miércoles, 19 de julio de 2017

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El día que Dios predicó desde el cielo

Y he aquí una voz del cielo, diciendo: Este es mi Hijo amado, en quien me complazco. Mateo 3:17

El mensaje del glorioso Evangelio de Dios se encuentra en estas asombrosas palabras de que Dios habló un día de su trono. Este es mi Hijo amado, en quien me complazco. ¡Dios está bien complacido con Su amado Hijo! Esta es la única esperanza del pecador de redención.

¡Dios está airado con el impío todo los días! (Salmo 7:11) Sin embargo, el Padre está bien complacido con su amado Hijo. ¡Nunca ha habido un tiempo en que Dios no estuviera muy complacido con Su Hijo, el Señor Jesucristo! Este es el mensaje de Dios que da vida a los perdidos e indefensos. Dios está bien complacido con Su hermoso Hijo. Dios nunca estará complacido con hombres y mujeres pecadores y sus obras de justicia propia. Pero Dios está bien complacido con Cristo. ¡Por eso tengo que tenerlo! En Él es el único lugar que Dios puede estar complacido conmigo. Él nació a semejanza de Su pueblo al asumir la carne y vivir delante de Dios en perfecta justicia para su pueblo escogido y elegido. En Él como mi Sustituto, perfectamente justo. Murió como pecador en el lugar de Su pueblo, aunque totalmente inocente de un solo pecado, ¡porque somos pecadores! Él se levantó de nuevo tomando el aguijón de la muerte, y la victoria sobre el sepulcro que nosotros que no merecemos nada sino la muerte podría tener vida eterna. Nuestro Señor se sienta a la diestra de Dios en todo poder, para que Su pueblo pueda un día sentarse a Sus pies en gloria, perfectamente justo y santo como Él es. En Su Hijo amado, Dios ahora está complacido conmigo. Esta es la única manera en que Dios puede o será complacido con cualquiera de la raza caída de Adán. 

Así que permíteme preguntarle querido lector, ¿está bien complacido con el Señor Jesucristo? Si Dios te da ojos para ver que en Él es el ÚNICO lugar donde Dios puede estar complacido con usted, usted estará muy complacido con Él.
Soli Deo Gloria