miércoles, 2 de agosto de 2017

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La Primacía de la Palabra

Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración. (Hechos 2:42)

En este pasaje tenemos un resumen sucinto de las características de la Iglesia Primitiva. Era una iglesia que aprendía. La enseñanza aquí no es pasiva, sino activa. La frase quiere decir que dedicaban tiempo y prestaban atención a lo que los apóstoles enseñaban. 

En el texto nos dice se nos dice que la iglesia primitiva se dedicaba continuamente a la enseñanza y comunión de los apóstoles, en el partimiento del pan y a la oración. Es importante observar que la devoción a la enseñanza de los apóstoles es mencionada primero. Fueron serios en su deseo de entender correctamente el Antiguo Testamento y las enseñanzas de Jesús, y los apóstoles fueron su guía autorizada para conocer esas verdades. No se reunieron en un círculo preguntándose unos a otros: "¿Qué significa esto para ustedes?" No, ellos querían saber la verdad, así que ellos enfocaron su atención en las enseñanzas de los apóstoles, quienes podrían impartirles con precisión el significado apropiado. 

La Palabra de Dios es esencial para una iglesia saludable. 
Todo lo demás fluye del conocimiento enseñado por el Espíritu de las Escrituras. Nuestra comunión se guía por ella, El partimiento del pan es gobernado por ella, y nuestras oraciones deben estar en línea con ella. Nuestras iglesias hoy necesitan tener un compromiso y devoción similares a las Escrituras. Nuestra gente necesita ver lo importante y vital que es la Palabra en su vida cotidiana. Aquí están algunas de las bendiciones que vienen a aquellos que están dedicados a las Escrituras. 

Uno de los grandes peligros de la Iglesia es caer en una religiosidad estática que mira hacia atrás en lugar de adelante. Precisamente porque las riquezas de Cristo son inescrutables e inagotables debemos ir siempre hacia adelante. El cristiano se dirige, como la luz de la aurora, hacia una plenitud que no se alcanza en esta vida (Proverbios 4:18). Debemos considerar que hemos perdido el día si no hemos aprendido en él nada nuevo ni hemos profundizado en la sabiduría y en la gracia de Dios.

Este libro revela la mente de Dios, el estado moral y espiritual del hombre, el camino de salvación, el castigo del pecador no redimido y la bienaventuranza del creyente. Sus doctrinas son santas, sus preceptos obligatorios, sus historias verdaderas y sus decisiones inmutables. Léelo para ser sabio, créelo para estar seguro, practícalo para ser santo. Es luz que dirige, pan que sostiene y consuelo que alegra. Es mapa del viajero, báculo del peregrino, brújula del navegante, espada del soldado y la carta magna del cristiano. En la Biblia está el paraíso restaurado, el cielo abierto y las puertas del infierno descubiertas. Cristo es su gran tema, nuestra salvación su buen propósito y la gloria de Dios su meta. Debe ocupar la mente, gobernar el corazón y guiar los pies. Léelo con lentitud, con frecuencia y con oración. Es mina de prosperidad, un paraíso de gloria y un río de placer. Nos es dado en esta vida, será abierto en el juicio y será recordado eternamente. Trata del deber más grande, recompensará la labor más excelente y condenará a todo aquél que juega con su sagrado contenido.

Entonces veamos las bendiciones que encontramos en las escrituras:

1) Nos permite superar las tentaciones de Satanás,  vemos donde Cristo usó las Escrituras para derrotar a las tres tentaciones del diablo (Mateo 4: 4, 7, 10); Donde la "espada del Espíritu, que es la palabra de Dios", que es una parte vital de la armadura de Dios que nos protege de los ataques de Satanás (Efesios 6:17); Y las palabras alentadoras de Juan a los jóvenes que él dice son "fuertes y la palabra de Dios permanece en ustedes y han vencido al mal" (1 Jn. 2:14). En cada uno de estos casos, La Palabra de Dios fue la clave para permanecer firmes contra las tentaciones de Satanás.

2) Clave para la transformación espiritual, Ro. 12: 2 Y no seáis conformados con este mundo, sino transformados por la renovación de vuestra mente. 

3) Para el crecimiento de nuestra fe, Ro. 10:17 Así que la fe viene de oír y oír por la palabra de Cristo. 

4) Para nuestra santificación y entrenamiento espiritual,  2Ti. 3:16 - 17 Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia;  para que el hombre de Dios sea preparado para toda buena obra. 

5) Fuente para el avivamiento espiritual, Sal. 119: 50 Esta es mi consolación en mi aflicción, que tu palabra me ha revivido. 

6) Esencial para la convicción del pecado, Heb. 4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. 

7) Vital para ser fructifero, Sal. 1: 2 - 3 sino que en la ley del SEÑOR está su deleite, y en su ley medita de día y de noche!  Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera. 

8) Para ver la gloria de Dios, Las Escrituras revelan la gloria de Dios desde Génesis 1: 1 hasta Apocalipsis 22:21

A la luz de estas bendiciones (y hay muchas más) que vienen a nosotros a través de la Palabra, desafiemos a nosotros mismos y a nuestro pueblo a un mayor compromiso con las Escrituras cada año, y que el Espíritu de Dios use la Palabra de Dios para transformarnos más en la semejanza del Hijo de Dios. 
Soli Deo Gloria