos escritores teológicos que mencionaran esta práctica en cualquier época de la iglesia. La danza se dio a conocer a la iglesia moderna en el siglo XX con el surgimiento del movimiento carismático.

¿Qué significa entonces el hecho de que en los salmos está escrito “Alaben su nombre con danza”?

En un  estudio bíblico publicado por www.contestandotupregunta.org hacen la siguiente aclaración:

“Alaben su nombre con danza.” En dos casos importantes, machowal se traduce como “danza” (Salmos  149:3 y 150:4). Ellos son muy importantes porque a la vista de muchas personas ellos proporcionan el más fuerte  apoyo bíblico a la danza-baile como parte del culto de adoración de la iglesia.

Una mirada cercana a estos textos muestran que esta aseveración popular está basada en una lectura superficial e interpretación inexacta de los textos. Lingüísticamente, el término “danza” en estos dos versos se disputa. Algunos estudiosos creen que  machowl se deriva de chuwl  que significa “hacer una apertura” una posible alusión a un instrumento de “viento”. De hecho ésta es la lectura marginal dada por la versión  inglesa KJV (King James Versión). El salmo 149:3 se lee:  “Alábenle con pandero y danza ” [o “con instrumento de viento”,   nota   al   margen   de   KJV]. Contextualmente, machowl parece ser una referencia a un instrumento musical; tanto en Salmo 149:3 y  150:4, el término ocurre en el contexto de una lista de instrumentos a ser usados para alabar al Señor. En Salmo 150 la lista incluye ocho instrumentos: trompeta, salterio, arpa, pandero, instrumentos de cuerdas, órganos, címbalos, címbalos que resuenan (KJV). Ya que el Salmista está listando todos los posibles instrumentos a ser usados para alabar al Señor, es razonable también asumir que machowal es un instrumento musical, cualquiera sea su naturaleza. –  fin de la cita.

La danza puede usarse sin pecado de forma cultural para una celebración como por ejemplo una boda pero no puede haber tal cosa como un ministerio de danza dentro de la Iglesia. La palabra ministerio se usa muy casualmente en esta época y no cualquier cosa que quiera incluir en la iglesia se le debe llamar ministerio, una palabra que algunos abusan para hacer incuestionable algo que si es cuestionable y que necesita ser juzgado (evaluado) ante la palabra de Dios.

“Todo me es lícito, mas no todo conviene: todo me es lícito, mas no todo edifica”. 1 Corintios 10:23

3. Las danzas en la iglesia promueven teologías heréticas como la del dominionismo (reino ahora), pactos extra bíblicos, movimiento carismático y el “yo declaro, yo decreto” las cuales son seguidas por las iglesias apostatas de la reforma apostólica, carismáticos y el G12 entre otras. Muchos defensores de la danza cristiana citan a la profecía en Hechos 15:16 que habla de la restauración del tabernáculo caído de David, profecía que mal interpretan promoviendo el dominionismo y la onda del vino nuevo que es promovido por el G12. Esta profecía del tabernáculo de David será cumplida solo por Jesucristo en persona en el momento que el  establezca el reino del milenio (el trono de David) luego de su segunda venida y no es la iglesia o los adoradores quienes restauran este tabernáculo caído de David que de todas formas no menciona danzas.
Considere la letra de la música que se usa para la mayoría de las danzas en las iglesias y en muchas ocasiones encontrarás la teología dominionista en su letra y en el lenguaje de la bailarina. Esto hará pensar a estas iglesias apóstatas que las iglesias de sana doctrina que permiten la danza en su tempo aceptan su corrompido evangelio de la misma forma que ellos y pone a la iglesia sana en riesgo de caer en apostasía atrayendo a apóstatas a nuestras iglesias. Un poco de levadura leuda toda la masa (Gálatas 5:9). No se necesita mucho para pervertir una congregación.
4. Con sus movimientos corporales apelan a un culto emocional en lugar a un culto racional como se nos manda en Romanos 12:1 y Romanos 7:25. En Romanos 7:23,25 vemos el contraste entre la razón (la mente) y las emociones representadas por los sentidos de la carne. Los bailes, aun cuando las que danzan estén vestidas apropiadamente promueven un tipo de sensualidad que apela a los sentidos carnales y a las emociones mientras que la predicación de la palabra, música de buen contenido teológico y estudio de la palabra apelan a la mente (razón). Un culto emocional no tiene fruto y por eso vemos muchos que lloran en el altar para luego no dar frutos de arrepentimiento ya que solo le apelaron a las emociones y no a la mente donde se entiende la realidad del pecado, convicción, juicio, justicia y el cómo agradar a Dios.  Y Dios mismo trabajara con su corazón cuando puedan entender con sus mentes la palabra de buen contenido bíblico que oyeron. La Biblia dice que la fe viene por el oír la palabra de Dios (Romanos 10:17) y no es por vista, en este caso ver un grupo de personas bailando (danzando) en el templo solo puede producir una respuesta emocional sin fruto lo cual explica porque en este tipo de actividad el 99% son mujeres ya que la mujer por su naturaleza son más sensibles emocionalmente que el hombre. Por eso los hombres deben ser buenos maridos para cubrir todas las necesidades de sus respectivas esposas, cuidarlas y no descuidarlas.

