martes, 21 de agosto de 2018

Reflexión sobre el Salmo 5

Estoy predicando a través del libro de Salmos de manera expositiva y mientras estudiaba, me encontré con el Salmo 5: 5, "tú aborreces a todos los que hacen iniquidad". Mientras meditaba sobre este versículo, me pregunté por qué Dios odia tanto el pecado. Y de ahí esta reflexión.

Dice Charles H. Spurgeon:. No se trata de un desagrado leve sino de un aborrecimiento a fondo el que Dios tiene hacia todos los que hacen iniquidad. El ser aborrecido por Dios es una cosa terrible. Seamos fieles advirtiendo a los malos que nos rodean, porque sería una cosa terrible para ellos el caer en las manos de un Dios airado.

Entonces…

1) El  pecado es contraria a su santidad. Dios odia tanto el pecado porque Él es santo. El pecado es tan contrario a la santidad de Dios, Él lo detesta.

2) El pecado se opone a su ser y su voluntad. Nuevamente vemos la santidad de Dios a la vista. El pecado se opone a quién es Dios. El pecado también es contrario a la voluntad de Dios. Dios ha delineado los parámetros de cómo deberían vivir los hombres. Cuando los hombres caminan en contra del designio de Dios, en esencia están expresando rebelión contra Él y su camino.

3) Por sus efectos o juicio. Dios no se regocija en la muerte de los malvados. Piensa en esto, el pecado cuando se termina produce la muerte. Una razón por la cual Dios odia el pecado es por el resultado final. Dios ve el efecto horrible que tendrá en la creación, las relaciones, los cuerpos y las vidas.

La fuerza del aborrecimiento de Dios es hacia el pecado, y por ello nosotros también deberíamos aborrecer al pecado, y aborrecerlo con toda nuestra fuerza; es una abominación para Dios, por lo que debería serlo para nosotros.

A menudo, no pensamos en el pecado desde la perspectiva de Dios. Sin embargo, debemos considerar todas las cosas desde la perspectiva de Dios. Si Dios odia el pecado y a los que obran iniquidad, y nosotros deberíamos hacerlo también. Solo una nota, los que cometen iniquidad son aquellos que han elegido pecar, sabiendo que están tomando la decisión de rebelarse.
Soli Deo Gloria