miércoles, 18 de marzo de 2020

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¿Estudiar teología como un acto de adoración?

"Si tu teología no te lleva a adorar entonces necesitas una mejor teología."

Una reflexión del teólogo bautista John L. Dagg (1794-1884) quien escribió en su Manual de Teología sobre la pregunta de este post reflexivo.

“El estudio de la verdad religiosa debe llevarse a cabo y enjuiciarse desde el sentido del deber, y con miras a la mejora del corazón. Cuando se aprende, no debe colocarse en el estante, como objeto de especulación; pero debe depositarse en lo profundo del corazón, donde debe sentirse su poder santificador. Estudiar teología, con el propósito de satisfacer la curiosidad, o prepararse para un debate, es un abuso y una profanación de lo que debería considerarse como lo más sagrado. Aprender cosas pertenecientes a Dios, simplemente por diversión o ventaja secular, o para satisfacer el mero amor al conocimiento, es tratar al Altísimo con desprecio”.

Entonces, el propósito de estudiar las Escrituras, y la teología en general, es adorar a Dios y crecer en nuestra comprensión de Él. Que todo nuestro estudio se realice con un corazón anhelante de saber más acerca de Dios, y no solo para producir sermones, tareas o aumentar nuestro propio intelecto. Oh ¿Simplemente estar leyendo la Escritura para avanzar con un marcador, de modo que, al final del año, pueda decir: "He leído la Biblia de principio a fin?"

Cuando venimos al estudio de las Escrituras deberíamos hacerlo como un acto de adoración. Ahora Cuando escuchamos la palabra "adoración", no es raro que pensemos instantáneamente en música e himnos en el Día del Señor. La adoración congregacional es un momento en que expresamos abiertamente nuestro amor por Dios, y lo hacemos con reverencia. Pero, cuando se trata de estudiar las Escrituras o leer teología, a menudo podemos separar esos actos de la función de adoración; Sin embargo, este no debería ser el caso.

Nos preguntamos ¿Teología? Este es un término muy amplio. No solamente se refiere a Dios, sino a todo lo que Dios nos ha revelado en las Sagradas Escrituras. Dentro de la disciplina de la teología está el estudio de Cristo, que llamamos "cristología". También incluye el estudio del Espíritu Santo, que llamamos "pneumatología"; el estudio del pecado, que llamamos "hamartiología"; y el estudio de las cosas futuras, que llamamos "escatología". Estas son subdivisiones de la teología. Los teólogos también hablan de "la teología propiamente dicha", que se refiere específicamente al estudio de Dios mismo.

Ahora particularmente de nuestro conocimiento de Dios seremos afectados en nuestro vivir y doxología. Dado que la verdad con respecto a Dios es lo más importante y se afirma que la “teología es una necesidad racional.”

“La teología es el esfuerzo sostenido de conocer el carácter, la voluntad y los actos del Dios trino según Él los ha desvelado e interpretado para su pueblo en las Escrituras… con el fin de que podamos conocerle, aprender a orientar nuestros pensamientos hacia Él, vivir nuestra vida en su mundo y según sus términos y proyectar su verdad mediante nuestro pensamiento y nuestros actos en nuestro propio tiempo y cultura.” David Wells

Recursos adicionales:

Soli Deo Gloria