Éxtasis: Otro efecto que pueden observar en las danzas que se hacen en las iglesias es que la danzora como se hacen llamar al concentrarse en la combinación de la música y movimiento pueden caer fácilmente en un estado de éxtasis. Este tipo de éxtasis está documentado con el nombre de éxtasis religioso o místico. Observe las expresiones en sus caras cuando danzan y se dará cuenta, no es la unción, es la emoción del éxtasis algo que la persona que lo experimenta puede confundir con la aprobación o presencia de Dios debido a lo sobrecogedor de la emoción que provoca. Según la historia de la danza en www.historyworld.net este tipo de éxtasis  de la danza causa un estado alterado de conciencia (trance hipnótico) que lleva a la euforia y  esto fue documentado por primera vez en las danzas hechas en el culto a Dionisio en la cultura grecorromana. Escuchar la misma canción una y otra vez decenas de veces puede llevar a este estado de trance. Incluso existe un género musical muy popular llamado “trance” por el efecto que provoca. Esto se practica en varias religiones paganas y en el budismo a esta experiencia de iluminación por trance se le llama nirvana.

Les recomiendo leer es  artículo titulado: El éxtasis y las alucinaciones religiosas producidas por la música en www.rinconpsicologia.com donde se explica claramente este fenómeno común en varias religiones y lamentablemente se pueden colar a las iglesias substitutos a la provisión de Dios muchas veces sin mala intención. Yo creo en que Dios puede dar tremendas experiencias sobrenaturales cuando de verdad estamos en su presencia pero este no es el caso, el maligno es experto en presentar substitutos y falsificaciones a los dones de Dios. No condeno a quien trae las danzas a la iglesia por que se que la mayoría lo hace pensando que le hacen un servicio a Dios pero si les exhortó a abandonar esta práctica y enderezar su camino basado en la palabra de Dios. Hay muchas maneras bíblicamente aprobadas que todos podemos usar para adorar y servir al verdadero Dios. En una defensa por la práctica de la danza en la iglesia la Pastora Patricia Brearley del proyecto llamado “Adoración Continental” apoyado por el Apóstol Rony Chavez describe  la danza como una de estasis y  menciona que la danza de David fue una de estasis diciendo “La danza éxtasis de David, vino como resultado de una pérdida dolorosa, corrección y restauración de un verdadero adorador de Israel”. Con esto vemos un patrón de cómo una danza trata de ser usada para llenar una necesidad meramente emocional y también vemos el vínculo entre las danzas y las iglesias de la reforma apostólica y la prosperidad material. Recuerda que un culto emocional no tiene fruto al contrario del culto racional (con nuestra mente).
Y renovaos en el espíritu de vuestra mente. Efesios 4:23


5.  El otro propósito original para el baile y danza documentado por la ciencia, la cultura y la historia aparte de adorar a los dioses es buscar pareja. Aun la Biblia nos da un ejemplo de esto en Jueces 21:21-23 donde un grupo de mujeres mientras danzaban en un posible baile folklórico eran escogidas y tomadas por los de la tribu de Benjamín para hacerlas mujeres de ellos. También recordemos el ejemplo del baile seductor de la hija de Herodías en Marcos 14:6. Esto todavía se ve en la cultura moderna de todos los países. ¿Qué hacen los jóvenes no creyentes cuando quieren buscar pareja? Se van a la discoteca a bailar para ver a que chico o chica atraen. Con lo difícil que es mantener a los jóvenes alejados de las pasiones carnales ponerlos a bailar solo los puede estimular tomar decisiones que pondrán estorbo a su relación con Dios. Si ya les dieron permiso en la iglesia de hacer una cosa les será más fácil saltar a algo más cuando sean tentados.  ¿Porque el baile funciona tan bien para buscar pareja? Según un documental del Discovery Channel los movimientos corporales en el baile muestran a posibles parejas que quién baila es de cuerpo saludable y atractivo más el cuerpo en movimiento muestra la capacidad de tener buenas relaciones íntimas reproductivas según reportó la investigación. Esto muchas veces ocurre de forma instintiva y otras veces de forma consciente y se observa tanto en el reino animal como en humanos.
 El culto a Kundalini y la danza
He podido observar como este espíritu llamado Kundalini el cual es adorado en la India puede ser introducido a las iglesias disfrazado como danzas hebreas de adoración, danza profética y de guerra espiritual. Estas danzas en el altar cristiano usan movimientos (asanas) muy similares a los que se usan en la danza del kundalini  yoga y con solo usar un atuendo diferente y usar “música cristiana” para el baile queda totalmente camuflado como un caballo de trolla. El kundalini en el  yoga y el hinduismo es representado por una serpiente que se enrosca en la columna vertebral de quien lo practica y la palabra misma significa “enroscar”. Según los promotores y defensores del kundalini, este representa el fuego y la manifestación del Espíritu Santo en los cristianos, decir esto es blasfemia. Con esto entendemos que es espíritu kundalini puede entrar a las iglesias de Cristo por medio de personas atadas por este espíritu y falsificar las manifestaciones y dones del verdadero Espíritu Santo de Dios haciendo pensar a los hermanos que esto esta bien. Por medio de estas danzas aparentemente espirituales se trae el espíritu del kundalini por medio de las danzoras quienes generalmente lo hacen sin saber la relación de los movimientos con los asanas del  yoga  y no se dan cuenta que cual es el espíritu que realmente se mueve en ese tipo de actividad. Esto ocurre de la misma manera en que algunos  "cristianos" ingenuos practican las diferentes modalidades del yoga pensando que solo están haciendo ejercicio sin tener en cuenta que el  yoga es parte del culto a las deidades del hinduismo. Esto trae yugos y ataduras a los participantes  y  solo se pueden romper con ayuno y oración. Por lo tanto deje el kundalini y busque una iglesia donde se adore conforme a la escritura. Este espíritu extraño provoca manifestaciones en las cuales las personas en ocasiones se comportan como animales en la iglesia, aullando, moviéndose como las criaturas, temblando fuera de control para luego caer al suelo y en algunos casos pierden la memoria de lo que ocurrió.
Vìdeo: Practicas Del Culto KUNDALINI en algunasiglesias Cristianas.

