martes, 29 de mayo de 2018

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“La profecía cristiana y el canón en el siglo segundo: Una respuesta a B. B. Warfield”

B. B Warfield publicó su investigación Counterfeit Miracles (Milagros Falsificados) bajo presión, por un lado, por las afirmaciones católicas sobre los milagros eclesiásticos y por otro lado, por el frío racionalismo característico de la época. Él deseaba hacer valer la supremacía de las Escrituras sobre las falsas afirmaciones de los milagros y por medio de eso robarles a los modernistas sus municiones contra la realidad sobrenatural. En ese contexto, Warfield trató la profecía y cómo un cristiano reformado debería considerar ese don como algo del pasado (es decir, extinto). 

Warfield propuso una conexión entre la terminación del canon cristiano y el eclipse del carisma profético al término del siglo primero. Él dependía de dos pruebas subyacentes: 

(1) La teológica: Warfield empleó un argumento a priori de que la continuación de la profecía es inconsistente con la revelación concluida del Nuevo Testamento. Dios ha hablado por medio de los apóstoles y no ha proporcionado ninguna nueva palabra para la iglesia: 

Porque Cristo es todo en todos, y toda su revelación y redención de igual forma se resumen en Él, sería inconcebible ya sea que la revelación o las señales que la acompañan continuaran después de que se completara esa gran revelación con las obras que se le atribuyen… 

(2) La histórica: Warfield mantenía que a la profecía contemporánea le hace falta el testimonio de la iglesia posapostólica. 

Fundamentarse en el cierre del canon era su punto central, Warfield ofreció una fecha más temprana y más definida que la de otros “cesacionalistas”. Por ejemplo, Juan Crisóstomo había dicho de 1 Corintios 12Todo este lugar es muy oscuro: pero la oscuridad es producida por nuestra ignorancia de los hechos referidos y por su cesación, siendo que entonces ocurrían pero ahora ya no. 

Entonces, él afirmó que 1 Corintios 13:8 (eite de prophēteiai, katargēthēsontai; eite glōssai, pausontai – “pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas”) predecía la fecha de expiración de la glossolalia y la profecía: 

Si ambos de estos entraron con el propósito de expandir la fe, cuando esta sea esparcida en todas partes, el uso de estos será de en lo sucesivo superfluo. 

Por supuesto que en contraste con la culminación del canon, el significado y el plazo de “esparcida en todas partes” podrían ser infinitamente flexibles. 

Desde luego, los evangélicos de este siglo se han aprovechado ampliamente del paradigma de Warfield, en algunos momentos apoyando su prueba teológica con 1 Corintios 13:8-10 e interpretando to teleion (la cual significa “perfecto” o “completo”) como el canon terminado.

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Soli Deo Gloria