Tomando acción

Muchos de ustedes cuando ven estas cosas sienten un malestar interior que les dice que algo está mal pero no saben decir que podrá ser. Cuidado con ofrecer fuego extraño en el altar de Dios. Esto es el discernimiento del Espíritu Santo advirtiendo en contra de lo que ves. Ahora conoces la verdad y la verdad te hará libre. Hay que preguntar cuál es el espíritu que opera en este asunto y ponerlo a prueba como se nos manda en 1 Juan 4:1 y no meramente recibir las cosas tal y como llegan porque sean agradables a los sentidos. Restauremos con amor a nuestros hermanos y hermanas.  En Mateo 10:38 Jesús nos llamó a tomar su cruz y seguirlo, esto significa que vendrán momentos en el que debemos tomar la decisión de abandonar y sacrificar algo que realmente queremos hacer para agradarle a él o no ser contado como digno de él. ¿Cree usted sinceramente que el apóstol Pablo danzaba e alabanza a Dios? ¿Danzo alguna de las mujeres del nuevo testamento? ¿Usted cree que los demás apóstoles danzaban en alabanza a Dios? ¿Danzo Jesús? Si su respuesta es sí. ¿Lo puede comprobar por capítulo y versículo? Si ellos no lo hacían yo tampoco añado cosas nuevas al evangelio. Nunca hagas lo que otros dicen que hagas si la Biblia no dice que lo hagas.

En 2 Tesalonicenses capítulo 2 se nos advierte que en los últimos días vendrá la apostasía y está ya llego con fuerza. Y ahora que conoces la verdad si te arriesgas a rechazarla te expones a ser atado por poderes engañosos que son enviados a quienes rechazan la verdad según se profetiza en 2 Tesalonicenses 2:10-12. El resultado de rebelarse contra la verdad de Dios es una atadura engañosa que te llevará cada vez a cosas peores poco a poco hasta caer en la perdición. No lo permitas, no le des lugar al diablo, sacrifica lo que tengas que sacrificar si quieres ir al cielo. Queda muy poco para el retorno de Cristo y el diablo lo sabe. No importa quién se moleste en tu iglesia por hacer lo correcto, peor es que se moleste Dios. La salvación es individual y aunque muchos fallen a tu alrededor ocúpate de no fallar tú. A quienes fallan no los condenamos, les mostramos la verdad para restaurarlos con amor y mansedumbre y esa es la idea de este reporte.
¿Dios busca adoradores o bailarines?
Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Juan 4:23
Soli Deo Gloria



miércoles, 21 de febrero de 2018

¿Existe la Doble Predestinación?

Doble predestinación. Las palabras mismas suenan ominosas. Una cosa es contemplar el benévolo plan de Dios para la salvación de los elegidos. Pero ¿qué de aquellos que no son elegidos? ¿Están también predestinados? ¿Existe un horrible decreto de reprobación? ¿Destina Dios a algunos desgraciados al infierno?

Estas cuestiones salen a colación inmediatamente tan pronto como se menciona la doble predestinación. Tales cuestiones hacen que algunos consideren el concepto de la doble predestinación terreno prohibido. Otros, si bien creen en la predestinación, declaran enfáticamente que creen en una predestinación simple. Esto es, si bien creen que algunos son predestinados para salvación, no ven la necesidad de suponer que otros sean igualmente predestinados para condenación. En resumen, la idea es que algunos son predestinados para salvación, pero todos tienen la oportunidad de ser salvos. Dios se asegura que algunos la alcancen proveyendo ayuda adicional, pero el resto de la humanidad aún tiene una oportunidad.

Aunque hay un fuerte sentimiento para hablar solamente de la predestinación simple y evitar cualquier discusión sobre la doble predestinación, aún debemos afrontarlas cuestiones sobre la mesa. A menos que concluyamos que todo ser humano está predestinado para salvación, debemos afrontarla otra cara de la elección. Si existe en absoluto tal cosa como la predestinación, y si esa predestinación no incluye a todos, entonces no debemos rehuir la necesaria inferencia de que la predestinación tiene dos lados. No es suficiente hablar acerca de Jacob; debemos también considerar a Esaú.

Igualdad final

Existen ideas diferentes acerca de la doble predestinación. Una de ellas es tan aterradora que muchos rehúyen totalmente el término, de forma que su idea de la doctrina no se confunda con la idea temible. Esta idea se llama la igualdad final.

La igualdad final se basa en un concepto de simetría. Procura un equilibrio completo entre la elección y la reprobación. La idea clave es ésta: al igual que Dios interviene en las vidas de los elegidos para crear fe en sus corazones, así también Dios interviene igualmente en las vidas de los réprobos para crear u obrar incredulidad en sus corazones. La idea de que Dios obre activamente la incredulidad en los corazones de los réprobos se deduce de afirmaciones bíblicas acerca del hecho de que Dios endurece los corazones de las personas.

La igualdad final no es la idea reformada o calvinista de la predestinación. Algunos la han llamado "hipercalvinismo". Yo prefiero llamarla "subcalvinismo" o, mejor aún, "anticalvinismo". Aunque el calvinismo ciertamente tiene una idea de la doble predestinación, la doble predestinación que sostiene no es la de la igualdad final.

Para entender la idea reformada acerca del asunto, debemos prestar estrecha atención a la crucial distinción entre los decretos positivos y negativos de Dios. Lo positivo tiene que ver con la intervención activa de Dios en los corazones de los elegidos. Lo negativo tiene que ver con el hecho de que Dios pasa por alto a los no elegidos.

La idea reformada enseña que Dios interviene positiva o activamente en las vidas de los elegidos para asegurar su salvación. A los restantes seres humanos Dios los abandona a su libre albedrío. No crea incredulidad en sus corazones. Esa incredulidad está ya allí. No los fuerza a pecar. Pecan por elección propia. Según la idea calvinista, el decreto de elección es positivo; el decreto de reprobación es negativo.

La idea del hipercalvinismo acerca de la doble predestinación puede llamarse predestinación positiva-posititiva. La idea del calvinismo ortodoxo puede llamarse predestinación positiva-negativa. Observémosla en forma de diagrama.

Calvinismo    
Hipercalvinismo
Positiva-negativa                                            
Positiva-positiva
Idea asimétrica                                               
Idea simétrica
Desigualdad final                                           
Igualdad final
Dios pasa por alto a los réprobos
Dios obra incredulidaen los corazones de los probos

El terrible error del hipercalvinismo es que implica a Dios en forzar el pecado. Esto hace una violencia radical a la integridad del carácter de Dios.

El ejemplo bíblico primario que pudiera tentarnos al hipercalvinismo es el caso de Faraón. Repetidamente leemos en el relato del Éxodo que Dios endureció el corazón de Faraón. Dios dijo a Moisés de antemano que haría esto:
“Tu dirás todas las cosas que yo te mande, y Aarón tu hermano hablará a Faraón, para que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. Y yo endureceré el corazón de Faraón y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas. Y Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré a mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios. Y sabrán los egipcios que yo soy el Señor, cuando extienda mi mano sobre Egipto, y saque a los hijos de Israel de en medio de ellos” (Ex. 7:2-5).

La Biblia enseña claramente que Dios endureció, efectivamente, el corazón de Faraón. Ahora bien, sabemos que Dios hizo esto para su propia gloria y como señal tanto a Israel como a Egipto. Sabemos que el propósito de Dios en todo esto era un propósito redentor. Pero nos queda aún un difícil problema. Dios endureció el corazón de Faraón y después juzgó a Faraón por su pecado. ¿Cómo puede hacer Dios responsable a Faraón o a cualquier otro de un pecado que fluye de un corazón que Dios mismo ha endurecido?

Nuestra respuesta a esa pregunta depende de cómo entendemos el acto de endurecimiento por parte de Dios. ¿Cómo endureció el corazón de Faraón? La Biblia no responde a esa pregunta explícitamente. Al pensar acerca de ello, nos damos cuenta que, básicamente, sólo hay dos maneras en que podía haber endurecido el corazón de Faraón: activa o pasivamente.

Un endurecimiento activo implicaría la intervención directa de Dios en el interior del corazón de Faraón. Dios se entremetería en el corazón de Faraón y crearía nueva maldad en él. Esto ciertamente garantizaría que Faraón produciría el resultado deseado por Dios. También garantizaría que Dios es el autor del pecado.

El endurecimiento pasivo es totalmente otra historia. El endurecimiento pasivo implica un juicio divino sobre el pecado que ya está presente. Lo único que Dios necesita hacer para endurecer el corazón de una persona cuyo corazón ya es perverso es "entregarle a su pecado". Encontramos este concepto del juicio divino repetidamente en la Escritura.

¿Cómo funciona esto? Para entenderlo adecuadamente debemos considerar primero brevemente otro concepto, el de la gracia común de Dios. Esto se refiere a esa gracia de Dios que todos los hombres gozan en común. La lluvia que refresca la tierra y riega nuestras cosechas cae igualmente sobre justos e injustos. Los injustos, ciertamente, no merecen tales beneficios, pero gozan de ellos igualmente. Así ocurre con el Sol y los arco iris. Nuestro mundo es un escenario de gracia común.

Uno de los elementos más importantes de la gracia común que gozamos es el refrenamiento del mal en el mundo. Ese refrenamiento fluye de muchas fuentes. El mal es refrenado por los policías, las leyes, la opinión pública, el equilibrio de poder, etc. Aunque el mundo en que vivimos está lleno de iniquidad, no es tan inicuo como podría ser. Dios utiliza los medios mencionados anteriormente, al igual que otros medios para mantener controlado el mal. Por su gracia, controla y refrena la cantidad de maldad en este mundo. Si se dejase al mal totalmente descontrolado, entonces la vida en este planeta sería imposible.

Lo único que Dios tiene que hacer para endurecer los corazones de las personas es quitarlos frenos. Les da más libertad de acción. En lugar de refrenar su libertad humana, la incrementa. Les deja seguir su propio camino. En un sentido, les da la soga con que ahorcarse. No es que Dios ponga su mano en ellos para crear nueva maldad en sus corazones; meramente, su santa mano deja de refrenarlos y les permite hacer su propia voluntad.

Si hubiéramos de determinar cuáles son los hombres más inicuos y diabólicos de la historia humana, ciertos nombres aparecerían en la lista de casi todos. Veríamos los nombres de Hitler, Nerón, Stalin y otros que han sido culpables de masacres y otras atrocidades. ¿Qué tienen esas personas en común? Fueron todos dictadores. Todos tenían, virtualmente, un poder y autoridad ilimitados dentro de la esfera de sus dominios.

¿Por qué decimos que el poder corrompe y que el poder absoluto corrompe absolutamente? (Sabemos que esto no se refiere a Dios, sino sólo al poder y la corrupción de los hombres.) El poder corrompe, precisamente, porque eleva a una persona por encima de los frenos normales que restringen al resto de nosotros. Yo soy refrenado por los conflictos de interés con personas que son tan poderosas o más poderosas que yo. Aprendemos pronto en la vida a restringir nuestra beligerancia hacia aquellos que son mayores que nosotros. Tendemos a entrar en conflictos de forma selectiva. La discreción tiende a prevalecer sobre el valor cuando nuestros oponentes son más poderosos que nosotros.

Faraón era el hombre más poderoso del mundo cuando Moisés fue a verle. Casi el único freno que había contra la iniquidad de Faraón era el santo brazo de Dios. Lo único que Dios tenía que hacer para endurecer más a Faraón era quitar su brazo. Las malvadas tendencias de Faraón hicieron el resto.

En el acto del endurecimiento pasivo, Dios toma la decisión de quitar los frenos; la parte inicua del proceso es realizada por Faraón mismo. Dios no hace violencia a la voluntad de Faraón. Como hemos dicho, simplemente le da a Faraón más libertad.

Vemos el mismo tipo de cosa en el caso de Judas y de los inicuos que Dios y Satanás utilizaron para afligir a Job. Judas no fue una pobre víctima inocente de la manipulación divina. No era un hombre justo a quien Dios forzó a traicionar a Cristo y después lo castigó por la traición. Judas traicionó a Cristo porque quería treinta monedas de plata. Como declara la Escritura, Judas era el hijo de perdición desde el principio. Sin duda, Dios utiliza las malvadas tendencias y las malvadas intenciones de los hombres caídos para llevar a cabo sus propios propósitos redentores. Sin Judas no hay cruz. Sin la cruz no hay redención. Este no es un caso en que Dios fuerza la maldad. Por el contrario, es un caso glorioso del triunfo redentor de Dios sobre la maldad. Los deseos malvados de los corazones de los hombres no pueden frustrarla la soberanía de Dios. En realidad, están sujetos a la misma.

Cuando estudiamos el modelo del castigo divino de los inicuos, vemos emerger una especie de justicia poética. En la escena del juicio final del libro de Apocalipsis leemos lo siguiente:
“El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía” (Ap. 22:11).

En su acto final de juicio, Dios entrega a los pecadores a sus pecados. En efecto, los abandona a sus propios deseos. Así ocurrió con Faraón. Mediante este acto de juicio, Dios no manchó su propia justicia creando nueva maldad en el corazón de Faraón. El estableció su propia justicia castigando la maldad que ya había en Faraón.

Así es como debemos entender la doble predestinación. Dios muestra misericordia a los elegidos obrando la fe en sus corazones. El administra justicia a los réprobos dejándolos en sus propios pecados. No hay simetría aquí. Un grupo recibe misericordia. El otro grupo recibe justicia. Nadie es víctima de injusticia. Nadie puede quejarse de que haya injusticia en Dios.

Romanos 9

El pasaje más significativo en el Nuevo Testamento que tiene que ver con la doble predestinación se encuentra en Romanos 9.

“Porque la palabra de la promesa es esta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo. Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. 

Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Porque la Escritura dice a Faraón Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece” (Ro. 9:9-18).

En este pasaje tenemos la expresión bíblica más clara que podemos encontrar para el concepto de la doble predestinación. Se expresa sin reservas y sin ambigüedad. "De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece." Algunos reciben misericordia, otros reciben justicia. La decisión en cuanto a esto está en la mano de Dios.

Pablo ilustra el carácter doble de la predestinación mediante su referencia a Jacob y Esaú. Estos dos hombres eran hermanos gemelos. Estuvieron en el mismo vientre y al mismo tiempo. Uno recibió la bendición de Dios y el otro no. Uno recibió una porción especial del amor de Dios, el otro no. Esaú fue "aborrecido" por Dios.

El odio divino que aquí se menciona no es expresión de una actitud insidiosa de malicia. El odio divino no es malicioso. Implica una retención de favor. Dios está "por" aquellos a quienes ama. Vuelve su rostro contra aquellos inicuos que no son objeto de su favor redentor especial. Aquellos a quienes ama reciben su misericordia. Aquellos a quienes "aborrece" reciben su justicia. Una vez más, nadie es tratado injustamente.

¿Por qué escogió Dios a Jacob y no a Esaú? ¿Previo Dios en Jacob algún acto justo que justificaría este favor especial? ¿Observó Dios los corredores del tiempo y vio a Jacob haciendo la elección acertada y a Esaú haciendo la elección equivocada?

Si esto era lo que el apóstol se proponía enseñar, no hubiera sido difícil aclarar este punto. Aquí tenía Pablo una magnífica oportunidad de enseñar una idea de presciencia en cuanto a la predestinación, si hubiese querido. Parece extraño ciertamente que no aproveche tal oportunidad. Pero esto no es un argumento de silencio. Pablo no guarda silencio sobre el tema. El elabora lo contrario. Enfatiza el hecho de que la decisión de Dios se tomó antes del nacimiento de estos gemelos y sin tomar en consideración sus acciones futuras.

La frase de Pablo en el versículo 11 es crucial. "Pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama". ¿Por qué dice esto el apóstol? El acento aquí se pone claramente en la obra de Dios. Niega enfáticamente que la elección sea resultado de la obra del hombre, prevista o de cualquier otra forma. Es el propósito de Dios conforme a su elección lo que aquí se considera.

Si Pablo quería decir que la elección se basa en alguna decisión humana prevista, ¿por qué no lo dijo así? Por el contrario, declara que el decreto se hizo antes que los hijos nacieran y antes que hubieran hecho algún bien o mal. Ahora bien, concedemos que una idea de la presciencia en cuanto a la predestinación es consciente de que el decreto divino se hizo anteriormente al nacimiento. Pero esa idea insiste en que la decisión de Dios se basó en su conocimiento de elecciones futuras. ¿Por qué no afirma esto Pablo aquí? Lo único que dice es que el decreto se hizo antes del nacimiento y antes que Jacob y Esaú hubieran hecho algún bien o mal.

Concedemos que en este pasaje Pablo no dice expresamente que la decisión de Dios no se basó en el futuro bien o mal de ellos. Pero no necesitaba decir eso. La implicación está clara a la luz de lo que sí dice. Pone el acento donde corresponde, en el propósito de Dios y no en la obra del hombre. La carga aquí está sobre aquellos que quieren añadir la noción modificadora crucial de elecciones previstas. La Biblia no la añade aquí ni en lugar alguno.

La cuestión es ésta: Si Pablo creía que la predestinación de Dios se basaba en elecciones humanas previstas, éste era el contexto en que podía expresarlo.

Debemos dar un paso más. Aunque Pablo guarda silencio acerca de la cuestión de elecciones futuras aquí, no continúa haciéndolo. En el versículo 16 lo deja claro. "Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia." Este es el golpe de gracia al arminianismo y a todas las demás ideas no reformadas de la predestinación. Esta es la Palabra de Dios que requiere que todos los cristianos desistan de las ideas acerca de la predestinación que hacen que la decisión final para la salvación dependa de la voluntad del hombre. El apóstol declara: "No depende del que quiere". Las ideas no reformadas deben decir que depende del que quiere. Esto es una contradicción violenta de la enseñanza de la Escritura. Este versículo solo es absolutamente fatal para el arminianismo.

Es nuestro deber honrar a Dios. Debemos confesar con el apóstol que nuestra elección no se basa en nuestras voluntades, sino en los propósitos de la voluntad de Dios.

Pablo suscita dos preguntas retóricas en este pasaje que debemos considerar. La primera es: "¿Qué, pues, diremos? ¿Qué hay injusticia en Dios?" ¿Por qué anticipa Pablo esta pregunta? Nadie suscita esa pregunta a un arminiano. Si nuestra elección se basa, en última instancia, en decisiones humanas, no hay necesidad de suscitar tal objeción.

Sin embargo, acerca de la doctrina bíblica de la predestinación sí se suscita esta pregunta. Es la predestinación basada en el propósito soberano de Dios, en su decisión sin tener en cuenta las elecciones de Jacob o Esaú, la que incita el clamor: "¡Dios no es justo!" Pero el clamor se basa en un entendimiento superficial del asunto. Es la protesta del hombre caído quejándose de que Dios no es lo suficientemente benévolo.

¿Cómo responde Pablo a la pregunta? No se da por satisfecho con decir meramente: "No, no hay injusticia en Dios." Por el contrario, su respuesta es tan enfática como le es posible hacerla. Dice: "¡En ninguna manera!"

La segunda objeción que Pablo anticipa es ésta: "Me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad?" Una vez más nos preguntamos por qué anticipa el apóstol esta objeción.

Esta es otra objeción que nunca se suscita contra el arminianismo. Las ideas no reformadas de la predestinación no tienen que preocuparse acerca de afrontar preguntas como ésta. Dios, evidentemente, inculparía a aquellos que sabía que no escogerían a Cristo. Si la base final para la salvación depende del poder de la elección humana, entonces se puede achacar la culpa fácilmente, y Pablo no tendría que enfrentarse con esta objeción anticipada. Pero se enfrenta con ella porque la doctrina bíblica de la predestinación exige que se enfrente con ella.

¿Cómo responde Pablo a esta pregunta? Examinemos su respuesta:
“Más antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y oír o par a deshonra? ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?” (Ro. 9:20-24).

Esta es una respuesta de peso. Debo confesar que tengo un conflicto con ella. Mi conflicto, sin embargo, no es acerca de si este pasaje enseña la doble predestinación. Esta claro que lo hace. Mi conflicto tiene que ver con el hecho de que este texto suministra municiones a los defensores de la igualdad final. Suena a que Dios está haciendo pecadores a los hombres activamente. Pero el texto no requiere eso. El hace vasos de ira y vasos de honra de la misma masa de barro. Pero si observamos atentamente el texto, veremos que el barro con que trabaja el alfarero es un barro "caído". Una porción de barro recibe misericordia con objeto de llegar a ser vasos de honra. Esa misericordia presupone un barro que es ya culpable. De la misma manera, Dios debe "soportar" los vasos de ira preparados para destrucción porque son vasos culpables de ira.

Una vez más, el acento en este pasaje recae en el propósito soberano de Dios, y no sobre las elecciones libres y buenas del hombre. Aquí vienen al caso las mismas suposiciones que en la primera pregunta.

La respuesta arminiana

Algunos arminianos responderán indignadamente a mi tratamiento de este texto. Están de acuerdo en que el pasaje enseña una firme idea de la soberanía divina. Su objeción tiene que ver con otro punto. Insisten en que Pablo no está ni siquiera hablando acerca de la predestinación de individuos en Romanos 9. Romanos 9 no tiene que ver con individuos sino con la elección de naciones por parte de Dios. Pablo está hablando aquí acerca de Israel como pueblo escogido de Dios. Jacob representa meramente a la nación de Israel. Su nombre mismo fue cambiado a Israel, y sus hijos llegaron a ser los padres de las doce tribus de Israel.

El hecho de que Dios favoreciera a Israel por encima de las demás naciones no se disputa. Jesús procedía de Israel. Fue de Israel de quien recibimos los Diez Mandamientos y las promesas del pacto con Abraham. Sabemos que la salvación es de los judíos.

Todo eso es cierto de Romanos 9. Debemos considerar, sin embargo, que al elegir a una nación, Dios eligió a individuos. Las naciones están formadas por individuos. Jacob era un individuo. Esaú era un individuo. Aquí vemos claramente que Dios eligió en su soberanía a individuos al igual que a una nación. Debemos apresurarnos a añadir que Pablo amplía este tratamiento de la elección más allá de Israel en el versículo 24, cuando declara: "A los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles."

Elección incondicional

Volvamos por un momento a nuestro famoso acróstico, TULIP. Ya hemos altercado con la T y la I y lo hemos cambiado a RULEP. Si bien prefiero el término elección soberana a elección incondicional, no dañaré más el acróstico. Si lo cambiásemos a RSLEP ni siquiera rimaría con TULIP.

La elección incondicional quiere decir que nuestra elección es decidida por Dios conforme a su propósito, conforme a su voluntad soberana. No se basa en alguna condición prevista que algunos de nosotros cumpliríamos y otros no. No se basa en nuestro querer o en nuestro correr, sino en el propósito soberano de Dios.

El término elección incondicional puede despistar y ser utilizado erróneamente. En cierta ocasión conocí a un hombre que nunca había cruzado la puerta de una iglesia y que no mostraba evidencia alguna de ser cristiano. No hacía profesión de fe ni estaba implicada en actividad cristiana alguna. Me dijo que creía en la elección incondicional. Estaba confiado en que era elegido. No tenía que confiar en Cristo, no tenía que arrepentirse, no tenía que obedecer a Cristo. Declaraba ser un elegido y que eso era suficiente. No necesitaba más condiciones de salvación. Estaba, en su opinión, salvado, santificado y satisfecho.

Debemos tener cuidado de distinguir entre las condiciones que son necesarias para la salvación y las condiciones que son necesarias para la elección. Con frecuencia hablamos de la elección y la salvación como si fueran sinónimas, pero no son exactamente lo mismo. La elección es para salvación. La salvación es, en su sentido más pleno, la obra completa de la redención que Dios realiza en nosotros.

Hay toda clase de condiciones que deben ser cumplidas por alguien para ser salvo. La principal entre ellas es que debe tener fe en Cristo. La justificación es por la fe. La fe es un requisito necesario. Sin duda, la doctrina reformada de la predestinación enseña que todos los elegidos son ciertamente llevados a la fe. Dios se encarga de que se cumplan las condiciones necesarias para la salvación.

Cuando decimos que la elección es incondicional, queremos decir que el decreto original de Dios por el cual escoge a algunos para ser salvos no depende de alguna condición futura en nosotros que Dios prevé. Nada hay en nosotros que Dios pudiera prever y que le indujera a escogernos. Lo único que prevería en las vidas de criaturas caídas abandonadas a su propia suerte sería el pecado. Dios nos escoge simplemente conforme al beneplácito de su voluntad.

¿Es Dios arbitrario?

Que Dios nos escoja no por lo que encuentre en nosotros, sino conforme a su beneplácito, suscita la acusación de que esto hace a Dios arbitrario. Sugiere que Dios hace su selección de manera antojadiza o caprichosa. Parece como si nuestra elección fuese el resultado de un sorteo ciego y frívolo. Si somos elegidos, ello se debe solamente a que tenemos suerte. Dios sacó nuestros nombres de un sombrero celestial.

Ser arbitrario es hacer algo por ninguna razón. Ahora bien, está claro que no hay en nosotros razón alguna para que Dios nos escoja. Pero eso no es lo mismo que decir que Dios no tiene alguna razón en sí mismo. Dios no hace nada sin tener alguna razón para ello. No es caprichoso o antojadizo. Dios es tan sobrio como soberano.

Un sorteo depende intencionadamente del azar. Dios no obra por azar. El sabía a quiénes seleccionaría. Conocía y amaba de antemano a sus elegidos. No fue una suerte ciega porque Dios no es ciego. Sin embargo, debemos aún insistir en que la razón decisiva para su elección no fue algo que conociera, viera o amara de antemano en nosotros.

A los calvinistas no nos gusta, en general, hablar de suerte. En lugar de desear a la gente "buena suerte", preferimos decir: "bendiciones providenciales". Sin embargo, si hubiésemos de hablar de nuestro "día de suerte", señalaríamos aquel día en la eternidad cuando Dios decidió escogernos.

Volvamos nuestra atención a la enseñanza de Pablo sobre este asunto en Efesios:
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado” (Ef. 1:3-6).

Según el puro afecto de su voluntad. Esta es la afirmación apostólica que parece sugerir arbitrariedad divina. Pero cuando la Biblia habla del afecto de Dios, el término no se usa con frivolidad. Aquí afecto significa simplemente "lo que agrada". Dios nos predestina según lo que le agrada. La Biblia habla del puro afecto de Dios. El puro afecto de Dios nunca debe confundirse con un afecto erróneo. Lo que agrada a Dios es la bondad. Lo que nos agrada a nosotros no siempre es la bondad. Dios nunca se deleita en la iniquidad. Nada hay de inicuo acerca del puro afecto de su voluntad. Aunque la razón para escogernos no reside en nosotros sino en el afecto soberano de Dios, podemos estar seguros de que el afecto soberano de Dios es un afecto bueno.

Recordamos también cómo instruyó el apóstol a los cristianos filipenses. Les dijo: "...ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Fil. 2:12,13).

En este pasaje, Pablo no está enseñando que la elección es una empresa conjunta entre Dios y el hombre. La elección es exclusivamente la obra de Dios. Es, como hemos visto, monergista. Pablo está hablando aquí acerca de la puesta en práctica de nuestra salvación que sigue a nuestra elección. Se está refiriendo específicamente aquí al proceso de nuestra santificación. La santificación no es monergista es sinergista. Esto es, demanda la cooperación del creyente regenerado. Somos llamados a trabajar para crecer en la gracia. Hemos de trabajar duramente, combatiendo contra el pecado hasta la sangre si es necesario, golpeando nuestros cuerpos si eso es lo que se requiere para subyugarlos.

Somos llamados a esta obra seria de la santificación por exhortación divina. La obra ha de ser llevada a cabo en un espíritu de temor y temblor. Nuestra santificación no es un asunto ocasional. No lo enfocamos de forma caballeresca, diciendo simplemente: "Eso es cosa de Dios." Dios no lo hace todo por nosotros.

Tampoco, sin embargo, nos deja Dios ocuparnos en nuestra salvación por nosotros mismos, en nuestra propia fuerza. Somos consolados por su segura promesa de producir en nosotros así el querer como el hacer lo que a Él le agrada.

Recientemente oí un sermón del gran predicador escocés Eric Alexander, en el cual enfatizaba que Dios está obrando en nosotros por su buena voluntad. Pablo no dice que Dios esté obrando en nosotros por nuestra buena voluntad. No siempre estamos completamente a gusto con lo que Dios está haciendo en nuestras vidas. A veces, experimentamos un conflicto entre el propósito de Dios y nuestro propio propósito. Yo nunca escojo sufrir a propósito. Sin embargo, puede estar dentro del propósito soberano de Dios que yo sufra. Él nos promete que, por su soberanía, todas las cosas obran para el bien de los que le aman y son llamados conforme a su propósito.

Mis propósitos no siempre incluyen el bien de Dios. Yo soy pecador. Afortunadamente para nosotros, Dios no es pecador. Él es totalmente justo. Sus propósitos son siempre y en todo lugar justos. Sus propósitos obran para mi bien, aun cuando sus propósitos estén en conflicto con mis propósitos. Quizá debería decir: "Especialmente, cuando sus propósitos están en conflicto con mis propósitos". Lo que le agrada a Él es bueno para mí. Esa es una de las lecciones más difíciles que los cristianos aprendan jamás.

Nuestra elección es incondicional excepto por una cosa. Hay un requisito que debemos cumplir antes que Dios nos elija jamás. Para ser elegidos, debemos primero ser pecadores. 

Dios no elige a los justos para salvación. No necesita elegir a los justos para salvación. Los justos no necesitan ser salvados. Sólo los pecadores necesitan un salvador. Los que están sanos no tienen necesidad de médico.

Cristo vino a buscar y a salvar a los que estaban realmente perdidos. Dios le envió al mundo no sólo para hacer posible nuestra salvación, sino para hacerla segura. Cristo no ha muerto en vano. Sus ovejas son salvadas a través de su vida impecable y su muerte expiatoria. Nada hay de arbitrario en eso.

Resumen
1. No todos los hombres son predestinados para salvación.
2. Hay dos aspectos o lados de la cuestión. Hay aquellos que son elegidos y aquellos que no son elegidos.
3. La predestinación es "doble".
4. Debemos tener cuidado de no pensar en términos de igualdad final.
5. Dios no crea el pecado en los corazones de los pecadores.
6. Los elegidos reciben misericordia. Los no elegidos reciben justicia,
7. Nadie recibe injusticia por parte de Dios.
8. El "endurecimiento de los corazones" por parte de Dios es en sí mismo un justo castigo por el pecado que ya está presente.
9. La elección que Dios hace de los elegidos es soberana, pero no arbitraria.
10. Todas las decisiones de Dios fluyen de su santo carácter.
Soli Deo Gloria